La retórica violenta de Trump llega a los salones de clase

“¿Ya la muralla llegó?” Todos los días, un niño hispano de kínder le hace esa pregunta a su maestro en una escuela de Tennessee. Sus compañeros de clase le dicen a él y a otros niños hispanos que serán deportados y que esa muralla les impedirá regresar a casa.
Ese es el testimonio de uno de los 2,000 maestros de kínder a duodécimo grado encuestados por el Southern Poverty Law Center (SPLC) en torno al impacto que la campaña presidencial de 2016 ha tenido en los estudiantes de Estados Unidos.
A días de las primarias del 19 de abril en Nueva York, SPLC publica el estudio “The Trump Effect: The impact of the presidential campaign on our nation’s schools” que señala que la retórica ofensiva del precandidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha producido ansiedad y miedo entre niños de minorías.
La encuesta, que incluye alrededor de 5,000 comentarios de educadores, pone la lupa sobre el sentir de los estudiantes pero también de los maestros, quienes reportaron un aumento en el ‘bullying’, el acoso y la intimidación de alumnos cuyas razas, religiones o países han sido objeto de críticas en esta carrera presidencial.
La encuesta en línea, conducida por el proyecto Teaching Tolerance de SPLC del 23 de marzo al 2 de abril, no es científica. Pero el reporte recoge a través de respuestas y testimonios cómo ese discurso ha agravado las tensiones raciales y étnicas en las escuelas alrededor del país, especialmente aquellas con grandes concentraciones de minorías.
Según esta investigación, más de dos terceras partes de los maestros reportaron que sus estudiantes -mayormente los inmigrantes, hijos de inmigrantes o musulmanes- tienen preocupación o miedo de lo que les pueda pasar a ellos y a sus familias tras las elecciones.
“Estamos sumamente preocupados por el nivel de miedo entre niños de minorías que se sienten amenazados por la incendiaria retórica de la campaña y el ‘bullying’ que han enfrentado en la escuela”, dijo el presidente de SPLC, Richard Cohen.
“Hemos visto a Donald Trump comportarse como un niño de 12 años y ahora estamos viendo niños de 12 años comportarse como Donald Trump”, agregó Cohen.
Es que de acuerdo con SPLC, si bien la encuesta no identificaba candidatos en sus preguntas, sobre 1,000 comentarios mencionan a Donald Trump mientras menos de 200 hacían mención de Hillary Clinton, Ted Cruz o Bernie Sanders.
“Estudiantes latinos están preocupados que si Donald Trump resultara electo que ellos y sus familias serán deportados”, dijo otro de los maestros encuestados.
En una escuela secundaria de Carolina del Norte, una maestra afirmó que tiene estudiantes hispanos que llevan a clases sus certificados de nacimiento o sus tarjetas de seguro social por miedo a que serán deportados.
Ese temor de los alumnos hispanos lo comparten estudiantes en una escuela intermedia que tiene una población grande de afroamericanos musulmanes. “Ellos creen que si él resulta electo, que todos los afroamericanos serán enviados a África”, aseguró un maestro.
Aparte del miedo, otra consecuencia de esta retórica abrasiva entre los estudiantes es que el lenguaje racista o de desprecio de pronto se les puede volver normal.
Como dijo uno de los educadores, una vez las palabras salen, no pueden ser ignoradas.
Es el poder que tienen las palabras, al fin y al cabo.
Un maestro aseguró que un estudiante de quinto grado le dijo a un compañero musulmán que él apoyaría a Donald Trump porque “si se convierte en presidente, él matará a todos los musulmanes”.
El civismo, así las cosas, languidece en muchos salones como reflejo de un entorno de retóricas de odio e intolerancia.
“Si Donald Trump se convierte en presidente, ¡tú te vas de aquí! ¡Y tú, y tú, y tú! Y yo, porque soy mexicano”, dijo un estudiante, de acuerdo con el testimonio de su maestro.
Más allá de los aspectos más negativos de estos discursos públicos, algunos maestros reportan que sus estudiantes se han interesado mucho en el proceso político de este año o que cada vez más preguntas surgen en las aulas. Pero también están aquellos educadores que temen que la hostilidad permee los puntos de vista de los niños o que los jóvenes le pierdan confianza al gobierno.
“Las escuelas sienten que su trabajo contra el ‘bullying’ está siendo retado y en muchos casos, viniéndose abajo”, aseguró la autora del reporte, Maureen Costello. “La mayoría de los maestros parecen sentirse en la obligación de tomar una decisión entre enseñar sobre las elecciones o proteger a sus alumnos”.
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