Los republicanos dan los "retoques finales" a una nueva propuesta para derogar Obamacare
Los republicanos quieren insistir en la derogación y reemplazo de la Ley de Cuidados de Salud Asequible conocida como Obamacare, un mes después del estrepitoso fracaso que sufrió la primera iniciativa parlamentaria del gobierno de Donald Trump.
El Congreso resume sus actividades este lunes y entre las urgencias que tiene en frente está la de garantizar los fondos suficientes para que el gobierno federal siga operando después del viernes 28. Sin embargo, el liderazgo republicano parece decidido a pasar la reforma prometida por el presidente Donald Trump en su campaña.
En las pasadas dos semanas, coincidiendo con el receso de Semana Santa, varios congresistas republicanos han estado en lo que el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan describió como “negociaciones de retoques finales”.
Durante una conferencia en Londres este miércoles, Ryan aseguró que su partido está “muy cerca” de lograr un compromiso que satisfaga a una mayoría suficiente de legisladores, sobre todo entre los más conservadores que fueron responsables que la primera iniciativa ni siquiera se sometiera a votación.
Esfuerzo de centro y derecha
De acuerdo con versiones de medios, las negociaciones las han encabezado el representante Tom MacArthur del centrista Tuesday Group, y Marck Meadows, del derechista Freedom Caucus, el grupo que impidió que la propuesta original prosperara.
Entre los puntos que se están discutiendo está permitir a los estados flexibilidad para que prescindan de algunas provisiones de Obamacare, o mantener la prohibición de que las aseguradoras discriminen contra personas con condiciones preexistentes.
A juzgar por lo que ha trascendido hasta ahora a los medios, las propuestas no son muy diferentes de las que se hicieron la vez anterior, por lo que no está claro cómo podrán cambiar las posiciones de algunos parlamentarios, sobre todo esos conservadores que juzgaban que la iniciativa no desmontaba los subsidios que estableció la reforma del presidente Barack Obama.
Además, durante el receso de Semana Santa, varios congresistas fueron confrontados en asambleas ciudadanas por tratar de reemplazar Obamacare con una ley que no satisfacía ni a moderados ni a conservadores y que dejaba sin cobertura médica de 15 a 24 millones de personas, de acuerdo con diferentes estudios.
El Centro para el Progreso Estadounidense (CAP por sus siglas en inglés), una organización de estudios de política públicas de tendencia liberal, asegura que la nueva propuesta implicará que millones de personas con preexistencias verá subir en miles de dólares el costo de sus pólizas.
“Este Nuevo plan es incluso más dañino para las familias trabajadoras que el último. Retiraría importantes protecciones para aquellos con condiciones preexistentes, lanzando sus primas al cielo”, dijo en un comunicado Sam Berger, asesor del CAP.
El CAP, al igual que otras organizaciones liberales, sugieren a los republicanos que concentren sus esfuerzos en mejorar la actual ley.
Gobierno sin dinero
Para algunos observadores, insistir con el reemplazo de Obamacare a días del potencial cierre del gobierno es algo políticamente riesgoso, si se considera que la Casa Blanca también aspira que cualquier acuerdo incluya el financiamiento inicial para la construcción del muro con México, el reforzamiento de la seguridad fronteriza y mayores gastos militares.
El presidente Trump ha amenazado con cortar los subsidios al programa de costos compartidos de Obamacare, que es fundamental para el funcionamiento de la bolsa de seguros y que impediría el a pólizas a personas de bajos recursos que hoy disponen de cobertura médica.
Esa carta es la que podría usar la Casa Blanca para lograr algunos votos demócratas que garanticen la aprobación de la nueva propuesta, en caso de que no todos los republicanos resulten convencidos.
La derogación y reemplazo de la ley de salud era la promesa de campaña que Donald Trump iba a cumplir en el primer día de su mandato. La otra, reforma del sistema de impuestos, estaría lista a mediados de año. Ninguna la ha logrado.
En el cálculo de algunos republicanos, el reemplazo de Obamacare permitirá los ahorros suficientes para acometer la reforma impositiva del presidente Trump, que implica grandes recortes para corporaciones y la clase media, sin aumentar el déficit fiscal.