Kevin McCarthy, un duro en inmigración, sustituirá a Paul Ryan como líder republicano de la Cámara Baja

El republicano Kevin McCarthy fue elegido este miércoles como el nuevo líder de la minoría de la Cámara de Representantes, sustituyendo así a Paul Ryan como jefe de la bancada, quien anunció su retirada el pasado mes de abril.
McCarthy consiguió 159 votos a favor y 43 en contra en una votación realizada a puerta cerrada, según varios medios, como CNN o The Washington Post. McCarthy, representante por California, se impuso a Jim Jordan, de Ohio, líder del conservador Freedom Caucus.
Cabe señalar que Ryan es el presidente de la Cámara de Representantes (un cargo que se elige en el pleno y no de modo partidario) y McCarthy ejercía ya como líder de la mayoría republicana.
Ryan hubiera sido el líder natural para los republicanos pero como se retirará en enero cuando se constituya el nuevo Congreso -de mayoría demócrata en la Cámara Baja- brindó su respaldo a McCarthy para el puesto.
McCarthy es considerado un aliado de Donald Trump y su política de mano dura con la inmigración.
En octubre presentó un plan migratorio que no incluye ningún tipo de beneficio o programa para legalizar a ningún grupo dentro de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en el país, ni siquiera a los 700,000 dreamers protegidos por la Acción Diferida de 2012 (DACA).
El proyecto tiene por nombre ' Construir el Muro, Aplicar la Ley de 2018' y recoge los principios esgrimidos y defendidos por el presidente Donald Trump desde el inicio de la campaña que lo colocó en la Casa Blanca.
Su proyecto de ley basa su contenido en la asignación de fondos para la construcción del muro fronterizo en la frontera con México, la principal promesa de campaña de Trump. Además, solicita la creación de partidas presupuestarias para “garantizar el cumplimiento de la ley federal de inmigración”, pero sólo en materia de seguridad.
En el documento, no hay un solo reconocimiento al aporte de los 11 millones de indocumentados a la nación, algunos de ellos con más de 30 años en el país, hogares establecidos, hijos estadounidenses y que no tienen ningún tipo de antecedente criminal.
En las justificaciones de su plan, McCarthy supone que cualquier indocumentado que entra a Estados Unidos de modo irregular “podría representar una amenaza para la seguridad pública”.