Con rumores y sin noticias de la familia: así fue el día después de la gran redada migratoria en Ohio
Fotos: Lo que dejó la mayor redada bajo el gobierno de Trump en Ohio
NORWALK, Ohio.- Yoberi empotró el sofá contra la puerta por si agentes llegaban de noche. Miguel durmió en la alfombra de una amiga para no volver al barrio de casas tráiler. Y Esther no se atrevió a ir al trabajo.
Así fue el día 1 después de la mayor redada de inmigración que se conoce bajo el gobierno de Donald Trump. Las autoridades detuvieron a 114 trabajadores de una empresa de jardinería en dos sedes al norte de Ohio, una zona rural y conservadora con granjas y praderas.
La comunidad inmigrante –mayoritariamente mexicana– vivió este miércoles en una situación de miedo e incredulidad, con rumores circulando sobre nuevas detenciones, trabajadores que evitaron ir a trabajar por miedo y familiares que desconocían el paradero de los detenidos 36 horas después.
“Tienen miedo de salir a las tiendas e ir a trabajar, se encerraron en sus casas o se fueron a casas de amigos con papeles”, dijo Elvin González, un pastor cristiano que reunió a la comunidad en la localidad de Norwalk, donde vivían buena parte de los detenidos. “Y en las redes sociales envían muchos mensajes que causan temor”.
Univision Noticias habló con una docena de los afectados y la mayoría pidió usar nombres falsos protegerlos.
Sin noticias de mamá
Ramón contiene las lágrimas cuando explica que todavía no sabe ni dónde ni cómo está su esposa. Supo que la detuvieron, recibió mensajes de texto de ella pero, desde el martes al mediodía, nada más.
“Tratamos de comunicarnos pero no nos atienden en las oficinas de ICE en Michigan”, explica este padre que quedó a cargo de tres hijos de 8, 6 y 1 año, todos ciudadanos estadounidenses. Su esposa llevaba unos meses trabajando en la empresa Corso’s Flower & Garden Center, donde con facilidad trabajaba 14 horas al día, y hasta 18.
“Los niños preguntan mucho por su mamá, a ratos se sientan a llorar, es difícil sentir la impotencia de no poder hacer nada”, explica este mexicano. Tiene una maleta lista, por si acaso.
La maleta preparada
Unos tráilers más allá, se repite la escena en la entrada de la casa: tres bolsas de viaje con pasaportes, actas de nacimiento, pañales y tarjetas de seguro social de sus hijas. Yoberi y Mariana, mexicanos de 25 y 24 años, temen que les pase lo mismo que a sus vecinos.
El 'ride' de Mariana se atrasó el martes y, al ir tarde a la empresa de jardinería, evitó la redada. Ahora, todas las ventanas de su casa están tapadas, la televisión emite imágenes con el audio silenciado y los padres no dejan jugar en el suelo a la pequeña de 4 años.
Silencio en ‘las trailas’
En el pico del día, en este pequeño barrio de casas móviles había un silencio y una tensión que los vecinos nunca habían visto. Una de las mujeres iba tráiler a tráiler preguntando y anotando en un cuaderno el impacto de la redada : tan solo en ese vecindario de tres calles, unos treinta habitantes fueron arrestados.
De una de las casas salió María, con un aparatoso cargador en la mano por si se acaba la batería de su grillete electrónico del tobillo. Ella fue arrestada en la redada, pero le dio una subida de azúcar y la trasladaron a un hospital bajo la supervisión de agentes de Inmigración. Finalmente la liberaron con el grillete y el próximo lunes tiene que presentarse en las oficinas de ICE en Cleveland, Ohio.
María, liberada bajo supervisión, es una excepción. Un día después del gran operativo de ICE, la mayoría de detenidos (90 de los 114) seguían arrestados y fueron trasladados a centros de detención de Michigan y Ohio.
Una plaga de rumores
A media tarde, volvieron los rumores que ya aterrorizaron a esta comunidad horas después de la redada. Varios vecinos de casas tráiler empacaban y llenaban sus autos de pertenencias para huir de la zona, tras recibir mensajes de que los agentes migratorios iban a ir a las casas.
“Tengan cuidado. Miramos la troca de Inmigración pasar por el Walmart”, decía un mensaje de WhatsApp sobre las 5 de la tarde. Se repetía el mismo patrón con McDonald's y con tantos otros rincones desde que hace tres semanas se vieron supuestamente camionetas de ICE en un estacionamiento de la zona.
Pero este miércoles posredada no pasó nada. Preguntado por email, el vocero de ICE en la zona, Khaalid Walls, dijo a Univision Noticias: “No ha habido más detenciones en Ohio”.
Abogada, ¿qué opciones hay?
Por la noche, unos sesenta vecinos acudieron a una iglesia cristiana a la búsqueda de respuestas, pero también del calor de la comunidad. Una abogada de inmigración, Svetlana Schreiber, explicaba las opciones legales en inglés y el pastor las traducía al español.
¿Por qué no encontramos a nuestros familiares en el localizador de la web de ICE? ¿Por qué no hemos oído nada de ellos?, comentaban los familiares. La abogada intentó tranquilizar: “Hubo tanta gente detenida a la vez que ICE no tiene esos datos actualizados todavía”, “ellos tienen derecho a hacer una llamada, eventualmente llamarán”…
Varios abogados privados, llegados de ciudades grandes de Ohio y Michigan, atendieron a cada familiar, pero advirtieron que si los casos siguen adelante serán de pago, “con tarifas al alcance de los bolsillos”. En un rincón, se acumulaban paquetes de comida y productos de higiene donados por vecinos de esta zona rural.
De pie, escucha las intervenciones Jerry, quien con 18 años se acaba de hacer cargo de sus dos hermanos menores. Su mamá, que es madre soltera, fue detenida y no saben nada de ella todavía. El muchacho acaba de tomar las riendas de la casa.