Los supremacistas y la ultraderecha celebran los "honestos" comentarios de Trump sobre Charlottesville

David Duke, Richard Spencer y otros racistas están de celebración. Solo un día después de condenar sus ideas bajo una presión enorme, el presidente Donald Trump reculó el martes y culpó de la violencia en Charlottesville el fin de semana a "ambas partes", equiparando de nuevo a los supremacistas blancos y blancos con los manifestantes que pedían tolerancia racial.
En una rueda de prensa combativa y a veces con tono retador, Trump igualó a neonazis y supremasistas con sus detractores, lo que generó una lluvia de críticas no solo de sus opositores polítivos sino de destacadas figuras del Partido Republicano.
Haciendo un paralelismo con la llamada derecha alternativa que agrupa al extremismo nacionalista blanco, Trump acusó a la "izquierda alternativa" de haber sido también "muy, muy violenta" en las protestas.
Supremacistas blancos como Duke, un exlíder del KKK, elogiaron a Trump por su comentario. El exlíder del KKK David Duke le dio las gracias a Trump por su "honestidad y coraje al decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas de izquierda de BLM (Black Lives Matter)/Antifa".
"Estoy orgulloso de él por decir la verdad", tuiteó Richard Spencer, un destacado supremacista blanco.
Ann Coulter, autora del libro "Adios America" en el que clama contra los inmigrantes hispanos, también expresó su agrado por las palabras del presidente.
La publicación nacional-populista Breitbart abrió su portada con una nota cuyo titular interior resaltaba que Trump reprochó a los periodistas por su cobertura de la violencia: "Donald Trump carga contra los reporteros por su cobertura tendenciosa de Charlottesville".