Una joven residente de la ciudad de Guantánamo mira bajo la lluvia un partido de futbol el 6 de diciembre de 2017. En esa ciudad del sureste de Cuba habitan unas 200,000 personas y es la quinta más grande de la isla en población. 18 millas al sur, en la Bahía de Guantánamo, la base naval estadounidense ocupa unas 73 millas cuadradas. Se estableció en 1898, durante la guerra entre Estados Unidos y España de la que resultó la independencia de Cuba. Crédito: Carlos Barría/Reuters
En esta fotografía de junio de 2017 un soldado estadounidense recorre un área vacía de la prisión de máxima seguridad establecida dentro de la base naval. A finales del siglo XX la instalación comenzó a ser usada como centro de detención de migrantes cubanos y haitianos interceptados por las autoridades estadounidenses en alta mar. En 2002 el gobierno de George W. Bush creó una prisión de máxima seguridad donde fueron recluidos sospechosos de pertenecer a organizaciones terroristas y los llamados "enemigos combatientes" capturados en las guerras en Afganistán e Irak. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Los residentes de Guantánamo juegan dominó fuera de sus casas al tardecer, una escena común en toda ciudad cubana. En 1903 Estados Unidos ocupó la parte sur de la bahía de Guantánamo mediante un tratado negociado con la recién independizada Cuba, ocupada militarmente por EEUU. La isla recibiría un pago simbólico de 5,000 dólares anuales por el arrendamiento de esas tierras “por el tiempo que EEUU las necesitara”. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Fotografías de Camilo Cienfuegos y Che Guevara, héroes de la Revolución Cubana, en una escuela de la ciudad. El arriendo simbólico del territorio cubano por parte de Estados Unidos se mantuvo hasta la llegada de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959. Desde entonces Cuba considera la presencia estadounidense como una ocupación. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Residentes de Guantánamo hacen fila para comprar pan una noche de diciembre de 2017. Con la llegada de la Revolución Cubana el presidente Dwight Eisenhower decidió que el estado de la base naval en Cuba se mantuviera sin cambios, a pesar de las objeciones de Castro. Desde entonces Cuba no cobra el arrendamiento establecido en el tratado de 1903 y que fuera ratificado en 1934. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Un detenido no identificado en la prisión de Guantánamo. Los reos están distribuidos en cuatro campos delimitados por alambradas de malla metálica en una porción de la base naval. La decisión de EEUU de recluir a extranjeros sospechosos de terrorismo en esa prisión ha generado conflictos legales dentro de EEUU y críticas de organizaciones internacionales de derechos humanos. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Una celda modelo de en la prisión de máxima seguridad. Cuando se estableció la cárcel para terroristas el gobierno de EEUU argumentó que por estar en territorio cubano los reos de Guantánamo no tendrían los derechos constitucionales estadounidenses. En 2004 la Corte Suprema rechazó el argumento y estableció que los prisioneros deben tener a cortes de EEUU. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Un soldado estadounidense en Guantánamo. La mayoría de los reclusos que han pasado por la prisión pertenecen a organizaciones extremistas islámicas, capturados por los estadounidenses principalmente en Afganistán. Luego del ataque de Al-Qaeda que derribó las Torres Gemelas de Nueva York en septiembre de 2001 Estados Unidos realiza operaciones militares en ese país. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Residentes de la ciudad de Guantánamo caminan por una vía de tren. La base estadounidense ha sido uno de los temas complicados en la relación entre Cuba y Estados Unidos. En 2016 Barack Obama visitó la isla, el primer presidente estadounidense en ir a Cuba en 88 años. Crédito: Carlos Barría/Reuters
Una tienda de alimentos en la ciudad de Guantánamo. A finales de 2017 EEUU retiró a más de la mitad del personal de la embajada en Cuba, reabierta por Obama. El Departamento de Estado investiga si hubo un ataque deliberado al personal estadounidense en Cuba. Varios diplomáticos experimentaron pérdida de la audición, náuseas, dolores de cabeza y daños al sistema nervioso central. Crédito: Carlos Barría/Reuters