Esta joven enfrenta 10 años de cárcel por una historia de Instagram
La estudiante rusa Olesya Krivtsova, de 20 años, enfrenta una condena de hasta 10 años de cárcel por publicar una historia de Instagram en la que criticaba al gobierno de Rusia por la guerra en Ucrania.
Todo comenzó en octubre del año pasado, cuando la joven subió a su perfil de Instagram una historia en la que se refería a la explosión de un puente que une a Rusia con Crimea, en la cual expresó que los ucranianos habrían podido alegrarse por la noticia.
La estudiante entonces asistía a la Universidad Federal del Norte en Arcángel (Arkhangelsk), en las costas del Mar Blanco y cercana al círculo Ártico.
Algunos de sus compañeros compartieron su historia, así como algunos de sus comentarios –críticos con la invasión ordenada por Vladimir Putin–, y la reportaron con las autoridades, según The Washington Post.
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saludo
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de Grupo Wagner
Casi tres meses después, el 26 de diciembre de 2022, la policía tocó a su puerta.
“Estaba hablando por teléfono con mi madre cuando escuché que abrían la puerta de mi casa”, contó la estudiante a la cadena británica BBC. “Entraron muchos agentes de policía. Se llevaron mi teléfono y me ordenaron que me tirara al piso”.
La madre de la joven, Natalya Krivtsova, relató a la cadena CNN que la policía amenazó a su hija con un mazo, un acto que describieron como un “saludo” Yevgeny Prigozhin, un aliado cercano de Putin y un actor clave en la guerra en Ucrania.
“A Olesya le dio mucho miedo, porque había visto un video en el que un prisionero [ruso] es asesinado con un mazo”, describió la madre de la estudiante, refiriéndose a una grabación que se volvió viral en Rusia a mediados de noviembre del año pasado, que muestra cómo supuestos mercenarios del grupo Wagner asesinan a un hombre, un presunto desertor.
Acusaciones de “terrorismo”
Las autoridades rusas acusaron a Krivtsova de “descrédito al Ejército ruso” y “actos que justifican el terrorismo”, cargos por los que podría recibir hasta 10 años de cárcel.
El Kremlin la añadió también a su lista de terroristas, donde ocupa un sitio junto con grupos como ISIS o Al Qaeda, según CNN. “El caso de Olesya no es el primero, ni será el último”, explicó a la cadena el abogado de la joven, Alexei Kichin.
La estudiante espera su sentencia en arresto domiciliario, y lleva un brazalete electrónico en el tobillo para que las autoridades rusas puedan observar cada uno de sus pasos.
Olesya tampoco puede conectarse a Internet ni usar el teléfono, y su designación como terrorista implica que no puede usar ninguna cuenta de banco y le prohíbe gastar más de $145 dólares al mes para solventar sus necesidades básicas.
Denunciada por sus compañeros
La BBC publicó este martes una fotografía de uno de los tatuajes de la joven, que muestra a Putin como una araña y una frase escrita en ruso: “Gran Hermano te vigila”, en referencia a la novela 1984, de George Orwell.
Pero, en este caso, no fue directamente el gobierno ruso quien la denunció, sino sus propios compañeros. “Un amigo me enseñó un comentario sobre mí en un chat, en el que decían que estaba en contra de la ‘operación militar especial’ [el eufemismo usado por el Kremlin para referirse a la guerra en Ucrania, que el próximo 24 de febrero cumple un año]. La mayoría de los que estaban ahí son estudiantes de historia, y hablaban de denunciarme con las autoridades”, relató Olesya a la cadena británica.
La televisión estatal rusa ha convertido el caso en un tema frecuente en su propagand. El canal Russia 24 transmitió una mesa redonda en la que Alexander Novikov, líder local del Partido Comunista ruso, calificó a Olesya de “idiota” y sugirió que la enviaran a la primera línea de combate en el Donbás, en el este de Ucrania, para que “viera con sus propios ojos” a los soldados rusos en el frente.
Una de las razones por las que Olesya se convirtió en una crítica a la invasión rusa es su origen: nació en Belgorod, una ciudad a solo 40 kilómetros de la frontera entre Rusia y Ucrania, y que ahora se ha convertido en uno de los principales escenarios de la guerra.
Olesya ha pasado ahí la mayor parte de su vida: se mudó a Arcángel hace menos de tres años. Incluso, meses antes de ser detenida, había visitado a algunos de sus familiares ahí, según información de Sever.Realii project, una organización independiente rusa que también ha sido declarada como “agente extranjero” por sus críticas al régimen de Putin.
“El Estado no tiene estómago para el debate, para la democracia o para la libertad”, dijo Olesya a la BBC. “Pero no nos pueden meter a todos a la cárcel. En algún punto se quedarán sin celdas”.