Juicio contra 51 hombres por violar a una mujer a la que su marido drogaba para dejar inconsciente
El juicio contra un jubilado acusado de drogar durante 10 años a su mujer para que la violaran desconocidos comenzó este lunes en el sur de Francia, un caso emblemático que ha estremecido Francia y que involucra a más de medio centenar de acusados.
La víctima Gisèle P., de 72 años, llegó al tribunal este lunes, rodeada de sus abogados y de sus tres hijos para el inicio del juicio en Aviñón, que se prolongará hasta el 20 de diciembre.
Frente a ella, 51 hombres de entre 26 y 74 años, y entre ellos su exmarido Dominique P. Los acusados enfrentan a hasta 20 años de cárcel, y 18 de ellos ya se encuentran en prisión preventiva.
La víctima debe declarar el jueves, mientras que los jueces interrogarán a su exmarido, que se dice listo "para afrontar a su esposa y su familia", según su abogada Béatrice Zavarro, el 10 de septiembre.
Tras su detención, la unidad de casos sin resolver implicó al acusado en otros dos, un asesinato con violación en París en 1991, que él niega, y un intento de violación en 1999, que ite tras identificarse su ADN.
¿Quiénes son los acusados?
Los acusados son hombres de diferentes profesiones y estratos sociales: bombero, artesano, enfermero, funcionario de prisiones, periodista, electricista...; solteros, casados, divorciados.
"No existe un perfil típico de violador. El violador es un tipo cualquiera", declaró a la AFP antes del juicio Véronique Le Goaziou, investigadora del Laboratoire Méditerranéen de Sociologie, especializada en violencia sexual.
La mayoría fue solo una vez al domicilio del principal acusado en la localidad de Mazan, en el sur de Francia. Y diez fueron en varias ocasiones, hasta seis veces en algunos casos. El hombre no les pedía dinero a cambio. Explicó a los investigadores que lo hizo porque le gustaba ver cómo la tocaban otros hombres.
Los acusados no padecen patologías psicológicas importantes, aunque tienen un sentimiento de "omnipotencia" sobre el cuerpo femenino, según expertos.
Muchos alegan que creían participar en las fantasías de una pareja libertina, aunque según el marido, "todos sabían" que su esposa estaba drogada sin su consentimiento. La acusación dice que "cada individuo disponía de su libre arbitrio" y hubiera podido "partir" al percatarse de la situación.
Pocos de los acusados han reconocido ante los investigadores saber lo que ocurría allí y esa será una de las cuestiones clave para determinar su grado de responsabilidad en el delito de violación agravada. La mayor parte alegaron que pensaban que la mujer se hacía la dormida. Pero, de acuerdo con las filtraciones a los medios, los videos dejan pocas dudas sobre esa cuestión.
¿Cómo ocurrían las violaciones?
Los investigadores identificaron 92 violaciones desde 2011, cuando la pareja todavía vivía en la región de París, pero sobre todo a partir de 2013, tras mudarse a Mazan, y hasta 2020.
El hombre, identificado como Dominique Pelicot, exempleado de la compañía de electricidad EDF, istraba a su esposa un fuerte ansiolítico (sobre todo Temesta, pero también Zolpidem) y los hombres, ados en el sitio de citas coco.fr, actualmente cerrado, tenían la orden de no despertarla.
Otras de las reglas eran no oler a perfume ni a tabaco, calentarse las manos con agua caliente y desvestirse en la cocina, para evitar olvidar prendas en la habitación.
Al final de cada noche de violaciones, el hombre limpiaba el cuerpo de su mujer, según el informe el juez de instrucción.
Supo que su esposo la drogaba y traía a otros hombres para que la violaran casi 10 años después
Gisèle P. se enteró del horror que había vivido estando inconsciente con 68 años, cuando todas las violaciones salieron a la luz después que su marido fuera sorprendido en 2020 en un centro comercial grabando bajo las faldas de las clientas.
Los investigadores encontraron entonces en su computadora muchas fotos y videos de la víctima, visiblemente inconsciente, mientras decenas de desconocidos la violaban.
Para la mujer, el proceso se anuncia como "algo completamente terrible", dice Antoine Camus, uno de sus abogados, que defiende también a sus tres hijos y cinco nietos.
"Vivirá por primera vez, en diferido, las violaciones que sufrió durante 10 años", pues no tiene "ningún recuerdo", dijo Camus a la AFP, antes del inicio del juicio.
La historia de la pareja
Dominique Pelicot, que había conocido a su mujer en 1971 y tuvo tres hijos con ella (actualmente de 34 a 47 años), explicó a los investigadores que lo hizo porque le gustaba ver cómo la tocaban otros hombres.
En el examen psicológico que se le hizo no se descubrió ninguna patología o anomalía mental, pero sí una desviación sexual voyeurista y "una personalidad perversa".
En cuanto a su esposa, a la que se le han diagnosticado cuatro enfermedades sexualmente transmisibles directamente imputables a las violaciones de las que no guardaba ningún recuerdo, padece además un fuerte estrés postraumático con pensamientos suicidas. Solicitó el divorcio.
Caroline Darian, seudónimo de la hija mediana de la pareja, escribió un libro sobre el caso publicado en 2022 y titulado 'Y dejé de llamarte papá'. En el libro, la mujer describe a su padre como un hombre cálido, que siempre estuvo presente en su infancia. Era quien la llevaba a la escuela, la recogía tarde de las fiestas, la consolaba, la animaba, mientras su madre sustentaba a la familia con su trabajo como gerente de una empresa del área de París, que tuvo durante 20 años.
Tras jubilarse, la pareja se fue a vivir a un chalet con un gran jardín y piscina en Mazan, al noreste de Aviñón. Allí los visitaban a menudo sus hijos y nietos en las vacaciones y festivos. Pasaban el tiempo con juegos de mesas, debatían, organizaban concursos de baile.
Nadie sospechaba. No fue hasta que el hombre fue acusado por filmar debajo de las faldas de mujeres en un centro comercial que se destapó toda la historia.
Con información de AFP, EFE y The New York Times.
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