¿Cómo se certifican las elecciones en EEUU? Claves para entender el proceso en medio de una lluvia de teorías conspirativas
Antes de las elecciones presidenciales de 2020, certificar los resultados electorales en los estados era una operación rutinaria que no generaba mucha atención. Pero luego de las denuncias de fraudes sin sustento difundidas por el expresidente Donald Trump y su equipo desde las presidenciales que perdió ante Joe Biden, eso ha cambiado y ahora es un proceso que acapara mucha atención (inlcuso de gente que sigue sin tener mucha idea de cómo funciona).
Como quedó demostrado con las maniobras que el equipo de Trump trató de poner en marcha en los comicios de 2020, y con las que se han hecho en algunos realizados en los últimos dos años, el sencillo proceso de conteo de votos podría terminar siendo manipulado por la parte que no esté de acuerdo con el resultado. O simplemente poner en práctica retrasos para la certificación sin tener ninguna base en hechos reales sino en conspiraciones (como hicieron funcionarios republicanos en Michigan en 2020).
Así es como los funcionarios electorales se preparan para la certificación y quién está involucrado.
¿Cómo empieza la certificación de las elecciones en EEUU?
La votación termina cuando cierran las urnas el día de las elecciones, pero el trabajo de contar y verificar los resultados recién comienza allí.
Los funcionarios electorales locales, a través del proceso de escrutinio y certificación verifican que todos los votos se hayan emitido y contado correctamente antes de que los resultados sean oficiales.
El escrutinio incluye la verificación de las listas de votantes en los libros de votación con el número de votos emitidos y la investigación de cualquier discrepancia. La mayoría de esas idferencias se deben a errores istrativos, por ejemplo, que alguien no haya firmado el libro de votación.
En esta comparación de datos, los funcionarios electorales también hace pruebas para detectar posibles fraudes electorales o irregularidades, como que un votante intente emitir más de una boleta.
Muchas oficinas electorales también usan este tiempo para auditar equipos y resultados para asegurarse de que los votos se contaron correctamente, mientras que otras oficinas pueden realizar esas supervisiones luego de la certificación. La mayoría de los estados tienen fechas límite para completar el escrutinio y la certificación.
¿Quién certifica los resultados de las elecciones?
En 45 estados, las juntas locales que manejan la certificación electoral están controladas por partidos o son comisiones donde los son elegidos sobre una base partidista, según una investigación del grupo de defensa de procesos electorales, Election Reformers Network.
Una vez certificados a nivel local, los resultados se envían al estado para su posterior certificación.
En prácticamente todos los estados, funcionarios con vínculos con los partidos políticos desempeñan algún papel, según el grupo. Por lo general, esto involucra una junta compuesta por funcionarios de todo el estado, como el secretario de estado y el gobernador, aunque en algunos estados es el secretario de estado quien tiene la autoridad exclusiva para certificar una elección.
Hawaii es el único estado donde la certificación es supervisada por un funcionario electoral principal no partidista designado por una comisión bipartidista.
El hecho de que funcionarios partidistas están involucrados en la certificación de las elecciones preocupa a los expertos tras casi dos años de teorías de conspiración que afirman falsamente que las elecciones presidenciales de 2020 fueron robadas al expresidente republicano Donald Trump. No hay evidencia de fraude generalizado o máquinas de votación manipuladas, y las revisiones en los estados clave confirmaron la victoria del demócrata Joe Biden.
¿Cómo es el proceso de certificación electoral?
La certificación implica una reunión pública durante la cual los funcionarios electorales informan a la junta local encargada de certificar los resultados. La certificación local generalmente está a cargo de una comisión del condado o una junta electoral. En algunos lugares, se forma una junta de elecciones separada para manejar la certificación.
Esos informes detallan: el número de votantes que emitieron su voto, cuántos votos fueron emitidos y contados, y cualquier discrepancia que surgió durante el escrutinio.
Quienes manejan la certificación no tienen autoridad para investigar denuncias de fraude u otras irregularidades.
La tarea de investigar, en todo caso, depende de los fiscales y los tribunales, que manejan las posibles impugnaciones presentadas por candidatos o partidos. Los jueces pueden retrasar o detener la certificación si hay dudas en torno a una elección. Eso no sucedió en 2020, ya que numerosos jueces, incluidos algunos designados por Trump, desestimaron sus afirmaciones.
El caso de la disputa en Michigan en 2020
En Michigan, uno de los estados claves para ganar la elección presidencial de 2020, la junta de escrutinio de condado está compuesta por dos republicanos y dos demócratas.
En el condado de Wayne, que incluye a Detroit, los republicanos de la junta inicialmente votaron en contra de certificar las elecciones de 2020, pero luego cambiaron de rumbo.
Luego, los republicanos buscaron rescindir su voto para certificar después de recibir llamadas de Trump. Los funcionarios estatales dijeron que no había forma de hacerlo y, en última instancia, la elección se certificó a nivel estatal.
Si surge nuevamente una disputa de este tipo, la Junta Estatal de Elecciones tiene la autoridad para revisar y certificar la elección de un condado. Si la junta estatal, que también está compuesta por dos republicanos y dos demócratas, llega a un punto muerto similar, autoridades estatales dicen que que se buscaría una orden judicial para obligar a la certificación.
Eso sucedió recientemente cuando la junta estatal llegó a un punto muerto en líneas partidistas sobre si una medida de aborto debería aparecer en la boleta electoral de noviembre, y la Corte Suprema del estado lo permitió posteriormente.
La era de la desconfianza electoral basada en 'intuición' y no en hechos reales
Las elecciones de mitad de periodo se producen en medio de un clima de desconfianza en el sistema electoral basado en falsedades difundidas fuertemente desde 2020. Se trata de reclamos de supuestos fraudes que no están basados en hechos reales sino en teorías conspirativas.
Un ejemplo fresco de ello es el caso de un condado rural de Nuevo México en donde inicialmente se negaron a certificar los resultados de las primarias de junio citando la desconfianza en los sistemas de votación utilizados para contar los votos pese a que el funcionario electoral del condado dijo que no había problemas.
La Secretaria de Estado de Nuevo México, Maggie Toulouse Oliver, acudió a la Corte Suprema del estado, que emitió una orden a los comisionados locales en el condado de Otero que certificaran el resultado. Finalmente lo hicieron en una votación de 2-1.
El voto disidente fue del comisionado ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, para frenar la certificación de la victoria de Biden.
Griffin reconoció que no tenía evidencia para respaldar su voto en contra de la certificación en el condado de Nuevo México y dijo: “ Solo se basa en mi instinto y mi intuición”. Desde entonces ha sido destituido de su cargo.