La reacción de Trump a los atentados en Londres: primero la política, por último la solidaridad
Donald Trump no tiene tacto diplomático. Se sabe y él se enorgullece de eso. Pero la serie de mensajes que publicó en su cuenta Twitter desde la noche del sábado, tras los atentados en Londres, deja en evidencia que está tan dispuesto a promover su agenda política que es capaz de descuidar procedimientos elementales que mandan la seguridad nacional, la diplomacia y hasta la decencia personal.
La primera reacción del presidente a la información proveniente de Londres -donde siete personas murieron y tres sospechosos fueron abatidos por la polícía en dos ataques en London Bridge y Borough Market- fue pedir reactivar el llamado veto de inmigración a ciudadanos de seis países de mayoría musulmana que está bloqueado en cortes federales. Eran las 7:17 pm.
"¡Necesitamos ser listos, vigilantes y fuertes. Necesitamos que las cortes nos devuelvan nuestros derechos, Necesitamos el Veto de Viajes como un nivel adicional de seguridad!", tuiteó Trump cuando aún ni el gobierno británico había calificado los eventos como actos de terrorismo.
Pasaron ocho minutos hasta que el presidente dirigiera una expresión de solidaridad con el país al que Washington está unido por una antigua “relación especial”.
“¡Cualquier cosa que EEUU pueda hacer para ayudar a Londres y Reino Unido, allí estaremos. ESTAMOS CON USTEDES. BENDICIONES!”, en un mensaje más “presidencial” y adaptado a este tipo de situaciones.
Se puede asumir que el presidente mismo notó su falta de respeto o alguien en la Casa Blanca le habrá aconsejado moderar el mensaje previo con uno más digno de su investidura de “líder del mundo libre”, como gustan autodenominarse los presidentes estadounidenses.
Los mensajes con transfondo político continuaron el domingo haciendo un llamado, precisamente, a dejar la corrección política.
"Debemos dejar de ser políticamente correctos y dedicarnos a la seguridad de nuestra gente. Si no lo hacemos de forma inteligente, (la situación) sólo va a empeorar", tuiteó.
El presidente también criticó el mensaje a la ciudadanía que hizo el alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer musulmán en ostentar este cargo, quien ya fue en el pasado objeto de críticas de la familia Trump.
En un video difundido en redes sociales, Khan condenó el ataque terrorista y aseguró estar “horrorizado y furioso” por esos estaques “deliberados y cobardes”, al tiempo que hizo un llamamiento a que el miedo no venza y ciudadanos de la cosmopolita ciudad no se dejen intimidar por el terrorismo.
Trump también tuvo palabras para quien piden más regulación en la venta de armas en Estados Unidos, por la facilidad que han tenido algunos atacantes en obtener sus armas para cometer atentados contra la población.
"¿Se han dado cuenta de que no estamos teniendo ningún debate sobre las armas en estos momentos? ¡Eso es porque usaron cuchillos y una camioneta!", ironizó el mandatario.
Política insensible
No es la primera vez que el mandatario muestra una gran insensibilidad a la hora de promover sus intereses políticos. Lo hizo hace casi un año exactamente durante la campaña electoral, el 12 de junio de 2016 tras la masacre de 49 personas en el club Pulse de Orlando.
“Aprecio las felicitaciones por estar en lo correcto sobre el terrorismo islámico radical. No quiero congratulaciones. Quiero dureza y vigilancia. ¡Debemos ser listos!”, escribió.
En aquel momento muchos destacaron que un hombre que aspiraba llegar a la Casa Blanca no podía reaccionar sin esperar a tener toda la información y sobre todo sin mostrar compasión por las víctimas.
En el caso de este sábado en Londres, no es que Trump se acabara de enterar de la situación en London Bridge y Borough Market.
Una hora antes había retuiteado un mensaje de su hijo Donald Jr., quien había colocado un mensaje del medio conservador Drudge Report reportando el “temor de un nuevo ataque terrorista en Londres, luego de que una van atropella 20 personas en London Bridge”.
Lo que llama la atención es que el presidente de EEUU parezca privilegiar la información de seguridad sacada de un medio de comunicación online que se caracteriza por difundir información exagerada y a veces sin fundamento, en vez de apoyarse en la que le suministra la red de inteligencia de la que dispone el gobierno.
No hay manera de saber si Trump se enteró primero por el Drudge Report y si esperó la verificación de sus asesores, aunque minutos después del primer tuit presidencial, el secretario de prensa Sean Spicer informó que el mandatario estaba siguiendo con su equipo de seguridad nacional los eventos en Londres.
Eso, sumado a lo que parece ser un manejo laxo de información delicada –como cuando dijo al canciller ruso datos sensibles obtenidos por la inteligencia israelí o cuando le reveló al presidente de Filipinas la ubicación de dos submarinos nucleares- tiene nerviosos a muchos en Washington.
Patrón de comportamiento
Ya en la Casa Blanca, en abril pasado, cuando un hombre abrió fuego a la policía en los Campos Elíseos matando a un agente antes de él mismo ser abatido, Trump aseguró que “parecía ser una atentado terrorista” adelantándose al gobierno francés que aseguraba que era muy temprano para conclusiones.
Este jueves, antes de anunciar el retiro de EEUU del Acuerdo de París sobre cambio climático, tomó un minutos para condenar el “ataque terrorista” en Manila, un evento que estaba en pleno desarrollo mientras él hablaba en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca y sobre el que nadie había establecido la naturaleza.
El gobierno de Filipinas informó luego que se trató de un atacante solitario, no relacionado con grupos extremistas, el que dejó 37 muertos en un resort de Manila.
El presidente estadounidense mete todo en el mismo saco del terrorismo, cuando la seriedad de esos actos y la naturaleza de las investigaciones sugieren que la prudencia y la parquedad es la mejor estrategia. Y sobre todo cuando esos eventos suceden en otras partes del mundo.