Muere Gabriel García Márquez
Sus restos serán cremados
El mundo de las letras está de luto. Falleció Gabriel García Márquez. El Premio Nobel de Literatura murió a los 2 de la tarde en su casa de la Ciudad de México. Tenía 87 años.
Jaime Abello, Director General de la Fundación Gabriel García Márquez, anunció que, a petición de la familia del escritor, los restos de García Márquez serán incinerados.
Y no será sino hasta el lunes 21 de abril que se le rinda homenaje en el Palacio de Bellas Artes, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, decretó tres días de duelo nacional por la muerte del escritor. Colombia iza sus banderas a media asta en todas las instituciones públicas a nivel nacional.
"Colombia entera está de luto, pues se nos ha ido el compatriota más irado y más querido de todos los tiempos. Ha sido, y no exagero al decirlo, el colombiano que en toda la historia de nuestro país más lejos y más alto ha llevado el nombre de nuestra patria", aseguró el mandatario, pidiendo a los colombianos elevar una oración por el Nobel en estos días de Semana Santa.
La noticia de su muerte fue confirmada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México ante el dolor y la incredulidad de quienes rogaban que no fuera cierto.
Más tarde, una carroza fúnebre llegó a su casa, ubicada en la colonia Jardines del Pedregal, en el sur del DF, a la espera de recibir las instrucciones de sus familiares.
Los restos del Nobel de Literatura colombiano llegaron a una funeraria del sur de Ciudad de México para ser velados.
Con dificultades por la nube de periodistas que hacían guardia, el coche fúnebre partió de la casa acompañado de tres patrullas policiales y realizó un breve recorrido hasta la cercana funeraria J. García López, del barrio de San Ángel.
El afamado escritor y ganador del Nobel de Literatura perdió una batalla contra los males que le aquejaban desde hace unos días.
El pasado 31 de marzo había sido hospitalizado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, ubicado en la Ciudad de México por una infección pulmonar y de las vías urinarias.
Gabo estuvo internado ocho días y luego fue dado de alta. Días después, la familia del escritor colombiano reconocía que su estado de salud era frágil y que su situación se podía agravar en cualquier momento.
Hace unos días el periódico El Universal publicaba que García Márquez había sufrido una recaída ante el cáncer linfático que había padecido en 1999. El diario mexicano anunció que el cáncer se le había esparcido al pulmón, a los ganglios y al hígado. Pero esa información no fue confirmada por sus allegados y aún se desconocen las causas del fallecimiento.
Las televisoras de México y diversos medios de comunicación anunciaron el fallecimiento apenas se filtró la noticia. Las redes sociales pronto se inundaron de mensajes alrededor del famoso y galardonado escritor.
La última aparición pública de Gabo, como lo llamaban cariñosamente, fue el pasado 6 de marzo cuando salió de su casa en la Ciudad de México para recibir a los periodistas y iradores que se acercaron a celebrar su cumpleaños número 87.
México homenajeará a García Márquez
México realizará el próximo lunes a las 16 horas un homenaje nacional al recién fallecido Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez en el Palacio de Bellas Artes, anunció la máxima autoridad cultural del país.
"El próximo lunes 21 llevaremos a cabo en el Palacio de Bellas Artes un Homenaje Nacional a Gabriel García Márquez", escribió el jueves en su cuenta de Twitter Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultural y las Artes.
Sus orígenes
El colombiano había nacido en 1927 en Aracataca, un pueblo que lo inspiró a crear el realismo mágico de el Macondo de su obra Cien Años de Soledad.
Creció como si fuera hijo único entre sus abuelos maternos y sus tías, pues sus padres se fueron a vivir a la población de Sucre, cuando Gabriel tenía solo cinco años. En Sucre nacerían la mayoría de sus 11 hermanos.
Su padre, Gabriel Eligio García, y su madre Luisa Santiaga Márquez, se mudaron a Sucre para montar una farmacia. Pero fueron sus abuelos las figuras que más lo influenciarían en su exitosa carrera literaria.
Su abuelo, el coronel Nicolás Márquez, veterano de la Guerra de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de la guerra civil. Mientras que su abuela Tranquilina Iguarán, le contaba fábulas y leyendas familiares.
Se dice que García Márquez aprendió a escribir a los cinco años bajo al tutela de su bella profesora Rosa Elena Fergusson, de la que se enamoró.
Vivió en Aracataca hasta 1936, cuando murió su abuelo y tuvo que irse a vivir con sus padres al puerto de Sucre. En 1940, gracias a una beca, ingresó al Liceo Nacional de Zipaquirá.
En 1947, presionado por sus padres, se trasladó a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional, de la cual nunca se graduó porque con el Bogotazo la universidad cerró sus puertas.
Sus primeras obras
A los 27 años publicó su primera novela, La hojarasca, en la que ya apuntaba los rasgos más característicos de su obra de ficción, llena de desbordante fantasía.
A partir de esta primera obra, su narrativa entroncó con la tradición literaria hispanoamericana, al tiempo que hallaba en algunos creadores estadounidenses, sobre todo en William Faulkner, nuevas fórmulas expresivas.
Comprometido con los movimientos de izquierda, Gabriel García Márquez siguió de cerca la insurrección guerrillera cubana hasta su triunfo en 1959.
Amigo de Fidel Castro, participó por entonces en la fundación de Prensa Latina, la agencia de noticias de Cuba.
El 2 de julio de 1961, García Márquez, acompañado de su esposa Mercedes y de Rodrigo, su hijo mayor, arribaron a la capital mexicana.
Su vida en México
"Llegamos a la Ciudad de México un atardecer malva, con los últimos veinte dólares y sin nada en el porvenir", escribió el colombiano hace unos años.
Al día siguiente, supo del fallecimiento de Ernest Hemingway de un escopetazo. Una semana después, publicaba en una revista mexicana "Un hombre ha muerto de muerte natural".
Continuó su trabajo periodístico combinado con la escritura de relatos cortos, novelas y guiones cinematográficos, con los que difícilmente conseguía sobrevivir.
Con el mexicano Carlos Fuentes, premio Cervantes, trabajó en el guión de la cinta "El gallo de oro". "Pasamos todo el día discutiendo" dónde iba un adjetivo o una coma, narró el mexicano en diciembre de 2008.
Estableció su residencia en una casona de San Angel, en el sur de la capital, donde escribió Cien años de soledad, una de sus obras más recenocidas.
Allí, Mercedes lo consoló como un niño cuando el escritor se sumió en la tristeza tras matar en el texto al general Aureliano Buendía y allí también fue donde encontró inspiración, al ver desde el balcón a una joven batallando con sábanas jaladas por el viento, para mandar a Remedios -otra de las protagonistas- al cielo con su belleza intacta.
Su obra maestra y el Premio Nobel
La penuria económica de los García Márquez era tal que cuando fueron a la oficina de correos a dejar el manuscrito de 590 cuartillas, no les alcanzaba el dinero para el envío.
Decidieron enviar media novela y al día siguiente fueron a empeñar sus joyas de poco valor y regresaron a despachar el resto, para darse cuenta, con gran enojo de Mercedes, de que primero habían mandado la parte final.
"Lo único que falta ahora es que la novela sea mala", le dijo su esposa, según narró el mismo Gabo.
Pero la novela, publicada en 1967, vendió en una semana un primer tiraje de 8,000 ejemplares, se convirtió en su obra cumbre y 45 años después se mantiene en las listas de libros más vendidos en México.
Luego llegaron los premios internacionales y la consagración en 1982 con el Nobel.
El día que recibió la noticia, García Márquez invitó a desayunar a la periodista mexicana Martha Anaya, a la que conocía desde años atrás, cuando él era asiduo de la librería de textos en francés en la que ella trabajaba. La amistad se profundizó en largas partidas de ajedrez en la trastienda.
"Me invitó unos huevos con frijoles que preparó su esposa Mercedes. Recuerdo lo meditabundo que estaba. No sonreía como cuando llegaba a la librería, no gritaba de felicidad, no recibía a sus amigos. Desayunábamos los tres solos en la cocina de su casa, ese día de triunfo para él", narró Anaya a la agencia AFP.
La pelea con Vargas Llosa
El Palacio de Bellas Artes, en pleno corazón de la megaurbe mexicana, fue escenario del rompimiento entre García Márquez y Mario Vargas Llosa. El 12 de febrero de 1976, tras la exhibición privada de una cinta, el colombiano se acercó a felicitar al peruano, que le respondió con un puñetazo directo al rostro.
Los motivos de la pelea, que dejó a García Márquez con el rostro ensangrentado y un ojo morado, nunca quedaron claros: desde entonces los escritores han mantenido un histórico pacto de silencio entre caballeros.
Aunque nunca se reconciliaron, siempre mostraron respeto y iración el uno por el otro. Incluso, tras conocer la noticia, Vargas Llosa hizo unas declaraciones: "Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua", declaró con evidente congoja a un reportero del canal de televisión.
El autor peruano, que ganó el Nobel como su examigo en 2010, añadió que las novelas de García Márquez "le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier". "Envío mis condolencias a su familia", dijo Vargas Llosa desde la ciudad de Ayacucho donde descansa por semana santa.
García Márquez era, hasta hace unos siete años, paseante habitual del centro de la Ciudad de México, donde acostumbraba desayunar en el restaurante de un conocido hotel o tomar una copa en la histórica cantina de La Opera.
Pero los últimos años su presencia fue discreta. Asistía a eventos de corte cultural pero huía de la prensa y solía mantenerse a distancia e incluso en el misterio.