El trágico caso de Otto Warmbier: del "robo de un poster" en Corea del Norte a una prisión que lo dejó con una severa lesión cerebral

Otto Warmbier, liberado de una cárcel en Corea del Norte, sufrió una severa lesión cerebral que implicó la pérdida importante de tejido. Al menos eso dicen los médicos que lo tratan en el Centro Médico de la Universidad de Cincinnati tras llegar a Estados Unidos horas después de abandonar en un avión el país asiático, donde cumplía una condena de 15 años de trabajos forzados por supuestos "actos hostiles".
El joven estadounidense de 22 años "confesó" en 2016 haberse robado un afiche de propaganda norcoreana en un hotel de Pyongyang a pocas horas de viajar de regreso a EEUU, luego de pasar unos días en Corea del Norte tras comprar un paquete turístico en China, donde también estaba de visita.
Joven y aventurero, el estudiante universitario, nacido en Cincinnati, apenas comenzaba sus estudios en comercio y economía. Le interesaba Asia, por lo que en diciembre de 2015 viajó a China. Allí lo atrajo la publicidad turística de Corea del Norte con un gancho para atraer a jóvenes occidentales. "Este es el viaje que tus padres no quieren que hagas".
El viaje terminó convirtiéndose en una pesadilla cuando las autoridades norcoreanas lo retuvieron en el aeropuerto de Pyongyang cuando se disponía a salir de ese país el 2 de enero de 2016.
Según los padres de Otto Warmbier, la historia del robo del afiche fue inventada por las autoridades norcoreanas con el fin de arrestarlo solo por el hecho de que era estadounidense.
Un video de poca resolución muestra a alguien retirando de la pared de un hotel de Pyongyang un poster. Fue la prueba que presentaron en el juicio, aunque es casi imposible determinar la identidad de la persona porque nunca se le ve el rostro.
La "confesión"
En una conferencia de prensa en febrero de 2016 Warmbier "confesó" que se había robado el afiche para la madre de un amigo que lo quería como trofeo para colgarlo en una pared de una iglesia de su pueblo en Wyoming. Además dijo que supuestamente le ofrecieron un auto usado por el afiche o 200,000 dólares a su familia si era arrestado.
En una confesión escrita que probablemente no fue redactada por él, Warmbier decía: "Nunca, nunca debí permitirme aceptar ese señuelo del gobierno de EEUU para cometer un crimen en este país. Espero que el gobierno de EEUU nunca manipule a gente como yo en el futuro para que cometa delitos contra países extranjeros. Le ruego al gobierno y al pueblo de la República Popular Democrática de Corea por su perdón. ¡Por favor, cometí el peor error de mi vida!"
Lo cierto es que en efecto su viaje a Corea del Norte fue un gran error tras ser sentenciado a una larga condena de trabajos forzados por un delito relativamente insignificante, si en efecto robó ese afiche.
"No muestra señales de entender el idioma o responder a órdenes verbales", dijo este jueves el doctor Daniel Kanter, profesor de neurología y director del Programa de Cuidado Neurocrítico del Centro Médico de la Unversidad de Cincinnati al hablar de las condiciones en las que fue recibido Warmbier al llegar a EEUU.
Los médicos también desmintieron que haya sufrido de botulismo, argumento de las autoridades de salud norcoreanas, que también afirmaron que el coma que sufre fue consecuencia de haber ingerido una pastilla para el sueño poco después de empezar su condena de trabajos forzados.