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Homicidios

Resuelven un doble crimen y violación de 1987, pero en casa del asesino descubren algo macabro

David Fuller mató y violó a dos mujeres en una zona al sur de Londres hace más de 30 años. En su casa la policía halló evidencia de necrofilia, cuando él se filmó abusando de cadáveres en morgues de hospitales de la zona.
8 Nov 2021 – 05:11 PM EST
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Un viejo doble asesinato cometido por un hombre con inclinaciones necrofílicas y ávido a la pornografía sacude a Reino Unido.

David Fuller, se declaró culpable de asesinar y violar hace más de 30 años a dos mujeres de Tunbridge Wells, al sureste de Londres

En un comunicado, la Policía de Kent (Reino Unido) informó que el hombre, de 67 años, compareció ante la corte de Maidstone la semana pasada ante la que itió haber asesinado a dos mujeres: Wendy Knell y Caroline Pierce en 1987.

Ambos crímenes perpetuados el mismo año tenían ominosas coincidencias: agresión sexual, golpes y estrangulamiento de las víctimas. Además, los cuerpos de Knell, de 25 años, y Pierce, de 20, fueron descubiertos en las habitaciones de sus respectivos domicilios.

Pero en el curso de la investigación de ambas muertes, que lograron resolverse gracias a las pruebas de ADN, se determinó que Fueller había abusado sexualmente de un centenar de cadáveres de mujeres en morgues de dos hospitales a los que tenía como electricista al servicio del National Health Service (NHS).

Mientras Fuller espera sentencia por las muertes de Knell y Pierce, y los cargos relacionados con sus actividades necrófilas, el caso ha sacudido desde la policía a la clase política y hasta los responsables del servicio de salud pública británico.

La ministra del Interior británica, Priti Patel, afirmó: "La naturaleza repugnante de los crímenes cometidos provocará, comprensiblemente, repulsión y preocupación públicas".

El ‘cerco’ genético para dar con el culpable

Los asesinatos de Wendy Knell y Caroline Pierce quedaron relegados durante más de tres décadas debido a que los restos de ADN encontrados en las escenas del crimen no encontraban correspondencia, sin embargo, esto cambiaría en 1999.

Ese año, los avances de la ciencia forense permitieron a los detectives obtener un perfil genético completo del sospechoso del asesinato de Knell, lo cual sin embargo, no arrojó coincidencias en la base de datos de la policía, por lo que no se logró identificar al responsable.

Incluso, la policía de Kent dio a conocer que en la investigación original se trabajó en torno a una huella de zapato encontrada en una blusa en la casa de Wendy Knell.

"En aquél entonces (1987) se determinó que la huella probablemente coincidía con un entrenador de Clarks Sportstrek. Tras el arresto de Fuller, se encontraron varias fotos en su casa que parecían haber sido tomadas en la década de 1980 y lo mostraban usando el mismo estilo de zapatillas deportivas distintivas".


Fue en 2019 que el equipo de detectives de la dirección de Delitos Graves de las ciudades de Kent y Essex realizaron pruebas especiales del caso de Pierce, y cuando pudieron recuperar restos de ADN lograron relacionarlo con el caso de Knell, por lo que solo faltaba saber a quién pertenecía esa información genética para dar con el culpable.

Al no existir en la base de datos nacional un ADN que coincidiera con el que arrojaba la investigación de ambos crímenes, las autoridades decidieron ir acotando a través de registros genéticos similares que llevarían a identificar a personas con algún parentesco con el responsable.

En 2020, a partir de una lista de 1000 nombres ‘estrechamente vinculados genéticamente’, la policía pudo descartar opciones hasta quedarse únicamente con 90 perfiles.

Finalmente se tomaron muestras de 20 personas con el ADN más cercano al de Fuller, entre los que se encontraba un hermano del asesino.

A través de este perfil fue que la policía dio con David Fuller, quien el año pasado vivía con su tercera esposa y un hijo en Heathfield, East Sussex, y una vez se tuvo su ADN se determinó que él era el sospechoso y fue arrestado en su domicilio el 3 de diciembre de 2020.

Una vez que las autoridades realizaron el seguimiento rápido de una muestra de ADN, la Fiscalía pudo acusarlo de dos cargos de asesinato y fue puesto en prisión preventiva a la espera de su juicio.

Asesino… y depredador de cadáveres de la morgue

Pero la investigación de la policía que había sido resuelta exitosamente gracias a los avances forenses de los últimos años no estaba terminada, pues aún había algo perturbador por descubrir.

En diciembre de 2020, durante una visita a la casa de Fuller, la policía halló cientos de discos duros, tarjetas de memoria y cerca de 2,200 discos de almacenamiento, además de 30 celulares y tarjetas SIM.

Unas escalofriantes pruebas se encontrarían en un armario donde había intentado esconder cuatro discos duros.

En ellos había videos aparentemente filmados por Fuller dentro de un depósito de cadáveres de un hospital, los cuales lo mostraban abusando sexualmente de los cuerpos.

Tras el análisis del material, la policía contabilizó al menos cien víctimas cuyas edades van desde menos los 9 hasta los 100 años en las morgues de los hospitales de Kent y Sussex y el de Tunbridge Wells, entre 2008 y 2020.

"No podía comprenderlo. Mis pensamientos estaban por la familia de Wendy Knell y los 33 años sin justicia de Caroline Pierce, expresó Noel McHug, detective de la Agencia Nacional de Crímenes del Reino Unido, a la cadena británica de noticias BBC.

"Las familias están descubriendo que su ser querido, cuando debía haber estado a salvo y resguardado con dignidad en la muerte, sufrió a manos de David Fuller", expresó McHug.

Libre a los cadáveres en la morgue

En esos hospitales Fueller trabajaba como electricista. Tenía una tarjeta magnética de " a todas las áreas". El depósito de cadáveres era un área que visitaba con regularidad, dio a conocer la BBC.

Si bien en los hospitales existían circuitos cerrados de televisión en las áreas de los refrigeradores donde se almacenaban los cuerpos, este únicamente grababa una de las puertas, pero la del extremo contrario quedaba oculta y Fuller lo sabía, por lo que se aprovechó de esto.

Las autoridades no encontraron evidencia en los videos de los hospitales, sí la hallaron en los videos grabados por Fuller, los cuales sirvieron como pruebas y además permitieron identificar los cuerpos abusados a través de las pulseras que aparecían en las imágenes.

"Volvió a ellos en diferentes ocasiones. Este es el caso más perturbador y desafiante en el que he estado involucrado (…) No los habría dejado en paz”, expresó Clark.


En declaraciones a la BBC, Richard Badcock, psiquiatra forense que trabaja para la policía británica, afirma que existe un vínculo directo entre los homicidios y abusos sexuales de Wendy Knell y Caroline Pierce, y los delitos posteriores en la morgue, que considera psicológicamente más extremos que el asesinato.

" Necrofilia, eso es todo. No hay otra conclusión después de eso", expresó a la BBC.

"Aunque estás haciendo cosas extremas, es posible que solo te sientas vivo en el momento de la ofensa", señaló Badcock, quien advirtió que “la psicopatología aquí es definitivamente sadomasoquismo”.

Miles Scott, director ejecutivo del Servicio Nacional de Salud (NHS) en la región expresó estar "conmocionado y consternado" por lo que hizo Fueller en las morgues de los hospitales que son parte del sistema de salud público británico.

"Estoy seguro de que nuestras morgues de hoy están a salvo y seguras. Pero estoy decidido a ver si hay alguna lección que aprender o sistemas que mejorar".

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