Papas fritas. Cualquier producto frito de comida rápida como las papas o los Nuggets de pollo probablemente han sido cocinados en aceites parcialmente hidrogenados (salvo que te digan lo contrario). De todos modos, aunque no sea el caso, los fritos no son la mejor opción para mantener la cintura. Crédito: iStock
Las grasas trans, que se obtienen a partir de la hidrogenación parcial de los aceites vegetales –un procedimiento para alargar la vida útil y dar más consistencia a las grasas de alimentos procesados– no sólo son nefastos para el corazón. También podrían serlo para el cerebro, según estudios que relacionan su consumo con mayores niveles de agresión. Crédito: GettyImages
Margarina. Cuanto más sólida es la margarina, más grasas trans contiene. Algunas marcas anuncian “0 gramos” de trans fat, pero si la etiqueta lista aceites parcialmente hidrogenados, esas pequeñas cantidades van sumando. Lo mejor: un chorrito de aceite de oliva en la tostada. Crédito: iStock
Helado y tarta. Esta combinación favorita de postre con frecuencia es una bomba y no solo calórica. Algunas marcas, como Häagen Dazs, aportan de 0.5 gramos a un gramo en cada porción de helado en determinados sabores. En cuanto a las tartas, los productos horneados de este tipo a menudo contienen grasas trans. Las principales cadenas de comida rápida han eliminado los aceites parialmente hidrogenados de sus tartas de manzana, pero muchas marcas del supermercado continúan incluyéndolos. Crédito: GettyImages
Donas o donuts. Sentimos comunicarlo pero las donas, y en especial las recubiertas como los de la fotografía, son otro de los alimentos a evitar. Las grasas trans se usan con frecuencia porque son baratas y aumentan la duración y la estabilidad del sabor de los alimentos que los contienen. Crédito: GettyImages
Cenas para el microondas (frozen dinners). Las comidas procesadas congeladas suelen contener grasas trans no solo para conseguir que los alimentos no pierdan su textura, sino también para darles un toque más jugoso. Crédito: GettyImages
Galletas. Un grupo sin ánimo de lucro de California demandó en 2003 al gigante alimentario Kraft Foods (fabricante de las galletas Oreo, por ejemplo) por su uso de grasas trans. Aunque la demanda fue desestimada, Kraft eliminóen 2006 las grasas trans de sus famosas galletas Oreo. Muchas otras marcas, no obstante, incluyen este ingrediente en sus productos. Por eso es fundamental leer bien etiquetado. Crédito: GettyImages