La fiscalía española anuncia demandas por rebelión, sedición y malversación contra el destituido gobierno de Cataluña
La Fiscalía General del Estado español presentó este lunes demandas por rebelión, sedición y malversación contra los del cesado gobierno de Cataluña, alegando su responsabilidad en el proceso independentista en la región.
El fiscal José Manuel Maza indicó que todos van a ser citados para declarar y será a posteriori cuando se tomen las medidas cautelares "atendiendo a la gravedad de los hechos imputados".
La querella afecta al cesado presidente de la región Carles Puigdemont y atodo su equipo de gobierno, incluido el consejero Santiago Vila, que dimitió antes de que se declarara la independencia, así como a los de la Mesa del Parlamento regional catalán, que permitieron tramitar la votación de la declaración de independencia el pasado viernes.
Los del gobierno catalán comparecerán ante la Audiencia Nacional, porque ninguno tiene foro especial, puesto que fueron cesados el mismo viernes por el Gobierno español, que asumió las funciones de autogobierno de la región tras la declaración unilateral de independencia.
La juez de turno decidirá en los próximos días si ite a trámite la querella. El delito de rebelión está penado en España con entre 15 y 30 años de prisión, y el de sedición con hasta 15 años.
Maza señaló que los querellados "han actuado con total desprecio a la Constitución".
Los de la Mesa del Parlamento regional catalán, por su parte, responderán ante el Tribunal Supremo, puesto que al seguir siendo parlamentarios sí mantienen sus privilegios.
El Parlamento catalán aprobó el pasaso viernes una declaración unilateral de independencia, en ausencia de la oposición, con una mayoíra simple de 70 de los 135 diputados que componen la cámara catalana, a diferencia de otras leyes de vital importancia para las que se requiere un mínimo de dos tercios.
Maza solicita que se establezca una fianza de 6,2 millones de euros (7,2 millones de dólares) para el conjunto del gobierno catalán cesado y otra por igual monto para los dirigentes del Parlamento catalán.
¿Dónde está Puigdemont?
En España todas las miradas estaban puestas este lunes en Cataluña, el primer día laborable tras la declaración de independencia y la toma de control de la región por el Estado, ante el posible conflicto que podría generar que acudieran a sus puestos los funcionarios cesados.
Los funcionarios podían ir a recoger sus pertenencias pero no trabajar oficialmente bajo posible acusación de usurpación, después de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por el que el gobierno central asumió la gestoin de la región.
Si bien alguno acudió puntualmente, sin incidentes, la mayor pregunta era si Puigdemont se acercaría a la sede del gobierno regional después de mensaje que publicó en redes del patio del palacio.
Sin embargo, según el diario regional El Periódico de Cataluña el funcionario podría haber viajado a Bélgica, país que alberga las principales sedes de los organismos del Unión Europea.
El diario apunta a que se encuentra en Bruselas, para entrevistarse con dirigentes de la región de Flandes, donde también hay un importante movimiento independentista.
De confirmarse, su viaje se prudice después de la polémica generada el fin de semana por las declaraciones del
secretario de Estado de Inmigración, el flamenco Theo Francken, quien dijo que su país podría acoger a Puigdemont si optara por el exilio, posibilidad que desmintió horas después el primer ministro, Charles Michel.
Elecciones 21-D
Otra de las grandes incógnitas este lunes es si los partidos independentistas concurrirán a las elecciones regionales que convocó el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, tras tomar el control de la istración regional.
El partido de Puigdemont, el PDeCAT, anunció que sí participará en las elecciones regionales del 21 de diciembre. “Iremos a las urnas, iremos convencidos y estamos muy comprometidos con que la sociedad catalana se pueda expresar", dijo a la prensa Marta Pascal, portavoz del partido.
Todavía está pendiente la decisión de Esquerra Republicana y del partido radical CUP (antisistema), los partidos con los que se logró la coalición favorable a la independencia.
