Estudio de más de dos décadas determina que el Tylenol (acetaminofén) puede ser riesgoso para mujeres embarazadas
El acetaminofén, que tiene el nombre químico de paracetamol, es un medicamento de venta libre que los médicos recomiendan ampliamente para aliviar el dolor y reducir la fiebre. Nuestro estudio, basado en una evaluación de 25 años de investigación en las áreas de epidemiología humana, estudios animales e in vitro, concluye que la exposición prenatal al acetaminofén puede aumentar los riesgos de que los órganos reproductivos se desarrollen de manera inadecuada.
Identificamos un mayor riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, principalmente el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y comportamientos relacionados, pero también el trastorno del espectro autista, así como retrasos en el lenguaje y disminución del coeficiente intelectual.
En nuestra declaración de consenso, un amplio acuerdo de nuestro multidisciplinario internacional de expertos, publicado en Nature Reviews Endocrinology en septiembre de 2021, 91 médicos e investigadores piden precaución e investigación adicional.
Por qué es importante
El acetaminofén es un ingrediente activo en más de 600 medicamentos recetados y de venta libre, incluido el Tylenol. Lo usan más del 50% de las mujeres embarazadas en todo el mundo y al menos el 65% de las mujeres embarazadas en Estados Unidos. Las investigaciones sugieren que el acetaminofén es un disruptor endocrino y puede interferir con las hormonas esenciales para un desarrollo neurológico y reproductivo saludable.
Una portavoz de Johnson & Johnson, fabricante del Tylenol, dijo a CNN en septiembre que la etiqueta del producto le dice a las mujeres que están embarazadas o amamantando que consulten a un profesional de la salud antes de usarlo.
Los lineamientos actuales recomiendan el acetaminofeno como el analgésico de elección durante el embarazo, ya que otros analgésicos como el ibuprofeno y la aspirina no se consideran seguros después de la mitad del embarazo. Las tasas de trastornos reproductivos y trastornos del desarrollo neurológico, como el déficit de atención y el trastorno del espectro autista, han aumentado durante los últimos 40 años. Durante el mismo período de tiempo, ha aumentado el uso de acetaminofén durante el embarazo.
Concluimos que debido a que el acetaminofén se toma con tanta frecuencia durante el embarazo, si su uso es responsable incluso de un pequeño aumento en el riesgo individual, podría contribuir sustancialmente a estos trastornos en la población general.
Lo que aún no se sabe
No es ético realizar experimentos que puedan dañar la vida humana, por lo que para comprender mejor los efectos directos del acetaminofén durante el embarazo, debemos confiar en estudios experimentales y de observación en humanos para evaluar la posibilidad de conexiones causales. Pero para llegar realmente a estas preguntas, necesitamos estudios de cohortes humanas que puedan capturar con precisión cuándo y por qué se toma acetaminofén durante el embarazo.
Además, nos gustaría ver investigaciones que nos brinden una mejor comprensión de las vías biológicas. En particular, el acetaminofén también es el medicamento que se istra con más frecuencia a los bebés. Se necesita más investigación para determinar si esta práctica es segura para el cerebro en desarrollo.
Qué sigue
El uso casi omnipresente actual de acetaminofén durante el embarazo se debe en parte a la percepción generalizada, incluso entre los médicos, de que tiene efectos secundarios limitados y un riesgo insignificante. Pero un creciente cuerpo de investigación sugiere que el uso indiscriminado de acetaminofén durante el embarazo, especialmente para afecciones como dolor crónico, lumbalgia y dolores de cabeza, puede ser injustificado e inseguro.
En nuestra declaración de consenso, instamos a educar a los profesionales de la salud y a las mujeres embarazadas sobre los riesgos y beneficios del uso de acetaminofén durante el embarazo. Con base en nuestra extensa revisión de la evidencia, y el reconocimiento de que existen alternativas limitadas para el tratamiento necesario de la fiebre alta y el dolor intenso, recomendamos que las mujeres embarazadas se abstengan de usar acetaminofén a menos que lo recomiende un médico.
Las mujeres también deben minimizar el riesgo para el feto utilizando la dosis efectiva más baja durante el menor tiempo posible.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
* Ann Z. Bauer , candidata postdoctoral en Epidemiología, Universidad de Massachusetts Lowell