La emotiva carta de despedida de las hijas de Bush a Sasha y Malia Obama

Hace ocho años fueron sus guías en la Casa Blanca cuando eran unas niñas y les dedicaron una cariñosa carta deseándoles una buena estancia en la que sería su hogar durante sus años de adolescencia, ahora las mellizas Jenna y Barbara Bush se dirigen de nuevo a las hijas de los Obama para apoyarlas en su nueva etapa.
Las hijas de George W. Bush, saben que sus sucesoras "han vivido la increíble presión de la Casa Blanca. Ustedes han escuchado las duras críticas a sus padres por gente que ni siquiera los conoce. Estaban ahí mientras sus queridos padres eran reducidos a titulares". Pero auguran que a las jóvenes Obama les espera un futuro prometedor.
"Sus padres, les dieron la prioridad y no sólo les mostraron, sino que les dieron el mundo. Como siempre, estarán apoyándolas al comenzar su próximo capítulo. Y nosotras también", aseguran en una carta publicada en la revista Time.
Las hijas de los Obama han acompañado a sus padres en varios de sus viajes internacionales, estuvieron en las puertas de la celda de Robben Island donde fue encarcelado el líder sudafricano Nelson Mandela durante décadas, visitaron Liberia, Marruecos y España con el programa que promueve la educación entre las jóvenes, así como Cuba tras el relanzamiento de las relaciones bilaterales.
También han conocido los parques nacionales de Estados Unidos y han asistido a alguna ceremonia oficial, como el perdón anual del pavo de Acción de Gracias, en la que Obama suele bromear distendidamente y en la que se ha visto con el paso de los años cómo han crecido las adolescentes.
"Las hemos visto crecer de niñas a impresionantes jóvenes mujeres grácilmente y con facilidad”, señalan las Bush "Y a través de todo (lo que han pasado) os teníais la una a la otra. Como nosotras", señalan.
Ahora empieza un nuevo capítulo para Malia y Sasha igual que fue para ellas por eso les recomiendan que difruten su paso por la universidad “ya no tienen el peso del mundo en sus hombros más", las invitan a explorar sus pasiones, aprender quienes son, incluso si cometen errores que no sean duran consigo mismas, para su tranquilidad, "está permitido (cometerlos)", les dijeron.
A partir de ahora "estarán escribiendo la historia de sus vidas, más allá de la sombra de sus famosos padres, pero siempre llevarán consigo las experiencias de los últimos ocho años".
Jenna y Bárbara Bush, de 35 años, conocen bien la Casa Blanca, la visitaron con frecuencia de niñas cuando su abuelo George H.W. era presidente y posteriormente cuando su padre asumió el cargo, aunque por esa época ya estaban en la Universidad.
En 2008, meses antes de que los Obama se instalaran en la Casa Blanca les mostraron a Malia y Sasha, que entonces solo tenían 10 y 7 años, respectivamente, se divirtieron corriendo por los pasillos, deslizándose por una rampa en el invernadero que las Bush les enseñaron a usar como un tobogán y conociendo los cuartos así como al personal, al que recuerdan con cariño.
Cambio positivo
Las mellizas las animan a tomar en cuenta "todo lo que han visto, la gente que han conocido, las lecciones que han aprendido y dejar que les guíe para hacer un cambio positivo. No tenemos ninguna duda de que lo harán".
Viajar con nuestros padres nos enseñó más que cualquier otra clase. Nos abrió los ojos a gente nueva, así como a nuevas culturas e ideas.
Las hijas del presidente republicano recuerdan que conocieron a trabajadores y profesores en Estados Unidos, a doctores que ayudaban en la frontera de Birmania y niños con VIH en África que esperaban a recibir un retroviral para salvar la vida, que tuvieron un impacto en sus vidas.
Barbara Bush es la cofundadora y CEO de la organización Global Health Corps, mientras que Jenna Bush es corresponsal para el programa matutino de televisión Today.