Biden escogerá una mujer para vicepresidente, tenemos que respaldarla

En los próximos días Joe Biden anunciará a su compañera de fórmula después de comprometerse a elegir a una mujer como vicepresidente. Afortunadamente para él, tiene varias opciones excelentes dado el amplio número de mujeres demócratas bien capacitadas para esta función. Sin embargo, ser mujer en la política conlleva un escrutinio adicional y el sexismo que descarriló la campaña de Hillary Clinton está siempre presente.
Antes de discutir el sexismo que ya leemos en los titulares, es importante reconocer lo extraordinario que es este momento en el que tenemos tantas mujeres brillantes y talentosas para el puesto número dos. Desde las gobernadoras Whitmer y Lujan Grisham hasta las senadoras Harris, Warren y Duckworth, la Representante Karen Bass y exembajadora Susan Rice. Cada una de estas mujeres está preparada, lista y con la experiencia necesaria para ser una excelente vicepresidenta.
Las gobernadoras Lujan Grisham y Whitmer, en particular, cuentan con experiencia ejecutiva, un logro que no muchas mujeres en la política han tenido la oportunidad de experimentar. Y lo han hecho particularmente bien frente a la pandemia que azota a nuestro país durante los últimos meses.
Tampoco es sorprendente ver a varias mujeres afroamericanas en la lista, dado el papel central que juegan en el partido demócrata, y el hecho de que la comunidad afroamericana impulsó a Biden a convertirse en el presunto nominado.
También es de destacar que el Partido Demócrata y en particular EMILY’s List, un organismo político dedicado a elegir más mujeres demócratas a cargos políticos, ha cultivado y reclutado intencionalmente mujeres a todo nivel. Este grupo nutrido de mujeres es un buen augurio para el futuro de la política demócrata.
Sin embargo, no hay duda que el sexismo y las normas injustas que enfrentan las mujeres en la política siguen siendo un obstáculo para que sean elegidas a cargos más altos. El sexismo y la misoginia suelen ser más aceptables que el racismo. Las mujeres a menudo son juzgadas por su comportamiento, apariencia y personalidad e incluso el pelo (¿recuerdan a Hillary?), cuando el enfoque debería ser sus cualificaciones, experiencia y conocimiento.
Ya estamos viendo este patrón en contra de las mujeres que son vistas como las principales contendientes para el puesto de vicepresidente. Hace unos días, Kamala Harris fue acusada de ser "demasiado ambiciosa" y de "molestar a la gente". Mientras que la entrevista de Susan Rice se tachó de "encantadora".
Estos adjetivos pueden parecer inocentes, pero inconscientemente influyen en los puntos de vista y opiniones de los votantes y, en última instancia, en sus selecciones. Las mujeres en la política se ven obligadas a caminar en una cuerda floja donde tienen que ser duras pero compasivas; ambiciosas pero humildes; agradables pero distantes; ¡Y Dios no quiera que muestren demasiada emoción!
Estas expectativas absurdas son una carga más pesada para las mujeres de color, porque tienen que ganar la aceptación de los votantes blancos y al mismo tiempo mantenerse conectadas y auténticas con sus raíces y comunidad.
El abuso que ha sufrido la Congresista Alexandria Ocasio Cortez es un ejemplo de cuán cruel es el sexismo, particularmente para las mujeres de color. Antes de ni siquiera poner un pie en el Congreso, sus oponentes, incluyendo el presidente Trump, ya le decían que "regresara a su país" o despectivamente le decían que "ni siquiera sé qué es eso ...".
Hace solo unos días, su homólogo del Congreso, el Republicano Ted Yoho, le insultó tan vulgarmente que sus palabras no son apropiadas de repetir.
Para abordar este problema, organismos pro-mujer, incluyendo Ultraviolet, EMILY’s List y Supermajority han lanzado un esfuerzo exigiendo que los medios y las plataformas sociales tomen medidas para abordar el problema del sexismo en esta elección.
Además de la cobertura mediática sexista, advierten que mensajes sexistas inundarán las redes sociales, retratando a la eventual nominada como incompentente o extrema, o el ataque más preferido de muchos, que utilizó favores sexuales para llegar a donde esta.
Necesitamos exigir algo mejor de nosotros mismos y a los medios. Sea quien sea la candidata a vicepresidente, ella merece una evaluación justa. Y las pregunta clave debería ser: ¿es competente? y en última instancia, ¿puede ayudar a Biden a ganar?
A medida que entramos en un ciclo histórico y la elección más importante de nuestras vidas, es importante que la eventual candidata a vicepresidenta se pueda desempeñar en un terreno justo y equitativo.
Nota : La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.