Por qué la Iglesia episcopal rompió su acuerdo con el gobierno de Trump para ayudar a reasentar refugiados
La Iglesia episcopal anunció que pondrá fin a su acuerdo de décadas con el gobierno de Estados Unidos para ayudar a reasentar refugiados en el país como rechazo a la decisión de Donald Trump de acoger a un grupo de sudafricanos blancos y otorgarles este estatus de protección antes que a otros inmigrantes que llevan años en espera.
Este lunes, llegaron en un avión chárter como refugiados al aeropuerto de Dulles, que sirve a Washington DC, donde fueron recibidos por una delegación del gobierno.
El presidente estadounidense aseguró que autorizó el trámite acelerado de su estatus de refugiados por haber sido víctimas de discriminación racial y de "genocidio" en su país, pese a que el gobierno sudafricano desmintió que esto sea real y a que la Casa Blanca ha cerrado abruptamente casi todo programa para itir refugiados en EEUU de cualquier otra nacionalidad.
El Ministerio Episcopal de Migración lleva mucho tiempo ayudando a reasentar refugiados en territorio estadounidense con el apoyo de subvenciones federales.
Pero poco antes de que el grupo de afrikáners aterrizara en EEUU, el obispo primado Sean Rowe anunció la decisión tomada por su Iglesia de dejar de colaborar con el Ejecutivo.
¿Por qué la Iglesia Episcopal se niega a colaborar con el gobierno en el asentamiento de refugiados tras la llegada de los afrikáners?
“Dado el firme compromiso de nuestra Iglesia con la justicia racial y la reconciliación, y nuestros vínculos históricos con la Iglesia Anglicana de África Austral, no podemos dar este paso”, declaró Rowe, quien reveló que hace unas dos semanas, el gobierno se puso en o con ellos para comunicarles que esperaban que el ministerio reasentara a algunos sudafricanos conforme a los términos de su subvención.
“Por consiguiente, hemos determinado que, para finales del año fiscal federal, concluiremos nuestros acuerdos de subvención para el reasentamiento de refugiados con el gobierno federal de EEUU".
“Ha sido doloroso ver cómo un grupo de refugiados, seleccionado de forma inusual, recibe un trato preferencial sobre muchos otros que llevan años esperando en campos de refugiados o en condiciones peligrosas”, declaró Rowe.
"Me entristece y avergüenza que muchos de los refugiados a quienes se les niega la entrada a EEUU sean personas valientes que trabajaron junto a nuestras fuerzas armadas en Irak y Afganistán, y que ahora enfrentan peligro en casa debido a su servicio a nuestro país", agregó.
También afirmó que muchos refugiados, incluidos cristianos, son víctimas de persecución religiosa y ahora se les niega la entrada, por lo que dijo que la Iglesia buscaría otras maneras de servir a los inmigrantes, tanto a los que ya se encuentran en EEUU como a los que se encuentran varados en otros países.
Esta medida marca el fin de una colaboración entre la Iglesia Episcopal y el gobierno que, durante casi cuatro décadas, ha atendido a casi 110,000 refugiados de países como Ucrania, Myanmar y el Congo, afirmó Rowe.
¿Cómo reaccionó el gobierno a la decisión de la Iglesia Episcopal respecto a los refugiados sudafricanos blancos?
La decisión de la Iglesia generó fuertes críticas por parte del gobierno estadounidense.
El vicepresidente, JD Vance publicó en sus redes el enlace a un artículo sobre la medida de la Iglesia Episcopal y tan solo escribió: "Una locura".
“La decisión de la Iglesia Episcopal de poner fin a su colaboración de décadas con el gobierno estadounidense por el reasentamiento de 59 refugiados afrikáners desesperados plantea serias dudas sobre su supuesto compromiso con la ayuda humanitaria”, declaró por su parte la subsecretaria de Prensa de la Casa Blanca, Anna Kelly, en un comunicado.
“Los afrikáners han enfrentado horrores indescriptibles y no son menos merecedores del reasentamiento como refugiados que los cientos de miles de personas a las que se les permitió entrar a EEUU durante el anterior gobierno", añadió.
En un discurso en la Casa Blanca el lunes, Trump acusó sin pruebas al gobierno sudafricano de expropiar las tierras que pertenecen a los afrikáners.
"Es un genocidio que está ocurriendo y sobre el que ustedes no quieren escribir", dijo Trump a periodistas. "Los agricultores blancos están siendo brutalmente asesinados y sus tierras están siendo confiscadas en Sudáfrica", agregó.
El gobierno de Sudáfrica, sin embargo, calificó de "completamente falsas" las acusaciones de trato discriminatorio hacia sus residentes de la minoría blanca, resultado de desinformación y una visión errónea de su país.
Aseguró además que los descendientes de colonos blancos —quienes fueron los líderes del sistema de apartheid, dominado por la minoría blanca, que terminó en 1994— se encuentran entre las personas más ricas y exitosas del país, y afirmó que son de "los más privilegiados económicamente".
El ministro de Asuntos Exteriores sudafricano, Ronald Lamola, reiteró el lunes que "no hay persecución de los sudafricanos afrikáners blancos", añadiendo que cualquier acusación de persecución no cumpliría con los requisitos exigidos por el derecho internacional en relación los refugiados.
Sudáfrica ha sido objeto de críticas por parte de la Casa Blanca por sus políticas de diversidad, equidad e inclusión y su apoyo a los palestinos.
Otro grupo religioso se ofreció a ayudar a reasentar a los afrikáners llegados a EEUU
Otra agencia religiosa para refugiados, Church World Service (CWX), afirmó sin embargo estar dispuesta a atender a los recién llegados sudafricanos.
“Nos preocupa que el gobierno de EEUU haya optado por acelerar la isión de afrikáners, mientras lucha activamente contra las órdenes judiciales para brindar reasentamiento vital a otras poblaciones de refugiados que lo necesitan desesperadamente”, declaró Rick Santos, presidente y director ejecutivo de CWS, en un comunicado.
Añadió que esta acción demuestra que el gobierno sabe cómo evaluar y procesar a los refugiados con rapidez.
“A pesar de las acciones del gobierno, CWS mantiene su compromiso de atender a todas las poblaciones de refugiados que cumplen los requisitos y buscan seguridad en EEUU, incluyendo a los afrikáners que cumplen los requisitos para recibir servicios”, afirmó. “Nuestra fe nos impulsa a servir a cada persona bajo nuestro cuidado con dignidad y compasión”, agregó.
La Iglesia Episcopal y CWS se encuentran entre los 10 grupos nacionales, la mayoría de ellos religiosos, que se han asociado con el gobierno estadounidense en los últimos años para el reasentamiento de refugiados.
Lo cierto es que este no es el primer choque de alto perfil entre la Iglesia Episcopal y el gobierno de Trump.
La obispa Mariann Budde, de Washington, provocó la ira del presidente el pasado mes de enero durante un servicio de oración inaugural en el que le pidió tener "misericordia" hacia quienes temen sus acciones, incluidos los migrantes y la población LGBTQ+.
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