La 'lista Putin': 114 políticos y 96 "oligarcas" rusos señalados por el Tesoro de EEUU a los que Trump no sancionará

El gobierno de Vladimir Putin.
La publicación de la lista obedece a una exigencia del Congreso estadounidense de que Washington castigue a Moscú por interferir en las elecciones estadounidenses de 2016.
La lista, elaborada por el Departamento del Tesoro, no acarrea sanciones económicas ni diplomáticas para sus integrantes, una omisión que para algunos legisladores da carta blanca a personas a las que el Congreso pretendía castigar y aviva el debate sobre si el presidente es demasiado blando con Rusia.
Muchos de los mencionados en la lista ya se han visto afectados por sanciones anteriores.
La publicación de la 'lista Putin' ocurre justo cuando el subdirector del FBI, Andrew McCabe, ha presentado su renuncia luego de presiones desde la Casa Blanca por su papel en la investigación sobre una posible colusión de la campaña presidencial de Donald Trump y Rusia en las presidenciales.
Este lunes también el director de la CIA, Mike Pompeo, dijo en una entrevista a la BBC que su agencia está convencida de que Rusia interferirá en las elecciones de mitad de periodo previstas para el próximo mes de noviembre.
Entre los 114 políticos destacados en el gobierno de Rusia mencionados en la lista se incluyen 42 colaboradores de Putin. Entre los del gobierno están el primer ministro, Dmitry Medvedev, y mandos de las principales agencias de espionaje rusas, el FSB y el GRU. Los directores generales de grandes empresas estatales, como Sberbank y la gigante energética Rosneft, también están incluidos.
Aparecen además 96 adinerados rusos a los que el Departamento del Tesoro considera “oligarcas”, cada uno con una fortuna estimada de unos 1,000 millones de dólares o más. Algunos son los más famosos de los rusos acomodados, como los magnates Roman Abramovich y Mikhail Prokhorov, que desafió a Putin en las elecciones de 2012. También aparece el magnate del aluminio Oleg Deripaska, mencionado en la investigación estadounidense sobre Rusia por sus lazos con el exdirector de campaña de Trump, Paul Manafort.
El gobierno de Trump tenía hasta el lunes para revelar la lista, según una ley aprobada el año pasado. Tras no responder a preguntas sobre el tema durante el día, el Departamento de Tesoro la publicó con discreción 12 minutos antes de la medianoche.
La elaboración de la lista forma parte de una ley aprobada por el Congreso en julio del año pasado en la que se contemplan nuevas sanciones contra Rusia y también se requiere la aprobación del Legislativo para levantar las existentes.
Esta ley, conocida como CAATSA (siglas en inglés), también contempla sanciones contra Corea del Norte e Irán.
Precisamente este lunes, el Departamento de Estado de EEUU anunció que no iba a hacer efectivas más sanciones contra Rusia contempladas en CAATSA porque considera que la sola promulgación de la ley ha causado miles de millones en pérdidas para Moscú.
Moscú: "no estamos en guerra"
La publicación de la 'lista Putin' ha sentado, como era de esperarse, muy mal en Moscú. Para el presidente de Rusia, Vladimir Putin, la inclusión de importantes empresarios cercanos al Kremlin es un acto hostil, aunque no planea tomar represalias. Dijo, con ironía, sentirse ofendido de no haber sido incluido.
"La publicación del 'informe del Kremlin', donde se incluye prácticamente a todos los dirigentes rusos y los responsables de las principales empresas estatales, cierra la puerta a la posibilidad de un diálogo futuro y... de hecho, les convierte en enemigos de Estados Unidos", dijo Leonid Slutski, presidente del comité de Asuntos Exteriores de la Duma (Cámara baja del Parlamento).
"Hasta donde yo sé, no estamos en guerra. Esta interpretación viola completamente todos los principios de la cooperación internacional. No tiene precedentes", advirtió el legislador.
En otra de las reacciones a la difusión de la lista, el presidente del comité de Exteriores del Senado, Konstantin Kosachev, afirmó que mina cualquier perspectiva de cooperación bilateral en los próximos años.
"Las consecuencias son extremadamente tóxicas y minarán las perspectivas de cooperación para los próximos años... Ya no hay forma de normalizar las relaciones, al menos mientras siga en el poder en Washington la actual generación de políticos, formados durante la Guerra Fría", escribió Kosachev en su cuenta de Facebook.