Así escapó un submarinista de un brutal ataque de cocodrilo
Un submarinista de 51 años de edad se considera afortunado de poder contar su experiencia después de haberse encontrado con un cocodrilo de agua salada mientras buceaba en el mar del extremo norte de Queensland, Australia donde los ataques de estos animales ocurren con mucha frecuencia.
El sábado, Marcus McGowan estaba buceando con esnórquel acompañado de su esposa y un grupo de amigos cuando de golpe se dio cuenta que algo tenía las fauces alrededor de su cabeza.
No era un tiburón sino un cocodrilo de agua salada
En un comunicado publicado el martes por el Hospital de Cairns, donde recibió cuidado por sus heridas, McGowan dijo que inmediatamente pensó que lo había mordido un tiburón.
“Pensé que era un tiburón, pero cuando levanté la mano me di cuenta de que era un cocodrilo”, explicó el submarinista, quien agregó que pudo “ hacer palanca para abrir sus mandíbulas, lo suficiente como para sacar la cabeza”.
“ Luego, el cocodrilo intentó atacarme por segunda vez” recordó McGowan, “pero logré apartarlo con mi mano derecha, que luego fue mordida por el cocodrilo”.
“ Pude escapar de las garras del cocodrilo una vez más y nadar hasta la seguridad del bote que se acercaba después de escuchar nuestros gritos de ayuda”.
El grupo buceaba cerca de las Islas Charles Hardy, a unos 40 kilómetros de la costa.
El bote trasladó a McGowan a Haggerston, una isla turística a unos 45 minutos de distancia, para luego ser llevado en helicóptero al Hospital Cairns, en la ciudad del mismo nombre, donde fue tratado por cortes y heridas punzantes en las manos y la cabeza.
“Simplemente estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Estoy agradecido de que haya sido yo y no uno de los niños o damas del grupo”, dijo McGowan en el comunicado.
McGowan dijo que no pudo ver bien al cocodrilo debido a la rapidez del ataque, pero cree que se trata de un ejemplar joven, de entre dos a tres metros de largo.
El rey de los cocodrilos
Según el Zoológico de Australia, “el cocodrilo de agua salada es el rey de las 27 especies conocidas de estos reptiles depredadores” y “ crecen hasta convertirse en el reptil más grande e incomprendido del planeta”.
La institución, que describe a este animal como “depredadores perfectamente evolucionados que son un vínculo directo con nuestro pasado prehistórico y han estado en el planeta, sin cambios, durante más de 65 millones de años” dice que pueden crecer hasta seis metros de largo y pesar hasta 2,200 libras (1,000 kg).
Conocidos localmente como "saladitos", los cocodrilos de agua salada se encuentran mayoritariamente en las aguas más cálidas del norte del país.
Se cree que actualmente hay alrededor de 100,000 de estos animales en Australia, después de haber estado al borde de la extinción debido a la caza furtiva. Aún así, el cocodrilo de agua salada constituye una especie protegida por el importante papel que juegan en el ecosistema del área.