El dulce atrofia las papilas gustativas y eso provoca que dejemos de percibir a cabalidad los sabores propios de los alimentos, de algunas verduras o incluso de las carnes. Por eso, una vez que consigues disminuir tu consumo de azúcar, notarás cómo los sabores naturales de las verduras y la fruta se intensifica en tu paladar.