"Demasiada gente está muriendo sola", el triste relato de una doctora de Nueva York
Como doctora de urgencias en la ciudad de Nueva York, Kamini Doobay siempre ha sabido que la muerte es parte del trato cuando atiende a los más enfermos de la ciudad.
Pero nunca ha sido así: a los pacientes más afectados por el coronavirus, que luchan por respirar (con respiradores artificiales), no se les permiten visitas por los estrictos protocolos para evitar la propagación del virus.
"A menudo, el paciente estará en su lecho de muerte, muriendo solo, y ha sido increíblemente doloroso ver el sufrimiento de los familiares, a quienes llamo desde la UCI, escuchar sus lágrimas y llorar con ellos por teléfono", explicó Doobay, de 31 años.
" Demasiada gente está muriendo sola, sin absolutamente nadie de su familia alrededor", añadió. “Esta es una de las cosas más horribles”.
EEUU ha pasado a ser el país con la mayor incidencia de coronavirus en el mundo, con más de 85,000 casos y 1,296 fallecimientos.
Nueva York está a la cabeza de la fatal estadística, con mas de 39,140 contagios y 457 decesos, cuando todavía el brote local no ha alcanzado su pico.
Como residente de tercer año, Doobay, quien trabaja en el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y en el hospital Bellevue, dijo que estar entre los médicos y trabajadores sanitarios que intentan desesperadamente lidiar con la ola de pacientes enfermos y moribundos que llegan a los hospitales de la ciudad es “diferente a cualquier cosa que haya vivido, es muy caótico, es abrumador”.
“Nunca me he sentido tan agobiada física y, emocionalmente en mi vida, nunca me había sentido tan profundamente triste y angustiada”, añadió.
Aunque el covid-19, la enfermedad causada por el coronavirus, causa síntomas leves o moderados en la mayoría de los pacientes, puede derivar en cuadro más graves, incluyendo neumonía y la muerte en otros, especialmente entre los mayores o personas con patologías previas.
El impacto que ha tenido el virus en los hospitales de la ciudad también hace que los trabajadores sanitarios como Doobay se preocupen por su propia exposición, y quieren que las autoridades responsables hagan todo lo posible por darles los equipos de protección.
“No entramos a este campo pensando que vamos a ser mártires”, señaló. “Esta es una crisis grave y merecemos estar protegidos. No estamos en el campo de batalla. No estamos en una zona de guerra”.
"¿A quién se le da ese respirador?"
A Doobay le preocupa además el tipo de elecciones a las que podrían tener que enfrentarse los doctores: ¿Quién debería recibir qué tipo de ayuda si el número de casos sigue subiendo y supera el punto en el que hay equipos suficientes, como respiradores, para cubrir las necesidades de los pacientes?
“¿A quién se le da ese respirador? Estas son preguntas en las que pienso cuando vuelvo a casa por la noche y, afortunadamente, todavía no he tenido que tomar ese tipo de decisiones”, señaló. “Pero estamos llegando a ese punto”.
A pesar de todas las alertas que han expresado tanto el persona que trabaja en el sistema de salud como autoridades locales, el presidente Donald Trump dijo en a Fox News la noche de este jueves que tiene “la sensación de que muchos de los números que se están diciendo en algunas áreas son simplemente más grandes de lo que van a ser".
"No creo que se necesiten 40,000 o 30,000 respiradores", dijo Trump haciendo alusión a la reciente afirmación del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, de que el estado necesitaba esa cantidad de insumos para hacer frente a la creciente demanda por personas contagiadas.
"Sabes, a veces vas a los hospitales principales y ellos tienen dos respiradores y ahora de repente dicen: ¿podemos pedir 30,000 ventiladores?", agregó Trump.
Este jueves, la Casa Blanca suspendió repentinamente el anuncio de un acuerdo con una empresa para producir hasta 80,000 respiradores, debido a la preocupación de que el precio estimado de 1,000 millones de dólares fuera prohibitivo, reportó el diario The New York Times.
En una sesión informativa de la Casa Blanca, Deborah Birx, coordinadora del grupo especial del gobierno para el coronavirus, insistió en que se había hablado mucho de la escasez de respiradores y camas de hospitales en Nueva York, pero que los problemas también comienzan a afectar seriamente a Chicago y Detroit.
Efectivamente, el sistema de salud de la zona de Detroit evalúa contingencias para denegar los respiradores a los pacientes con coronavirus que tienen pocas posibilidades de sobrevivir, según reportó The Washington Post. El plan, sin embargo, no ha sido activado según la corporación encargada de seis hospitales de Michigan, Henry Ford Health Systems.
Ante el cuadro crítico en Nueva York, la doctor Doobay espera que la población escuche a los expertos y haga todo lo que está en su mano para limitar la propagación del virus a través de las cuarentena y medidas similares.
“Es realmente doloroso ver morir a alguien. Es realmente doloroso no saber qué depara el futuro. Y estamos trabajando realmente duro para protegerlos”, agregó. “Así que espero que todos podamos unirnos en solidaridad para protegernos mutuamente”.