Un escándalo sexual pone en aprietos a Boris Johnson y aumentan pedidos para que renuncie
El primer ministro británico, Boris Johnson puede estar en las últimas tras una oleada de dimisiones ministeriales en las últimas 24 horas que han sacudido su gobierno hasta el fondo y han provocado nuevas peticiones de dimisión.
Al menos 38 ministros y ayudantes han abandonado ya el Gobierno, entre ellos el canciller (secretario del Tesoro), Rishi Sunak, y el secretario de Sanidad, Sajid Javid, que dimitió el martes por las acusaciones de que Johnson mintió en repetidas ocasiones sobre decisiones clave que pusieron en duda su liderazgo, honestidad e integridad.
"Le serví lealmente y como amigo, pero todos servimos primero al país. Cuando se nos hace elegir entre esas lealtades sólo puede haber una respuesta", escribió Javid en su carta de dimisión. "He llegado de mala gana a la conclusión de que no podemos seguir así", escribió Sunak.
Johnson, al que se ha comparado con un gato con nueve vidas, entre otros nombres menos halagadores, se convirtió en primer ministro hace tres años tras ser elegido jefe del gobernante Partido Conservador y condujo al país a través del divisivo y controvertido 'Brexit' en 2020, la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Johnson ha sido comparado con una versión más intelectual, aunque desaliñada, del ex presidente estadounidense Donald Trump.
Boris Johson asegura que no dejará el cargo de primer ministro
El miércoles, Johnson se enfrentó a las airadas preguntas de los altos diputados del Partido Conservador que están estudiando un posible voto de confianza para destituirlo. Johnson sobrevivió a una votación el mes pasado y, según las normas actuales del partido, no puede enfrentarse a otra votación durante al menos 12 meses, aunque se están realizando movimientos para cambiar las reglas y permitir otra votación.
Los diputados están enfadados por la gestión de Johnson de las denuncias de conducta sexual inapropiada contra el ex jefe adjunto Chris Pincher, y por lo que dijo sobre lo que sabía sin contar con los funcionarios.
Esto se suma a un escandalo durante la pandemia, bautizado como ' Partygate', cuando se reveló que Johnson y su personal celebraron fiestas secretas con alcohol en el despacho del primer ministro mientras el resto del país estaba en un estricto confinamiento que prohibía las reuniones sociales de cualquier tipo, incluyendo funerales.
El miércoles también se le preguntó a Johnson cuántas veces se reunió con el controvertido oligarca de origen ruso Alexander Lebedev, cuyo padre es un antiguo agente del KGB. Lebedev es un amigo íntimo de Johnson y propietario del periódico británico The Independent. También fue elevado a la Cámara de los Lores bajo el mandato de Johnson.
A Johnson se le preguntó específicamente si se reunió con Lebedev sin que estuvieran presentes otros funcionarios del Gobierno en abril de 2018, cuando era secretario de Asuntos Exteriores, lo que supondría una grave violación del protocolo. Johnson dice que no recuerda exactamente lo que sucedió en esa noche.
Una encuesta reciente de YouGov que rastrea la popularidad del primer ministro muestra que sus índices se han desplomado de nuevo por debajo del 50%. Sin embargo, un sondeo de YouGov realizado el martes indicaba que el 69% de los británicos quería que Johnson dimitiera.