Key West, el punto más sureño de los Estados Unidos, no escapa los efectos del cambio climático. Este destino turístico de casitas playeras de madera, antiguo hogar del escritor Ernest Hemingway y conocido también como la Conche Republic, es de muy baja elevación y sucumbe fácilmente ante el creciente nivel del mar. El Army Corps of Engineers estima que en los próximos 30 años las aguas subirán unas 15 pulgadas. Crédito: Getty Images
El amazonas es la selva tropical más grande del mundo. Sus más 2.3 millones de millas cuadradas de extensión se expanden a través de nueve países. En ella se encuentra un sinfín de biodiversidad de la cual aún se siguen descubriendo especies. Además de sufrir destrozos por actividades humanas como la tala y la contaminación, las severas sequías agravadas por el cambio climático destruyen gran parte de estos bosques y los dejan más susceptibles a incendios forestales. Crédito: Getty Images
Alaska es el estado más grande de los Estados Unidos. Repleto de vastos terrenos de solo naturaleza y junto al círculo ártico, ya sufre grandes cambios por el calentamiento global que le causa, entre otras consecuencias, la erosión costera, retroceso de los hielos y derretimiento del permafrost. Crédito: Getty Images
Los Alpes, cadena montañosa del centro de Europa que se extiende a través de ocho países, son un destino preferido para esquiadores. Sin embargo, el calentamiento global está reduciendo no solo la duración de la temporada de nieve sino que a algunos sitios, de elevación más baja, hay veces que ya ni siquiera se junta suficiente precipitación para practicar el deporte. Crédito: Getty Images
Las islas Maldivas, un grupo de atoles de baja elevación en el Océano Índico conforman la nación de menor elevación del mundo. Sus paradisíacas playas de arena blanca ya van desapareciendo por la subida del mar que amenaza con borrarlas del mapa por completo. En respuesta, el país se ha comprometido a tener un balance de carbono neutro antes del año 2019.
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Las orillas del mar muerto, que separa a Israel de Jordania, están retrocediendo a un ritmo de 3.3 pies por año. Este mar, conocido por la dificultad de hundirse en sus aguas por su alta salinidad, ya ha perdido un tercio de su superficie porque ambos países desvían el 90% del agua proveniente del río Jordán, que históricamente ha abastecido esta masa de agua rico en minerales. Crédito: Getty Images
Venecia ya es famoso por su relación cercana con el agua, con sus canales llenos de agua proveniente del mar Adriático, es común que su Piazza San Marco así como en otras partes de la ciudad se inunden con frecuencia. Sin embargo, las inundaciones en este destino romántico podrían pasar a severas con el creciente nivel de mar. Aunque activistas ya han invertido en compuertas para reducir el impacto, no hay cómo saber realmente qué futuro le depara a la ciudad de las góndolas. Crédito: Getty Images
La gran barrera de coral, ubicada fuera de la costa australiana de Queensland, es el arrecife más grande del mundo. Se extiende por más de 1,600 millas y tiene más de 100 islas y 3,000 arrecifes individuales. La acidificación de los océanos por su aumento de temperatura está acabando con este patrimonio natural de la humanidad. Crédito: Getty Images
Napa Valley, en California, una de las regiones vitivinícolas más conocidas del mundo, es un destino preferido por los amantes del vino. La producción de la vid en esta región podría tener que cesar por el cambio en el clima que ya está afectando la cosecha, con veranos más largos y calurosos. Las tendencias en cambio de temperaturas amenazan con ser incompatibles con las condiciones necesarias para la producción. Esto podría, también acabar con el gran turismo que abastece la economía de la región. Crédito: Getty Images