Trump designa temporalmente a su director de presupuesto como jefe de gabinete

El presidente Donald Trump designó este viernes al director de Presupuesto de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, como el jefe de gabinete interino tras la decisión del actual dueño de ese cargo, John Kelly, de abandonar la posición a finales de año.
"Espero con interés trabajar con él en esta nueva capacidad, ¡mientras continuamos HACIENDO A EEUU GRANDE OTRA VEZ!", Dijo Trump sobre Mulvaney en un tuit. “John se quedará hasta fin de año. ¡Es un GRAN PATRIOTA y quiero agradecerle personalmente por su servicio!", agregó Trump.
Pese a que se trata de una designación temporal, se trata ya del tercer jefe de gabinete en cerca de dos años que Trump tiene en el poder, algo considerado inusual dada la importancia estratégica del cargo para la presidencia.
Al principio del gobierno, Kelly había sido nombrado secretario de Seguridad Nacional, pero en julio de 2017, con la renuncia de Reince Priebus, el primer jefe de gabinete de Trump, el presidente lo llamó a su lado para "organizar" la Casa Blanca, que por aquellos días se caracterizaba por una alta rotación de personal, frecuentes filtraciones a los medios y desencuentros entre los del equipo presidencial.
En todo caso, Mulvaney, de 51 años de edad, asumirá el que es considerado uno de los trabajos más complicados en la Casa Blanca, porque en gran medida consiste en lidiar con una personalidad como la del presidente Trump.
Mulvaney, excongresista por Carolina del Sur, tendrá ahora que trabajar con la agenda a veces de última hora de Trump, sus cambios de opinión referente a decisiones previamente consultadas con altos asesores, pero sobre todo, tener que responder a tuits escritos por el mandatario en muchos casos sin previa consulta y donde detalla políticas de Estado muchas veces desconocidas por sus más cercanos colaboradores.
Trump y sus asesores dijeron durante días que el presidente estaba cerca de tomar una decisión, con candidatos que incluían a la consejera presidencial Kellyanne Conway, al ex asistente de campaña David Bossie y a Mulvaney, quien finalmente fue el escogido.
Su interinato demuestra que la decisión final sobre quién será el dueño del cargo definitivo sigue postergada.
Aunque normalmente el cargo de jefe de gabinete de la presidencia es una posición exigente, bajo la presidencia de Trump ha estado cargado con presiones adicionales, surgidas del peculiar estilo del presidente para manejar a su equipo y el tipo de asesores de los que se rodea.
Fuentes de la Casa Blanca han dicho a medios que el mandatario tiende a complicar el funcionamiento de la presidencia por su estilo caótico e impulsivo, en el que en muchas ocasiones las recomendaciones que le hacen sus asesores no son tomadas en cuenta. Como consecuencia, el gobierno está frecuentemente improvisando y teniendo que revertir el curso que originalmente se ha adoptado por decisión de Trump.
Una de las dificultades que han tenido los previos jefes de gabinete de Trump es el problema de tener que lidiar con asesores que son familia del presidente, como su hija Ivanka Trump o su yerno Jared Kushner, quien por la naturaleza de su relación con él su al mandatario no puede ser controlado como un jefe de gabinete suele hacer para hacer más efectivo el trabajo de la presidencia.