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Poniendo en perspectiva la caravana de los migrantes

“La caravana no es una afrenta a Estados Unidos o a Donald Trump, es una decisión lógica y racional para protegerse a sí mismos y a las familias de un mayor riesgo”.
Opinión
Deputy Director of Latin American Program at the Woodrow Wilson Center.
2018-10-24T17:19:41-04:00
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Migrantes indocumentados hondureños en una caravana rumbo a Estados Unidos. Inmagen de archivo. Crédito: AP

Con tantos rumores alrededor es verdaderamente difícil entender qué es lo que impulsa a la caravana en su viaje hacia Estados Unidos. Abundan las teorías de conspiración sobre demócratas o republicanos detrás de esta caravana, y algunos han llegado al extremo de sugerir que George Soros es quien está detrás de todo esto. Personalmente, estoy tratando de averiguar si existe una conexión entre el sorteo de la lotería Mega Millions, los saudíes y la caravana.
Pero por más entretenido que sea, hay algunos hechos importantes que se pierden en la confusión. A continuación, ofrezco algunas ideas que ponen la caravana en una perspectiva diferente.

En primer lugar, los problemas que impulsan la migración desde Centroamérica han existido durante ya varios años. Esto no quiere decir que estos no sean problemas graves, sino que no hay nada nuevo que haya provocado la caravana en este momento. Las tasas de homicidios han sido extraordinariamente altas en el Triángulo Norte por algún tiempo, y aunque han descendido considerablemente en Honduras y El Salvador, todavía son dos y tres veces más altas que el promedio regional. Guatemala ha sufrido un aumento en los homicidios en los últimos tiempos, pero en general Guatemala tiene las tasas de homicidios más bajas de los tres países, por lo que esto no explica por qué los guatemaltecos están migrando en mayor número en este momento.

La pobreza es crónica en el Triángulo Norte, y la desnutrición entre los niños en las Planicies Occidentales de Guatemala alcanza casi el 80%. Esta tasa se ha mantenido obstinadamente alta durante algún tiempo. La economía de El Salvador ha tenido un bajo rendimiento durante algún tiempo, muy por debajo del promedio regional cuando se excluyen las remesas de los salvadoreños residentes en Estados Unidos.

La corrupción y los estados débiles –especialmente entre la policía, los fiscales y los tribunales– también han prevalecido durante años. Si bien ha habido algunos avances importantes en los casos de corrupción de alto nivel en Honduras, Guatemala y El Salvador, los corruptos y poderosos se han reorganizado y amenazan los pequeños avances que se han logrado.

En general, el crimen, la violencia, la pobreza y la crisis de gobernanza que enfrentan los pueblos de América Central pueden estar mejorando al margen, pero no lo suficiente como para cambiar las decisiones de emigrar que toman las familias y los individuos.

En segundo lugar, la gran mayoría de las personas que salen de Centroamérica conocen bien los riesgos que enfrentan en el camino. Deciden emprender el viaje porque el riesgo de quedarse es mayor. Las medidas cada vez más punitivas aplicadas por Estados Unidos no parecen estar inclinando el equilibrio contra la migración.

Además, las historias de extorsión, golpizas, violaciones y explotación a lo largo de las rutas migratorias son muy claras, muy vívidas para la mayoría de los inmigrantes potenciales. Cada vez más, los migrantes deben confiar en organizaciones criminales con capacidades logísticas, de comunicaciones e inteligencia para trasladar las personas hacia el norte y así evitar que los detecten, los detengan y, en última instancia, los deporten. Y los riesgos para los migrantes no son solo las organizaciones criminales. La policía abusiva y oportunista, las autoridades migratorias y los funcionarios son a menudo su mayor problema. Esto explica por qué prefieren pagarles a los contrabandistas, aunque los contrabandistas también son abusivos.

Finalmente, la caravana NO ES un intento para influir en las elecciones estadounidenses de mitad de período a favor de los demócratas o de los republicanos. ES un intento de los migrantes por viajar con relativa seguridad, dificultándoles a las autoridades y a los delincuentes aprovecharse de su vulnerabilidad en el camino. En lugar de pagarle a una organización criminal 5,000 o 6,000 dólares para migrar y, por lo tanto, correr el riesgo de extorsión o violencia en el camino, prefieren viajar en grupo –caravana– donde no le están pagando a nadie y se sienten seguros en números. Muchos mexicanos generosos se han ofrecido para brindarles comida y refugio en el camino.
La caravana no es una afrenta a Estados Unidos o a Donald Trump, es una decisión lógica y racional para protegerse a sí mismos y a las familias de un mayor riesgo. Prueba de ello radica en el número cada vez mayor de migrantes que se unen a la caravana. He escuchado sobre migrantes y a migrantes en los últimos días que cuentan una historia similar: yo ya estaba camino al norte cuando supe de la caravana. En cada caso, o la esperaron o regresaron para unirse a la caravana porque pensaron que sería más seguro.

¿Entonces, qué se puede hacer con esto? Si Estados Unidos no quiere más caravanas de migrantes (y continuarán formándose y viajando hacia el norte si no existe una alternativa), entonces debe trabajar diligentemente con los países centroamericanos y México para garantizar las protecciones adecuadas para los migrantes. Lo fundamental para esto es la urgencia de una gran negociación sobre la migración que abarque Centroamérica, México y Estados Unidos. Dicha negociación requerirá compromisos por parte de todos, incluyendo Estados Unidos, que debe lidiar con su sistema de inmigración deficiente y desarrollar vías legales seguras para migrar. También requiere que Estados Unidos profundice su compromiso en Centroamérica para abordar los factores que impulsan la migración. Ésta ha sido la política de Estados Unidos desde 2014, pero las amenazas del Presidente Trump de "recortar" la ayuda serán contraproducentes si dan pie a gobiernos más débiles, más susceptibles al crimen organizado y el tráfico ilícito, lo cual contribuye a la desesperación en la región.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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