Amy Coney Barrett, la virtual nominada de Trump para suceder a Ginsburg en la Corte Suprema
Todo parece indicar que este sábado el presidente Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema.
Si bien Barrett, de 48 años, ha sido la favorita para la nominación todo el tiempo, fuentes de la Casa Blanca indicaron a varios medios nacionales en EEUU este viernes que ella se ha convertido en el único foco del proceso y otros candidatos potenciales no parecen estar en la mira del favoritismo del presidente.
Los demócratas han denunciado a Barrett como una ideóloga que quiere acabar con los derechos al aborto y promover los intereses corporativos, mientras que los republicanos la han aclamado como un modelo de moderación judicial que ya tiene los votos necesarios para una rápida confirmación.
Cercanos colaboradores del presidente que hablaron con el diario The Washington Post advirtieron que Trump siempre podría cambiar de opinión antes del anuncio en la tarde de este sábado, pero le está diciendo a otros que Barrett es su elección y en efecto, es la única candidata que se reunió con el mandatario.
La jueza tiene un probado perfil conservador con posturas similares a las del presidente en temas clave como la inmigración, la ley de salud, la posesión de armas y el aborto que disparan el temor de los progresistas al sello que imprimiría durante décadas en el tribunal más poderoso del país.
Coney Barrett es jueza de la corte de apelaciones del circuito 11, con sede en Chicago, y ya era una seria candidata para reemplazar en 2018 al fallecido juez conservador Antonin Scalia. En aquella ocasión Trump afirmó: "La estoy guardando para Ginsburg", según reveló entonces el diario digital Axios. Su nombre suena de nuevo con fuerza, sobre todo después de su reunión este lunes con el presidente, según pudo saber el canal Fox News.
La jueza encabeza la cubano-estadounidense Bárbara Lagoa. En la lista también figuran Allison Jones Rushing, de 38 años; Joan Larsen, jueza federal de 51 años, y la abogada de la Casa Blanca Kate Todd, de 45 años.
Está previsto que el esperado anuncio de la nominación llegué este sábado, una vez finalicen los servicios funerarios y homenajes a Ginsburg.
El presidente del Comité Judicial del Senado, Lindsey Graham, un incondicional de Trump, declaró este lunes a la cadena conservadora Fox News, que los republicanos del Senado tienen suficientes votos para confirmar un reemplazo para la difunta jueza Ginsburg antes de la elección del 3 de noviembre.
Una jueza para librar dos batallas clave de Trump: la ley de Salud y el aborto
Conservadora y católica practicante, Coney Barrett inclinaría la balanza de la Corte Suprema durante décadas -el nombramiento es de por vida y tiene 48 años- en los temas que más polarizan a los estadounidenses, especialmente el aborto, un asunto en el que representa la antítesis de Ginsburg, una jueza que se convirtió en un auténtico icono progresista.
En la corte federal de apelaciones de Chicago, Coney Barrett adoptó posiciones que respaldan el derecho a portar armas, se oponen a la migración y rechazan la ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, conocida como ' Barack Obama que los republicanos han intentado desmantelar en los últimos años.
"Amy Coney Barrett cumple con las dos pruebas de fuego de Trump para los jueces federales", dijo a AFP Daniel Foldberg, director del grupo de presión progresista Alliance for Justice. "La voluntad de revocar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y revocar Roe v. Wade", el caso histórico que despenalizó el aborto en Estados Unidos. "La jueza, que incluso se ha opuesto a garantizar el a la anticoncepción, sería una pesadilla para la libertad reproductiva", agregó.
La jueza pasó su infancia en Nueva Orleans, en el sur conservador, y después se convirtió en una de las mejores estudiantes de la escuela de derecho de Notre Dame en Indiana, institución en la que enseñó durante 15 años. Al comienzo de su carrera como abogada, trabajando como secretaria de Scalia, adoptó su filosofía "originalista" que entiende la Constitución tal como estaba destinada a ser leída en el momento de su redacción, en contraposición a la interpretación más progresista.
Sus críticos sacan a la palestra con frecuencia una de sus conferencias, impartida a estudiantes en Notre Dame, en la que se presenta a sí misma como un "tipo diferente de abogada", y considera que una "carrera legal no es más que un medio para un fin... y ese fin es la construcción del reino de dios". Destacados demócratas, como la senadora Dianne Feinstein, han señalado públicamente que sus creencias religiosas influyen en sus decisiones como jueza.
En el lado opuesto, a los conservadores les entusiasma su nombramiento y ya circulan por internet memes de ella caracterizada como una heroína. Coney Barrett es adalid de todas las causas que más movilizan a la base más conservadora del Partido Republicano, algo fundamental a las puertas de las elecciones presidenciales de noviembre.
Mira también: