Al menos 111 personas murieron en Texas tras la tormenta invernal de febrero: casi el doble del estimado original
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (DSHS) de Texas aumentó este jueves la cifra de muertos tras los apagones en el estado por la tormenta invernal de febrero: la llevó al menos a 111.
El número casi es el doble de lo que inicialmente habían reportado tras una de las peores crisis eléctricas en la historia de Estados Unidos. Y podría seguir aumentando. En su reporte aseguran que serán actualizadas cada semana.
Fueron tres las maneras en que se certificaron las nuevas muertes, según la agencia estatal: con certificados médicos entregados al DSHS que confirmaban que el fallecimiento estaba directamente relacionado con una situación de desastre; porque los certificados de defunción fueron marcados como vinculados con la crisis; o porque epidemiólogos del DSHS compararon los registros públicos de muertes causadas por el desastre con los certificados de defunción.
Según DSHS, la mayoría de las muertes verificadas —entre el 11 de febrero y el 5 de marzo— estaban asociadas con hipotermia, pero otras causas de muerte fueron accidentes de tránsito, envenenamiento por monóxido de carbono, fallas en equipos médicos, empeoramiento de condiciones crónicas, falta de oxígeno en casa, caídas y fuego.
En orden, los condados en los que se registraron más muertes fueron Harris (31), Travis (9), Taylor y Galveston (6 en cada uno) y Bexas(4).
En febrero, las autoridades alertaron de que Texas y otros estados sufrirían una de las tormentas invernales más frías que se hubieran vivido en el pasado. Y lo fue. Más de cuatro millones de personas, solo en Texas, quedaron sin luz ni agua por días en medio de temperaturas congelantes. Y la demanda eléctrica aumentó a un nivel tal que sobrepasó la capacidad de generación y las reservas del estado.
Las autoridades de la generadora eléctrica del estado itieron días después que el sistema completo estuvo a punto del colapso total. La renuncia de casi toda su directiva fue evidencia de que la red del estado —aislada de sus vecinos y vieja— no estaba preparada para un jalón eléctrico como el que se generó en esos días de frío congelante.
A principios de marzo, las autoridades habían asegurado que el saldo de víctimas en el estado había sido de 57, pero alertaron de que el número podía elevarse y así pasó.
El desastre que vivió Texas es investigado ahora por el Congreso.
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