Cuidado con los abogados corporativos en la política

En días recientes ha surgido un gran escándalo en Puerto Rico a raíz del descubrimiento de que el presidente del Partido Popular Democrático, Héctor Ferrer, y el exsenador del mismo partido Roberto Prats le rendían servicios legales a una de las compañías acreedores de la deuda de Puerto Rico y que se beneficia con la Ley Promesa. Este capítulo de la novela más oscura en la historia política moderna de Puerto Rico y Estados Unidos llamada PROMESA nos muestra cómo algunos políticos inescrupulosos están dispuestos a hacer lo que sea para enriquecerse o, como diríamos en Puerto Rico, “venderse como lechón a peso”.
Ferrer y Prats, públicamente y ante las cámaras, decían que estaban en contra de los buitres que capitalizaban con el colapso económico de Puerto Rico. Ahora sale a relucir que ellos también eran parte del movimiento de buitres corporativos que buscan hacerse millonarios con la destrucción de nuestra patria, al prestarle servicios legales a la compañía CDI.
En Puerto Rico –y en el resto del mundo– el de abogado es un título que representa inteligencia, honradez y verticalidad, cualidades muy valiosas en el mundo de la política. Pero la gran mayoría del pueblo no sabe o no entiende las diferentes especialidades y los diferentes tipos de abogados que existen. La imagen que tienen sobre el abogado es la que ven en las películas, donde se presenta al abogado litigando un caso dramático ante un jurado. Lo que no saben es que la mayoría de los abogados no litigan y el 95% de los casos jamás llegan a juicio. Tampoco saben que dentro de la abogacía hay diferentes especialidades y una de esas especialidades es la del abogado corporativo, que representa o lleva casos en defensa o en contra de corporaciones y/o compañías poderosas y multimillonarias. El abogado corporativo que representa una corporación tiene el deber, según los cánones de ética de la abogacía, de proveer una representación competente y velar por los mejores intereses de su cliente.
En el mundo corporativo, el mejor interés de muchas de estas corporaciones es maximizar ganancias e incrementar sus riquezas. Dentro de la abogacía, el derecho corporativo es una de las áreas de practica que más paga, porque el cliente corporativo posee millones de dólares para invertir en abogados que representen y defiendan sus mejores intereses monetarios.
¿Sabías que muchos exgobernantes de Puerto Rico eran y son abogados corporativos?
El exgobernador Luis Fortuño y el excomisionado residente Pedro Pierluisi han sido abogados corporativos toda la vida. Han dedicado sus carreras como abogados a defender a los poderes económicos detrás de la colonia. Y ahora sale a relucir que los licenciados Ferrer y Prats también practican como abogados corporativos rindiéndole servicios legales a compañías que denigran a nuestra patria y capitalizan con su colapso económico. Y todo esto por DINERO.
Tomemos el ejemplo de Fortuño y Pierluisi. Durante sus términos, pasaron las leyes 20 & 22 del 2012, con las que se creó una exención contributiva para corporaciones foráneas si mudan sus operaciones a Puerto Rico. Estas leyes también permiten que un millonario extranjero o estadounidense que viva en Puerto Rico por solo seis meses no pague impuestos o contribuciones sobre sus dividendos. Estas leyes fueron apoyadas y aprobadas por los dos partidos mayoritarios en la isla: el PPD y el PNP.
Los licenciados Fortuño, Pierluisi, Ferrer y Prats argumentarán que dichas leyes “atraen inversión y crean empleos”. Sin embargo, como ya sabemos, el desempleo en Puerto Rico está más alto que nunca y la economía de la colonia, Puerto Rico, no ha mejorado. Estas leyes en nada ayudan al pueblo de Puerto Rico, al contrario, permiten que millonarios puedan evadir contribuciones corporativas para así comprarse su yate o su tercera mansión sin crear empleo alguno en la isla.
Después de retirarse de la política, vuelven a las firmas corporativas que los vieron crecer profesionalmente y son recibidos con jubilo por crear leyes beneficiosas para sus clientes corporativos. ¿Ven la jugada?
Ser abogado corporativo no es malo y cada abogado tiene derecho a ejercer en lo que le guste. En nuestro sistema electoral todos tenemos el derecho a aspirar a una posición en el gobierno. Sin embargo, cuando veas a un abogado corporativo aspirando a una posición electiva, mucho cuidado.
Vale la pena preguntarnos lo siguiente: ¿Queremos gobernantes que siempre tengan los intereses del pueblo primero ó continuamos votando por gobernantes que representan a los poderes económicos detrás de la colonia y que destruyen y venden nuestra patria al mejor postor?
Como decimos en Puerto Rico, ¿continuaremos poniendo a los cabros a velar la lechuga?
Usted tiene el poder de decidir.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.