El acuerdo presupuestario se estanca en el Senado y el gobierno se prepara para un nuevo cierre
La Casa Blanca pidió este jueves por la tarde a las agencias de gobierno federal tomar providencias ante un posible cierre del gobierno si a la medianoche de este jueves el Congreso no aprueba los fondos necesarios para el funcionamiento de la istración.
La posibilidad de que el dinero no sea entregado aumentó en la tarde con la negativa del senador republicano por Kentucky Rand Paul de dejar abrir el proceso de votación en el Senado del acuerdo presupuestario bipartito anunciado por los líderes de la cámara alta y que parecía allanar el camino para la solución del pulso presupuestario por los próximos dos años.
Pero Paul, un republicano de talante libertario (conservador en lo fiscal y liberal en lo social) tiene objeciones al plan porque considera que aumenta peligrosamente el déficit fiscal al permitir la expansión del gasto público.
Paul exige que la cámara considere dos enmiendas que quiere presentar para establecer límites al gasto discrecional en defensa y otros programas antes de proceder a un voto final. El senador aseguró que no le importa mantenerse hasta la madrugada hasta que sus exigencias sean escuchadas, lo que implicaría que a la medianoche el gobierno se encontraría sin fondos para operar.
Si se pasara el umbral de la medianoche, los procedimientos del Senado indican que no podría haber un voto sobre el plan hasta la 1:00 am del viernes, con lo que técnicamente se estaría ya viviendo el cierre del gobierno.
Representantes expectantes
A la espera de que la medida se mueva eventualmente en el Senado, antes de que se presentara el obstáculo de Paul, la tarde del jueves no estaba del todo claro que en la Cámara de Representantes dieran dar luz verde a lo que envíen desde la cámara alta.
Los representantes ya habían aprobado un plan que destinaba menos dinero a defensa y no incluía el gasto en programa domésticos que exigían los demócratas, por lo que deberán votar sobre la versión modificada que le entreguen los senadores.
La duda se produce en parte, por la oposición expresada por la líder de la minoría demócrata Nancy Pelosi en su maratónico discurso de la víspera exigiendo que el cuerpo considere una solución para los dreamers y en parte porque los republicanos fiscalmente más conservadores pueden objetar la ampliación del gasto acordada por los senadores .
Pese a protagonizar el discurso más largo en la historia desde que la cámara baja estableció límites para las intervenciones de sus , el presidente del Congreso, el republicano Paul Ryan, no se ha comprometido aún a considerar el caso de los llamado soñadores como sí hizo el líder de la mayoría republicana en el Senado Mitch McConnell, una decisión que permitió acercar las posiciones con los demócratas y presentar el acuerdo bipartito.
Horas antes, su rueda de prensa semanal de los jueves en el Congreso, Ryan reconoció el problema de los dreamers y dijo que presentaría un proyecto de reforma migratoria a la cámara que “el presidente pueda firmar” una vez que se haya aprobado el presupuesto.
"Entiendan esto: si queremos cambiar nuestro foco y dedicarnos a la otra gran prioridad, que es una solución sobre DACA, tenemos que resolver este acuerdo sobre el presupuesto", dijo Ryan.
Aunque Ryan pidió que no se dudara de sus intenciones de atacar el tema migratorio y expresó su "confianza" en que la cámara baja tendrá oportunidad de discutir el punto, sus palabras no llegaron a ser un compromiso formal, ni presentó un marco de tiempo para hacerlo.
Otro que espera por la solución en el Congreso es el presidente Donald Trump cuya firma es necesaria para que la ley sancionada por los parlamentarios entre en vigencia. No está claro si el mandatario está dispuesto a trasnocharse o a madrugar para sancionar la ley, en caso de que se votara y se le hiciera llegar en horas de la madrugada.
Trump ya expresó su apoyo al plan senatorial en un mensaje que colocó en su cuenta Twitter la noche del miércoles alabando que ambos partidos decidieran “apoyar a nuestras tropas” y que le dan al secretario de Defensa Jim Mattis “lo que él necesita para mantener a EEUU grandioso”.
El senador Bob Corker, republicano de Tennessee, se quejó de que se le esté destinando más fondos a los militares de lo que pedía el presidente Trump para 2018 y aseguró que “Estoy totalmente de acuerdo con financiar a nuestros militares, pero quiero asegurarme de que son financiados apropiadamente”
“Esta propuesta de gasto es desagradable e imprudente, el mayor aumento de gastos desde 2009 ", tuiteó el representante Justin Amash, republicano por Michigan, quien pidió “a todos los estadounidenses a hablar en contra de esta locura fiscal".
El acuerdo aumentará en un 21% el gasto discrecional, el que se usa financiar proyectos de investigación científica, educación, caminos y salud que se financian mediante adjudicaciones directas del Congreso.
De acuerdo con un resumen del acuerdo obtenido por Univision Noticias, el gasto en defensa para este año fiscal (FY18, que vence en septiembre) aumentará en 80,000 millones de dólares y en 85,0000 para el próximo. Los gastos domésticos aumentarán en 63,0000 millones para el FY18 y 68,000 al siguiente.
El plan incluye unos 80,000 millones para un fondo de asistencia a víctimas de desastres naturales del año pasado, como los hurcanes en Texas, Florida y Puerto Rico, o los incendios en California.
El incremento de esos gastos había sido limitado en 2011 tras un acuerdo entre el entonces presidente Barack Obama y los líderes republicanos del Congreso para lograr un aumento del llamado te3cho de la deuda, la cantidad de dinero que el gobierno puede contrarar en préstamos.
Entre los conservadores fiscales, algunos han aleratado sobre el impacto que tendrá el presupuesto en el déficit, que se espera que este año aumente como consecuencia de la previsible caída de los ingresos por impuestos tras la reforma aprobada el año pasado.