Trump niega que el veto sea para musulmanes, pero Giuliani confiesa que le pidió una comisión para hacerlo "legal"

Desde que el viernes Donald Trump firmara su orden ejecutiva que, entre otras medidas, impide la entrada de personas de siete países musulmanes en Estados Unidos, el presidente ha defendido su iniciativa afirmando que "no es un veto a los musulmanes".
Tras firmar tres órdenes ejecutivas sostuvo que "estaba funcionando muy bien", pese al caos generado en los aeropuertos del país , y prometió que iba a existir un "escrutinio extremo". Desde ese mismo sábado, la mayoría del equipo del presidente apoyó sin fisuras la polémica medida. Entre esos defensores estuvo Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, y una de las figuras más próximas a Trump.
Según declaró en un programa de televisión, fue a él quien el mismo Trump le encargó estudiar la fórmula para cumplir su promesa electoral de "manera legal", realizada tras los ataques de París y San Bernardino.
Las palabras del entonces precandidato republicano fueron claras. En un mitin, el 8 de diciembre sostuvo: "Donald J. Trump está pidiendo que se prohíba total y absolutamente el ingreso de musulmanes en los Estados Unidos hasta que los funcionarios de nuestro país sean capaces de determinar qué está pasando".
"¿Cuénteme cómo el presidente decidió los siete países?", le preguntó la periodista de Fox News Jeanine Pirro al exfuncionario. "Le voy a contar toda la historia", respondió Giuliani. " Cuando (Trump) lo anunció al principio, dijo 'veto de musulmanes'. Él me llamó. Me dijo 'Crea una comisión. Muéstrame la forma de hacerlo legalmente'".
Con esta premisa, Giuliani comenzó a formar "un grupo de verdaderos abogados expertos en esto", entre los que estarían el ex fiscal general Michael Mukasey y los congresistas Michael McCaul (por Texas) y Peter T. King (por Nueva York). Una vez ya tenía las manos para crear el documento, "lo que hicimos fue enfocarnos, en lugar de la religión, nos enfocamos en el peligro. (Es decir), las áreas del mundo que generan un peligro para nosotros", agregó el exalcalde.
Para justificar esa decisión, explicó que ese "peligro" suponía una "base factual, no una base religiosa" de manera que, tal como se lo había pedido el presidente, se convertía así su "veto musulmán" en "perfectamente legal".
"Y eso es en lo que se basa el veto. No está fundamentado en la religión. Está basado en los lugares donde hay sustancial evidencia de que gente está enviando terroristas a nuestro país".
La confesión de Giuliani no hizo sino lanzar más leña al fuego a las protestas que el sábado se estaban celebrando por todo el país contra la puesta en marcha de la medida de Trump.
La legalidad de la medida ha sido puesta en cuestión por numerosas organizaciones y líderes políticos. Mas de 15 fiscales generales de diferentes estados (entre ellos California, Nueva York y Washington), que este domingo anunciaron que "como los máximos responsables legales de más de 130 millones de estadounidenses y residentes extranjeros en nuestros estados, condenamos la orden ejecutiva inconstitucional, antiestadounidense e ilegal del presidente Trump".
Pese a que el equipo de Trump y del Partido Republicano han insistido en que la orden ejecutiva no es un veto que se focalice en una determinada religión, una juez decidió el sábado bloquear las deportaciones de los posibles arrestados por la puesta en marcha del texto.
Ann Donnell, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn, Nueva York, falló a favor de una petición realizada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) al considerar que la expulsión del país podría causar un "daño irreparable" a los ciudadanos musulmanes que legalmente estaban entrando al país.
Este lunes, el portavoz de la Casa Blanca volvió a defender la medida afirmando que "vamos a poner la seguridad de los estadounidenses primero".
En fotos: Segunda jornada de rechazo al veto de Trump a los musulmanes