Estas son 5 cosas sorprendentes que le hace el cambio climático a tu salud mental y que ni habías pensado
Con el alza de las temperaturas y del nivel del mar (debido al deshielo en los casquetes polares), el calentamiento global está favoreciendo la frecuencia y recrudecimiento de fenómenos naturales de grandes magnitudes.
Así como la evidencia de que el alza de las temperaturas globales genera escasez de alimentos, migración masiva, escasez de agua, diseminación de enfermedades, el impacto del fenómeno en el ánimo y salud mental de las personas también es irrefutable.
Varios especialistas y estudios recientes han alertado recientemente de estas consecuencias menos conocidas o debatidas que surgen tras las pérdidas humanas y económicas provocadas por el calentamiento global.
Un reciente informe publicado por la Asociación Americana de Psicología titulado ' Salud Mental y Nuestro Clima Cambiante: Impactos, Implicaciones y Orientación' las reseña.
1. Favorece cuadros de ansiedad
El cambio climático provoca estrés y ansiedad en diferentes niveles a diferentes personas. A algunos, leer las noticias y alertas de daños ambientales en diferentes partes del mundo todos los días les provoca un acrecentado sentimiento de aflicción y preocupación, así como de impotencia ante el dolor ajeno.
Pero cuando los fenómenos naturales están más cerca o nos ocurren a nosotros, el estrés por no saber exactamente qué va a ocurrir (si a a pasar un huracán o va a haber inundaciones, por ejemplo) y si las personas que amamos o nosotros mismos estamos en peligro inminente de tragedia provoca ansiedad.
En zonas donde hay escasez de agua o por el contrario, inundaciones periódicas, algunos habitantes pueden además desarrollar un estado de alerta emocional permanente que puede alterar sus patrones de sueño y alimentación.
Vivir en zonas vulnerables y no tener los recursos económicos para migrar y estar a salvo, así como estar expuestos a condiciones de mayor calor sin a tecnología para paliarlo como agua potable o a aire acondicionado altera significativamente el estado de ánimo y la habilidad para enfrentarse a los problemas.
Los profesionales que trabajan en áreas que serán impactadas irremediablemente por el fenómeno pueden enfrentarse a cuadros de estrés severos.
2. Provoca traumas y conmoción
Tras su ocurrencia o paso, las víctimas sufren traumas emocionales y conmociones debido a lesiones personales.
En estos casos puede deberse a la pérdida de un ser querido (persona o mascota) o el daño parcial o total de propiedades personales (casa, el carro, computadoras, instrumentos musicales) o de la pérdida de la fuente de sustento (taller o granja donde trabajaban para ganarse el dinero). Algunas comunidades desfavorecidas, como las comunidades indígenas, los niños y las comunidades que dependen del entorno natural pueden experimentar impactos desproporcionados en la salud mental.
Al inicio, las víctimas de las altas temperaturas o cambios de hábitats experimentan terror e ira, pero conforme pasa el tiempo, la conmoción y otras emociones intensas llegan a desaparecer eventualmente y solo queda el llamado estrés postraumático (siga leyendo).
3. Genera trastorno de estrés postraumático (TEPT)
Es una enfermedad real. Se presenta tras experimentar momentos traumáticos como una inundación o un huracán. Es el mismo mal que padecen quienes fueron a la guerra o han sufrido violaciones o accidentes graves.
Aparece en momentos diferentes dependiendo de la persona. Mientras que en algunos casos los síntomas pueden manifestarse inmediatamente después del evento traumático y permanecer por mucho tiempo, otras personas desarrollan síntomas nuevos y más serios meses o hasta años más tarde. El trastorno de estrés postraumático le puede afectar a cualquiera, incluso niños, asegura la Organización Mundial de la Salud.
Entre los síntomas destaca la dificultad para dormir o pesadillas sobre el evento, ira, sentimiento de soledad o de que el evento ya a ocurrir nuevamente. También a otras personas les da culpa o tristeza. Quienes padezcan este trauma requieren atención de un especialista y acompañamiento de personas o familiares que le brinden apoyo emocional.
4. Migración, duelo, pérdida de identidad y hostilidad
Los cambios climáticos afectan a la agricultura, la infraestructura y la habitabilidad, lo que a su vez afecta a las ocupaciones y a la calidad de vida y puede obligar a las personas a emigrar. Estos efectos pueden llevar sentir que se enfrentan a una pérdida de la identidad personal o incluso profesional, pues significa abandonar las redes personales y la autonomía y empezar de nuevo.
El nuevo informe alerta que las pérdidas personales pueden llegar a manifestarse en forma de tristeza, pero también hay casos en los que favorece la hostilidad.
Se ha demostrado que los cambios severos y a largo plazo que no ocurren por voluntad de la persona son capaces de elevar la hostilidad y el nivel de agresión interpersonal, detallan los psicólogos Susan Clayton, PhD, del Colegio de Wooster, y Christie Manning, PhD, de Macalester College.
El efecto también es grupal pues, por ejemplo, al emigrar se pierde el sentido de comunidad y puede llegarse a un sitio donde lo que haya es una pugna de poder por mantener, cada uno, sus propias costumbres y no adaptarse a las de nadie más.
5. Depresión y suicidio
Los cambios involuntarios a los que las personas se ven sometidas cuando deben migrar o cuando el lugar donde habitan se daña por el paso de fenómenos naturales hace que experimenten una fuerte sensación de pérdida de control, desamparo o fatalismo y que, además, les sea más difícil de enfrentar por la pérdida de estructuras de apoyo social de su “antigua vida”, explican los expertos de la Asociación Americana de Psicología.
Por ello, en estas condiciones, hay un repunte de alteraciones en el estado de ánimo y también en el número de suicidios.
Según el reporte, una muestra de personas que vivían en áreas afectadas por el huracán Katrina en 2005, el suicidio y el pensamiento suicida se duplicaron, una de cada seis personas cumplió con los criterios diagnósticos de trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el 49 por ciento desarrolló ansiedad o trastorno del estado de ánimo, como depresión, según revela el estudio.
Otra investigación reciente publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias atribuye más de 59,000 suicidios en la India al aumento de las temperaturas desde 1980.
“El suicidio es un indicador desgarrador de las dificultades humanas y debe ser considerado al elaborar la política climática para el futuro", dijo la autora Tamma Carleton, estudiante de doctorado en la Universidad de California, Berkeley.
Pero no todo está perdido. Los expertos sugieren que es posible fortalecer nuestras relaciones sociales para ser más resilientes a los cambios que ya están ocurriendo y vendrán. También aseguran que no es ningún mal negocio adoptar hábitos verdes y que además favorecen nuestra salud como caminar más o andar en bicicleta para ayudar así al planeta y a nosotros mismos.