"No son inocentes": Trump desconfía de los menores no acompañados que llegan a la frontera
El presidente Donald Trump parece no creer ni en los esfuerzos de otros países para controlar el flujo de indocumentados que llega a EEUU, ni en la inocencia de los menores que llegan solos a la frontera.
Por eso, este miércoles afirmó que el gobierno está "trabajando" en un plan para reducir la asistencia a países que, a su criterio, no hacen lo suficiente para frenar la inmigración de indocumentados a EEUU.
"A muchos de estos países les damos enormes cantidades de ayuda (...) millones de dólares en ayudas y estamos trabajando en un plan para cortar mucha de esa ayuda", dijo Trump en una mesa redonda llevada a cabo en Bethpage, Nueva York, para hablar sobre la amenaza que representa la violenta pandilla MS-13.
"Ellos (esos países) nos hacen saber que están haciendo lo posible por detener (la inmigración). Pero no lo están haciendo", dijo el presidente, quien no identificó ninguna nación en particular, aunque es lógico que considere entre ese grupo a México y a las que integran el llamado Triángulo del Norte (Honduras, Guatemala y El Salvador).
" Vamos a tener que trabajar en una política en la que cada vez que alguien llega desde cierto país, deduzcamos una buena cantidad de dinero de lo que les entregamos en asistencia", declaró aunque no dio detalles sobre cuán avanzado estaría dicho plan.
El presidente además tildó el sistema migratorio de EEUU como el que tiene las "peores" reglas del mundo, y del cual los inmigrantes, en referencia específica a los menores de edad, se aprovechan.
"Tenemos los huecos más grandes que cualquier país en el mundo. Tenemos las peores leyes de inmigración del mundo (...) explotan esos huecos en nuestro sistema para entrar al país como menores extranjeros no acompañados. Lucen tan inocentes. No son inocentes", dijo el presidente.
Precisamente los países del Triángulo Norte son el lugar de proveniencia de la mayoría de los menores de edad que llegan solos a la frontera y que deber ser recogidos por las autoridades.
Al debate en Long Island asistieron familiares de víctimas de la MS-13 y hablaron varios funcionarios, entre ellos el vicefiscal general, Rod Rosestein, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirsten Nielsen.
Rosenstein hizo referencia al "reto" que representan los menores indocumentados que terminan siendo captados por estos pandilleros. "(Los menores) No pueden ser removidos de modo expedito", enumeró Rosenstein entre otros puntos. Agregó que por "huecos" en el sistema, estos menores terminan sin "estructura familiar" y "liberados en la comunidad" algo que los vuelve mucho más vulnerables al reclutamiento de estos grupos violentos.
Trump ha convertido la lucha contra la MS-13 en uno de los estandartes para impulsar leyes migratorias más restrictivas, en muchos casos poniendo al mismo nivel a los inmigrantes indocumentados que a los criminales de la mara nacida en Los Ángeles, California, famosa por sus violentos crímenes en aquel país y en ciudades estadounidenses en las que operan.
Días atrás, el presidente llamó a los de dichas pandillas "animales", algo en lo que este miércoles enfatizó e insistió, aprovechando la oportunidad para atacar a los demócratas a quienes acusó de no colaborar en el Congreso con sus propuestas inmigratorias.
"Los demócratas en el Congreso se niegan a terminar con estos huecos en nuestro sistema (inmigratorio). Demócratas como Nancy Pelosi, que trataron de defender a los de la MS-13 cuando yo dije que eran 'animales' y me encontré con una reprimenda de ella que dijo 'son personas'", aseguró Trump y sentenció: "No son personas, son animales".
Pelosi, la líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, había llamado la atención sobre el hecho de que el presidente de EEUU llame a las personas 'animales'. "Cuando piensas que lo has visto todo, viene otra manifestación de por qué sus políticas (las de Trump) son tan inhumanas. Llamar a las personas animales no es algo bueno", dijo Pelosi.
Hay quienes señalaron que los dichos de Pelosi no fueron una defensa de los pandilleros, sino una referencia a lo peligroso que resulta deshumanizar a cualquier persona, mucho más si lo hace el presidente de EEUU.
Además, las palabras de Trump, quien acostumbra a conectar inmigración con criminalidad, por la manera como fueron proferidas, en principio fueron interpretadas por muchos como una referencia a todos los indocumentados y no a los pandilleros.
Este miércoles, el presidente aprovechó la oportunidad para reiterar el llamado a que el Congreso trabaje en cerrar esos "huecos" en el sistema migratorio con "leyes más duras", abordando una vez más el tema de las pandillas más como un tema de inmigración más que como una cuestión de crimen organizado.