Impopular en México y en riña con el vecino: ¿qué opciones le quedan a Peña Nieto frente Trump?
Ciudad de México.- Sin un diálogo en puerta con Estados Unidos, a México se le agota el tiempo para tomar decisiones. Con el anuncio de un impuesto del 20% a los productos mexicanos que sean enviados a EEUU, una orden ejecutiva para construir un muro en la frontera sur y una declaración de guerra contra las ciudades santuario donde viven miles hispanos –en su mayoría, de origen mexicano y centroamericano–, Donald Trump ha enviado señales claras a Peña Nieto: las negociaciones no serán fáciles.
Este jueves el presidente de México canceló a través de un tuit la visita que tendría en la Casa Blanca el próximo 31 de enero, luego de que Trump escribió varios mensajes en redes sociales en los que sugirió que si el mandatario mexicano no quiere pagar el muro en la frontera, sería mejor no reunirse.
En la víspera, visitó Washington una comisión mexicana de alto nivel, liderada por el canciller mexicano Luis Videgaray, con el objetivo de iniciar un diálogo en materia de comercio e inmigración con el gobierno de Donald Trump. Pero las conversaciones, que comenzaron el mismo día en que el presidente de Estados Unidos firmó una orden ejecutiva para iniciar la expansión del muro en la frontera sur, no rindieron frutos.
En ese contexto, ¿cuáles son las opciones que le quedan al presidente de México? ¿Podrá conservar el equilibrio en las relaciones diplomáticas con EEUU? ¿Deberá tratar de mantener vigente el TLCAN?
Según los analistas consultados por Univision Noticias, existen aún algunas alternativas que podría explorar Peña Nieto para contener las acciones de Trump, como incentivar el mercado interno del país o negociar directamente con los gobiernos estadales de Estados Unidos y con cada uno de los sectores de la industria privada estadounidense –el automotriz, el ganadero, el agropecuario– con los que México mantiene una relación comercial.
Para la internacionalista Raquel Saed, especializada en las relaciones entre Estados Unidos y México, los tuits enviados por Donald Trump la mañana de este jueves constituyen la continuación de una crisis diplomática que comenzó el pasado 31 de agosto, cuando Donald Trump visitó México.
Saed señaló que el nuevo gobierno de Estados Unidos se ha comportado de tal forma que será muy difícil retomar un diálogo diplomático exitoso, por lo que una opción para México sería negociar directamente con los gobiernos de los estados.
“Tenemos un incidente diplomático muy grave a nivel federal. Pero estamos viendo que Trump declaró la guerra a las ciudades santuario. Estas son las ciudades con las que hay que negociar, ir directamente con los gobiernos de los estados y las legislaturas. De otra forma, Peña Nieto no va a poder”, señaló.
El miércoles, antes de que Donald Trump firmara una orden ejecutiva para construir el muro en la frontera norte de México, los adversarios políticos de Enrique Peña Nieto sorpresivamente le brindaron su apoyo para enfrentar los embates del mandatario estadounidense. Andrés Manuel López Obrador, el dirigente opositor de izquierda del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), llamó a los ciudadanos a apoyar al presidente porque, dijo, "son momentos de unidad". También el coordinador del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, mostró su apoyo al presidente y le pidió mostrar una postura firme frente a Trump.
Y cuando el presidente de Estados Unidos firmó la orden ejecutiva sobre la ampliación del muro, políticos, activistas y empresarios le pidieron a Peña Nieto, especialmente a través de redes sociales, que cancelara su viaje a Washington. Pero el presidente mexicano no lo hizo sino hasta que Trump le advirtió por Twitter que, si no estaba dispuesto a pagar el muro, mejor no viniera.
“A los ojos del mundo, haber dicho ayer que no iba, le daba la oportunidad de debate, pero las cosas no se dieron así. A pesar de que el discurso de anoche fue un discurso digno, no dijo que no iba. Fueron las declaraciones de Trump las que lo empujaron a decidir”.
Por la mañana del jueves, los mexicanos expresaron en redes sociales su decepción porque no fue Peña el primero en cancelar la cita.
El politólogo Gustavo López Montiel del Instituto Tecnológico de Monterrey subraya la importancia del momento político que viven ambas naciones en el momento en que se produce esta diferencia: mientras en Estados Unidos entra un nuevo gobierno, el actual gobierno mexicano ya va de salida.
“Todos los factores para las elecciones mexicanas de 2018 van a depender de las posturas que se tomen a partir de este incidente. En México se ha generado un contexto de apoyo al presidente por parte de la oposición, mismo que hasta hace unos días no lo apoyaba, lo que aumenta la presión para que los siguientes pasos que dé sean los correctos”, dijo.
Cuatro años después de asumir la presidencia de México, la aprobación de la gestión de Enrique Peña Nieto cayó a su nivel más bajo –12%, según el estudio más reciente del Grupo Reforma– influido por episodios como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, la fuga del capo mexicano Joaquín 'El Chapo' Guzmán o escándalos de corrupción que involucran a su familia y a su partido, como el de la compra de la Casa Blanca y los desfalcos perpetrados por exgobernadores del PRI. A a esto se suma la intensificación de la violencia asociada al crimen organizado durante el último año.
Durante el tiempo que le resta en el poder, los analistas señalan que una de las tareas fundamentales que el presidente Peña Nieto debe enfrentar es la dependencia del comercio mexicano respecto a Estados Unidos. En la actualidad y en el marco del Tratado de Libre Comercio (Nafta, por sus siglas en inglés), el 81% de las exportaciones del país van a parar a suelo estadounidense, según los últimos datos de la Subsecretaría de Comercio Exterior, publicados en 2015
“La opción que le queda es bajar el nivel de las negociaciones por algo que sí pueda obtener, ya sea planteando la salida del TLCAN y buscar un modelo distinto. Además, si ya no se puede negociar a nivel federal, se podría hacer a un nivel segmentado, por áreas de producción o por áreas de importación. Sería más eficiente”, señaló López Montiel.
Para Federico Novelo, experto en economía, luego del anuncio de un impuesto de 20% en las exportaciones de México hacia Estados Unidos, la lógica ideal sería que el gobierno concentrara sus esfuerzos en incentivar el mercado interno.
“Significaría una mejor distribución del ingreso, crecimiento de salario en términos reales que nos permitiría tener una capacidad de compra que sostuviera el funcionamiento de la economía”.
“Pese a la volatilidad del peso respecto al dólar, todavía estamos en condiciones de un endeudamiento que serviría mucho para financiar actividades productivas que hicieran crecer al mercado interno. Es decir, sería difícil económicamente pero podría hacerse”, dijo.
El pasado 11 de enero, el peso mexicano se devaluó a un mínimo histórico y llegó a 22.3 unidades por dólar en ventanilla bancaria. En 2016 el peso fue la moneda que tuvo un peor desempeño, cuando se debilitó un 20 por ciento frente al dólar anotando su peor año desde 2008.