null: nullpx

¿Por qué las marchas de la ciencia y el clima se celebran por separado con solo 7 días de diferencia?

El sábado 22 de abril será la marcha de los científicos en el DC y alrededor del mundo. Una semana después, el sábado 29 de abril, será la Marcha del Pueblo por el Clima. Para ambas el cambio climático es un tema prioritario, pero la Marcha por la Ciencia busca ser neutral en el aspecto político y la del Clima aboga por una sociedad más sana, una prensa libre y la libertad de expresión.
18 Abr 2017 – 06:47 PM EDT
Comparte
Default image alt

La llegada al poder del presidente Trump ha provocado una numerosa reactivación de la movilización pública en Estados Unidos y el mundo. Miles de personas han buscado la forma de demostrar descontento y resistencia en medios de comunicación, en redes sociales y también en las calles con pancartas y consignas.

Durante este mes de abril, la ciencia y el clima también marcharán, pero no lo harán juntas. El próximo sábado 22 de abril está convocada la llamada Marcha de los científicos en el DC; mientras que una semana después, el sábado 29 de abril, será la llamada Marcha del Pueblo por el Clima.

A pesar de que coinciden en algunas de sus consignas, llama la atención, sin embargo, que estas marchas no se realicen de forma simultánea ni tengan una organización común.

¿ Cuál es la diferencia entre ambas marchas y por qué ambas son importantes? En una línea, es la intención política. La Marcha por la Ciencia busca ser neutral en el aspecto político. La Marcha del Pueblo por el Clima no.

Por la ciencia

La Marcha por la Ciencia será la primera de las dos. Si bien esta tendrá como sede principal Washington DC, también se realizará en otras 450 ciudades del mundo. Coincidentemente, esta se realiza el Día Mundial de la Tierra, una efeméride que se celebra en 100 países y que conmemora el nacimiento del movimiento ambientalista moderno que se inició en 1970 cuando unos 20 millones de norteamericanos tomaron las calles, los parques y los auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable.

El objetivo de esta marcha no es solo defender el ambiente. Más bien, se trata de defender la ciencia y la importancia de invertir en el quehacer científico como un pilar fundamental para la libertad y el desarrollo económico y social de un país.

La manifestación busca reflexionar sobre el valor democrático de la ciencia y por ende, la urgencia de que las políticas y reglamentos estatales de EEUU y el mundo estén fundamentados en la investigación y la evidencia científica y no en la política partidaria o ideologías personales.

“La Marcha por la Ciencia es el primer paso de un movimiento global para defender el papel vital que juega la ciencia en nuestra salud, seguridad, economías y gobiernos. Es hora de hacer una diferencia. La ciencia no debe servir a intereses especiales ni ser rechazada en base a convicciones personales o políticas”, animan los organizadores del movimiento en su sitio web oficial March for Science.

En el sitio web se precisa que los principios centrales de la Marcha de la Ciencia son:


  1. Destacar la vocación de servicio público que tiene la ciencia.
  2. Recalcar que la ciencia debe hacerse de forma abierta y honesta y estar al alcance de un público inclusivo.
  3. Reflexionar sobre la necesidad de que los gobiernos y empresas de inviertan en educación científica de vanguardia.
  4. Promover la urgencia mayor diversidad e inclusión social y de género en las ciencias, la tecnología, las ingenierías y las matemáticas (STEM)
  5. Evidenciar la importancia de que investigación científica y de sus aplicaciones tenga un financiamiento saludable y constante.

Este movimiento también aclara que es una manifestación diversa y no partidista que defiende también que ni las agencias y políticas gubernamentales deben restringir a los científicos, su investigación o su capacidad para comunicar sus resultados al público pues sus hallazgos no deben ser censurados, ignorados o eliminados, sino que deben utilizarse para diseñar políticas efectivas para mantener a la población sana y segura.

Precisamente por ello, la marcha científica en Washington culminará con una feria o exposición masiva en el Mall con altavoces y tiendas para enseñar donde los científicos podrán compartir los resultados de sus investigaciones con el público que paga por ellas con sus impuestos. Los organizadores dicen que más de 45,000 personas se han inscrito en línea para trabajar como voluntarios en esta iniciativa. El movimiento tiene su propio perfil en Facebook y en Twitter.

"Nos inspiraron (o más bien, enfurecieron) por los actuales ataques a la ciencia hechos por la nueva istración. Reducir el financiamiento y restringir a los científicos de comunicar sus conclusiones (de la investigación financiada con impuestos) al público es absurdo y no se puede permitir que se mantenga como política", dijo la escritora científica e investigadora de salud pública Caroline Weinberg a The Washington Post.

Según Weinberg, algunos de los acontecimientos más recientes a los que se oponen los científicos, son la orden ejecutiva de revertir la mitigación del cambio climático, el aceptar que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) permita el uso de los llamados clorpirifos, insecticida para controlar plagas de insectos que se ha demostrado no es seguro para la salud humana y perjudicar el desarrollo cognitivo en niños, y que se haya revocado la normativa para la protección de corrientes de agua que impedía que los contaminantes de la explotación minera entren a las vías fluviales.

Por el clima

Por su parte, la Marcha del Pueblo por el Clima será el 29 de abril de 2017, en DC y también en otras ciudades del país. Se eligió ese día pues se cumplen los primeros 100 del mandato del nuevo presidente Donald Trump. La fecha de esta marcha se decidió y anunció primero que la Marcha por la Ciencia. Tras la manifestación climática hay una organización sólida y multitudinaria que nació desde setiembre del 2014 con la primera Marcha del Clima del Pueblo, donde 400,000 personas marcharon por las calles de la ciudad de Nueva York.

“El Movimiento Climático Popular se preocupa profundamente por la ciencia— pero la justicia social, económica y climática son el corazón de nuestro trabajo”, se defienden de quienes les critican no haberse unido con la marcha de la ciencia.

Según el sitio web oficial, quienes participen en la Marcha del Clima del Pueblo están exigiendo su derecho a una sociedad más sana y sostenible, una prensa libre y libertad de expresión.

Sí, eso significa reducir los gases de efecto invernadero (GHG), pero también defender el derecho a aire, el agua limpias y tierra sanas con ecosistemas saludables, así como la justicia racial, social y económica, para que las comunidades más afectadas por la desigualdad socioeconómica no sean nuevamente víctimas de los embates del cambio climático.

Los principios oficiales de esta marcha son:

  1. Reducir rápida y eficientemente las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación tóxica para combatir con éxito el cambio climático y mejorar la salud pública.
  2. Promover la transición hacia un desarrollo económico basado en energías limpias que limite el aumento de la temperatura a 1,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales.
  3. Proporcionar una transición justa para las comunidades y trabajadores afectados negativamente por los cambios en el sistema productivo que incluya oportunidades económicas específicas y les proporcione ingresos estables, atención médica y educación.
  4. Hacer inversiones audaces en estados, ciudades, tribus y comunidades que están amenazadas por el cambio climático.
  5. Exigir que cada trabajo pague un salario de al menos $ 15 por hora, proteja a los trabajadores y proporcione un buen nivel de vida, caminos para salir de la pobreza y el derecho a organizarse.
  6. Crear oportunidades y buenos empleos para personas de bajos ingresos, personas de color, agricultores del país, mujeres e integrantes de los pueblos indígenas.
  7. Garantizar que el mercado y las políticas protejan los derechos humanos y los ecosistemas nativos en mayor riesgo.

“El Movimiento Climático Popular tiene la firme creencia en la necesidad de evidenciar a todos los políticos que amenacen nuestro clima, nuestras comunidades, y nuestros empleos. Por eso, proponemos una visión alternativa para una economía que funcione para la gente y para el planeta (...) Esta marcha no es una guerra contra el carbón. Muchas comunidades han dependido de la extracción de carbón para su subsistencia. Actuar para combatir el cambio climático no tiene por objeto quitarle los principales ingresos económicos a estas comunidades. Más bien, se trata de ayudarles a cambiar a una economía mejor y más saludable para todos”, explican los organizadores.

Mientras miles alistan sus camisetas e insgnias para ir a manifestarse. Hay decenas de científicos y ambientalistas que han dicho públicamente que no creen en el valor de esta movilización. Por ejemplo, para el ecologista de la Western Carolina University Robert Young, marchar no es suficiente. En lugar de ello, el insta a científicos y personas de todo el mundo a ponerse en o con grupos cívicos, iglesias y funcionarios electos y esforzarse por explicarles cómo funciona la ciencia y por qué se debe confiar en los descubrimientos científicos. “Necesitamos narradores, no marchantes", concluyó.

Comparte
RELACIONADOS:Justicia Ambiental