Bebés recién nacidos y madres muertas: el brutal ataque a una maternidad

Una maternidad quedó bañada en sangre cuando tres hombres armados entraron a tiros y mataron a trabajadores del hospital, madres y bebés recién nacidos.
El martes fue un día sangriento en Kabul, capital de Afganistán. Ese ataque a la maternidad en la mañana fue seguido de una masacre en un funeral en la provincia de Nangarhar.
El ataque a la maternidad fue perpetrado por hombres que irrumpieron con armas largas y rociaron de balas todo a su paso. El viceministro de Sanidad, Waheed Majroh, señaló este miércoles que al menos 24 personas murieron en el ataque, dos de ellas bebés recién nacidos, y 16 resultaron heridas. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad de este tiroteo. Los talibanes, grupo extremista islámico que han intensificado los ataques en varias regiones del país, negó estar detrás del golpe.
En el otro atentado en el funeral de Sheikh Akram, un comandante de policía local, un kamikaze se hizo explotar en esa provincia ubicada al este del país. Decenas de habitantes hacían cola para darle el último adiós al oficial cuando todo voló por los aires. Zaher Adel, autoridad local de Salud, afirmó que 32 personas murieron y 132 resultaron heridas. Este atentado sí fue reivindicado por un grupo satélite de ISIS (el grupo extremista Estado Islámico).
Recién nacidos: sin nombre aún y sin madre
La balacera en el hospital duró varias horas, según señala la agencia AP. En medio del tiroteo los agentes evacuaron la instalación, financiada por Médicos sin Fronteras, cargando a los bebés. Los atacantes fueron abatidos tras una operación de las fuerzas de seguridad.
Las imágenes de todos los atentados generan horror pero es especialmente chocante la brutalidad de un ataque contra bebés
recién nacidos y madres que acaban de parir, que quedaron bañados en sangre en el suelo del hospital.
The New York Times, BBC y otros medios reportan que entre 18 y 21 bebés recién nacidos fueron rescatados, bañados en sangre, y muchos de ellos huérfanos de madre. Los bebés sobrevivientes fueron llevados al hospital infantil Ataturk, en la capital, y uno con fracturas, al Hospital Pediátrico Indira Gandhi.
Las autoridades han estado trabajando para identificar a los bebés y entregarlos a sus familias. Muchos de estos recién nacidos ni siquiera tienen nombre aún. En Afganistán, las madres son las que se dedican a la crianza de los niños y muchas, además, estaban solas en el hospital por los temores a los contagios de covid-19.
El asalto, según cuenta Mujib Mashal, corresponsal del diario neoyorquino en Kabul, el ataque a la maternidad "tiene el sello distintivo de Estado Islámico" ya que en el pasado ha atacado a civiles en sitios como Dashti Barchi, zona de mayoría chiíta en el oeste de Kabul en la que está situada esa maternidad.
Un acuerdo de paz sin paz
Estados Unidos y los talibanes firmaron un acuerdo de paz el pasado mes de febrero que se anunció como histórico y como un camino a la paz en esta guerra que lleva cerca de 20 años.
Como parte del acuerdo, las partes acordaron intercambiar a miles de prisioneros en una "medida de fomento de la confianza". Pero el acuerdo está 'atascado en esa instancia' que se suponía que facilitaría el diálogo entre el gobierno afgano y los talibanes para planificar la salida coordinada de las topas estadounidenses. Los talibanes dicen que lo primero que debe suceder para avanzar es la liberación de unos 5,000 de sus prisioneros.
Tras los ataques del martes, el presidente afgano, Ashraf Ghani, ordenó a las fuerzas afganas que abandonaran la postura de defensa desde el acuerdo en febrero y volvieran a la ofensiva contra estos grupos talibanes que han negado a negociar un alto el fuego humanitario por la pandemia de coronavirus.
"El Talibán no ha cesado sus ataques, no ha dejado de matar al pueblo afgano y en lugar de ello han aumentado sus ataques contra nuestros ciudadanos y lugares públicos", afirmó Ghani.
Los talibanes en un comunicado citado por la agencia AFP, dijeron: "De ahora en adelante, la responsabilidad de una mayor escalada de violencia... recaerá directamente sobre los hombros de la istración de Kabul".