Un informe revela que el espionaje de la NSA es legal
Los programas de recopilación de datos de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA) en países extranjeros son "legales", según un nuevo informe independiente del Consejo de Libertades Civiles y Privacidad (PCLOB).
El documento publicado el 2 de julio respaldó en gran medida el conjunto de programas de vigilancia informática de la NSA, los que han provocado controversia global desde que se dieron a conocer el año pasado por el ex de sistemas de la agencia de seguridad, Edward Snowden.
La conclusión del estudio, contrasta con el informe previo del mismo grupo de analistas, que a principios de año consideró que eran ilegales las recogidas masiva de registros telefónicos a los estadounidenses contenidos en la Sección 215.
Las operaciones en el extranjero, permitidas bajo la Sección 702 de las Enmiendas de la Ley FISA, resultan "valiosas en los esfuerzos del gobierno para combatir el terrorismo, así como en otras áreas de la inteligencia extranjera", dijo el consejo.
El texto además ofrece un conjunto de propuestas "diseñadas para impulsar el programa con mayor comodidad en la esfera de lo razonable, lo que garantiza que el programa siga estando vinculado a su núcleo de una manera constitucionalmente legítima".
El grupo de expertos, que incluye un juez federal demócrata, dos expertos en privacidad y dos exfuncionarios del Departamento de Justicia republicanos, recomendó tomar medidas que minimicen la recolección masiva y que se extraigan los nombres de los estadounidenses que no sean pertinentes.
Espionaje a mandatarios
El alcance y los detalles de los programas de espionaje masivo de la NSA, la mayoría puestos en marcha a raíz de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, quedaron expuestos el año pasado con las filtraciones de Edward Snowden, exanalista de esa agencia y actualmente asilado en Rusia.
Las revelaciones de Snowden sacaron a la luz que EEUU espió las comunicaciones personales de algunos líderes considerados "amigos" de Washington, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel.
En enero pasado, el presidente Barack Obama ordenó poner fin al espionaje a mandatarios de países aliados, pero aclaró, no obstante, que los servicios de inteligencia seguirán recopilando información sobre los gobiernos extranjeros para conocer sus intenciones.
En marzo, el presidente estadounidense ya presentó un plan para poner fin a la acumulación masiva de datos telefónicos que, entre otras cosas, contempla que esos registros no pasen a manos del Gobierno y permanezcan en manos de las compañías de telecomunicaciones.