Pese a amenazas de Trump de cortar ayuda, la ONU condena abrumadoramente decisión de EEUU de reconocer Jerusalén como capital de Israel

La Asamblea General de Naciones Unidas votó este jueves a favor de una resolución que condena la decisión del presidente Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel, una medida que generó el rechazo de casi la totalidad de la comunidad internacional.
La resolución fue aprobada con 128 votos a favor y 9 en contra –entre ellos Guatemala y Honduras– y aunque no tiene ningún efecto práctico para Washington porque no es vinculante, representa un duro golpe a la diplomacia estadounidense. 35 países se abstuvieron de votar.
Destacados aliados de Estados Unidos como Reino Unido, Francia, Alemania e India votaron a favor de la resolución de condena. Sin embargo, otros como Canadá y Australia se abstuvieron.
Trump amenazó este miércoles con cortar la ayuda que ofrece a aquellas naciones que votaran contra su decisión de reconocer Jerusalén como capital de Israel. Específicamente amenazó con retener "miles de millones".
Sus comentarios se produjeron luego de que la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, advirtiera a los estados que "tomaremos nota de los nombres" de los países que voten a favor de la resolución.
"Estados Unidos recordará este día en el cual la asamblea se pronunció por el simple acto de ejercer nuestro derecho como nación soberana", dijo Haley este jueves y amenazó con recortar fondos no solo a los 193 de la ONU, sino a la propia organización internacional.
"Lo recordaremos"
"Lo recordaremos cuando, una vez más, se nos solicite hacer la contribución más importante (de fondos) a la ONU y lo recordaremos cuando muchos países vengan a nosotros para que paguemos incluso más y para usar nuestra influencia para su beneficio", agregó Haley en un discurso ante la Asamblea General antes de la votación.
El pasado 6 de diciembre Trump anunció el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel y el traslado de la embajada de EEUU de Tel Aviv a esa ciudad, lo que podría desatar nuevas tensiones en la región, tal como han previsto numerosos líderes mundiales debido a que se trata del primer país que toma una resolución de ese tipo sobre una ciudad cuyo estatus ha estado dependiendo de un acuerdo de paz definitivo entre palestinos e israelíes.
Los palestinos han insistido durante décadas que cualquier acuerdo de paz y solución definitiva desde el punto de vista territorial con los israelíes pasa por la declaración de Jerusalén Oriental como su capital.
Justamente Jerusalén Oriental fue ocupada por fuerzas israelíes durante la guerra árabe-israelí en 1967. El estatus permanente de la ciudad como un todo fue pospuesto tras los Acuerdos de Oslo, a pesar de que el gobierno israelí extendió las fronteras municipales de la ciudad hacia zonas predominantemente árabes, con la consiguiente expulsión progresiva de muchos de sus habitantes, mayoritariamente de origen palestino.