Qué busca Kim Jong Un en China tras la invitación de Xi Jinping
El gobernante de Corea del Norte, Donald Trump.
Kim partió el lunes rumbo a China en compañía de su esposa Ri Sol Ju y de otros altos funcionarios, destacó la Agencia Noticiosa Central Coreana, a invitación del presidente Xi Jinping. Llegó el martes hacia el mediodía a la estación de Pekín, indicó por su parte la agencia surcoreana Yonhap.
La visita de Kim a China se hace una semana después de que advirtiera a Estados Unidos, en su discurso de Año Nuevo, que podría cambiar de actitud si Washington mantenía, pese al acercamiento diplomático que se comenzó el año pasado, sus sanciones económicas contra Pyongyang.
Se trata de la cuarta gira a China, un país aliado, después de que, según reportes, funcionarios de Washington y Pyongyang se reunieron en Vietnam para evaluar la posible ubicación de una segunda reunión entre Kim y Trump, mientras ambos países intentan llegar a un acuerdo sobre los planes de la nación asiática de desarrollar un arsenal nuclear.
El propio Trump ha mencionado que la localización de una segunda cumbre con Kim se anunciaría pronto y un diario surcoreano apuntó el lunes a que Hanoi, la capital de Vietnam, sería el lugar inicialmente elegido.
China es un importante actor diplomático en el tablero sensible de los programas nuclear y balístico de Corea del Norte, pues el gigante asiático es su principal aliado político y comercial.
La primera reunión que Kim celebró en Pekín con Xi Jinping el año pasado se produjo exactamente en estas mismas fechas y precedió a la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur, una actividad que abrió las puertas al acercamiento entre Pyonyang y la comunidad internacional.
Las otras dos citas con Xi en mayo y junio llegaron justo después de las cumbres que Kim celebró con el presidente sureño, Moon Jae-in, y con el propio Trump en Singapur.
Desde esa reunión de Singapur, en la que EEUU y Corea del Norte acordaron trabajar para la desnuclearización del régimen norcoreano a cambio de que Washington garantice la supervivencia del mismo, el diálogo apenas ha mostrado avances debido a la falta de una hoja de ruta para el proceso de desarme.
Bonnie Glaser, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, un centro de reflexión estadounidense, considera que "Kim también busca la ayuda de Pekín para obtener un alivio de las sanciones internacionales".
China y Rusia han planteado ante la ONU levantar esas sanciones, mientras Trump se inscribe en el propósito de mantenerlas hasta no obtener resultados concretas sobre la desnuclearización.
Además, la visita del líder norcoreano coincide con el segundo día de conversaciones en Pekín entre negociadores chinos y estadounidenses, que buscan resolver la guerra comercial abierta entre ambas potencias.
"El 'timing' no podía ser mejor", señaló Harry Kazianis, del gabinete conservador estadounidense Center for the National Interest, citado por la agencia AFP.
Washington y Pyongyang parecieron estar cerca de librar una guerra durante ciertos momentos de 2017, cuando Corea del Norte realizó una serie de pruebas, cada vez más potentes, de misiles de largo alcance que estuvieron sumamente cerca de conseguir su objetivo de algún día alcanzar con armas atómicas cualquier punto de Estados Unidos continental.