¿Deben llamarse leche? La industria de las bebidas vegetales ha crecido como la espuma en los últimos años. Pero una cuestión importante se mantiene en el aire: ¿Se les puede llamar leche? La FDA está considerando la prohibición de la palabra leche para designar estas bebidas, tal y como ya ocurre en varios países europeos. Crédito: iStockPhoto
Atención al azúcar añadido. Hay grandes diferencias nutricionales entre unas marcas y otras, como azúcar añadido. En algunos casos, y dependiendo de las marcas, estaremos bebiendo agua azucarada en lugar de algo saludable. Crédito: iStockPhoto
Menos proteínas. Las bebidas vegetales tienen menos proteínas que la leche de vaca. Los frutos secos como las avellanas o las almendras están repletos de proteínas y las almendras son muy ricas en calcio, pero estos nutrientes se pierden durante el procesamiento de estas bebidas. Crédito: iStockPhoto
Algunos fabricantes fortifican las leches vegetales, pero no está claro que estos nutrientes añadidos, sobre todo calcio, se absorban y se usen de forma tan eficiente como los que están naturalmente presentes en los alimentos. Crédito: iStockPhoto
Leche de soya. Es ideal para personas alérgicas a la proteína de la leche, con intolerancia a alguno de sus componentes o para vegetarianos. De las bebidas alternativas a la leche de vaca, es la que presenta mayores ventajas y similitudes. Los nutricionistas recomiendan que esté enriquecida con calcio y, para los vegetarianos, con vitamina B12. iStockPhoto
Leche de avena, arroz o almendras. Las proteínas de estas bebidas tienen menor valor que la de la soya. La leche de almendra, por otro lado, necesita una gran cantidad de agua para su fabricación, por lo que no es un producto recomendable desde el punto de vista medioambiental. Crédito: iStockPhoto
¿Es la leche de vaca tan buena como promete la industria? Un creciente número de estudios lo ponen en duda y en particular cuestionan lo que los fabricantes a menudo colocan como su principal valor: la elevada cantidad de calcio que contiene. No está clara, por ejemplo, la efectividad de la leche para proteger contra rupturas de caderas. Crédito: Unsplash
Por otra parte, la leche tiene muchas calorías. Su contenido proteico es alto, pero la mayoría de los estadounidenses no necesita más proteínas en su dieta. Crédito: iStockPhoto
Leche cruda: rica, pero peligrosa. Si bien es cierto que el sabor de la leche que sale directamente de la vaca –sin calentar ni pasteurizar– es mucho más intenso, la leche cruda, que se puso de moda en los últimos tiempos en EEUU, representa un problema de salud. La presencia de algunas bacterias puede causar diarreas, vómitos o náuseas.
Algunos estudios comparativos entre las proteínas de la leche de vaca y las de cabra concluyen que esta última podía ser buena una alternativa hipoalergénica a la leche de vaca en la dieta humana, en particular para los niños. Crédito: iStockPhoto
Leche de coco. Este sustituto de la leche de vaca se hace a partir de coco prensado y suele estar fortificado con calcio. Tiene un contenido bajo en proteínas y presenta un nivel de grasa saturada más alto que otras alternativas de origen vegetal, como la leche de arroz, avena o soya. Es, no obstante, una buena opción para la pastelería, por su ligero sabor a coco. Crédito: iStockPhoto
Leche de guisante. Se trata de la última en sumarse a la larga lista de leches vegetales. Es apta para los alérgicos a los frutos secos y a la lactosa, no tiene gluten y es mucho más amable para el medio ambiente que la leche de almendra. También tiene más proteina y calcio que otras bebidas vegetales.