El rey de España renuncia a la herencia de su padre, a quien le retira su asignación de la Casa Real

El rey Felipe VI de España ha renunciado a la herencia que personalmente le pudiera corresponder de su padre, Juan Carlos I, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen pueda no estar en consonancia con la legalidad o con criterios de rectitud.
Esta decisión ocurre cuando diversas informaciones publicadas este fin de semana señalan que Felipe VI es beneficiario de una sociedad offshore creada por el rey Juan Carlos I vinculada a una donación de 72.45 millones de dólares (65 millones de euros) de Arabia Saudita.
La Casa Real española publicó este domingo un comunicado en el que informa además de que Juan Carlos I deja de percibir la asignación que tiene fijada en los presupuestos de la Casa de Su Majestad el Rey.
“En coherencia con las palabras pronunciadas en su discurso de proclamación y con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la Corona, S.M. el Rey quiere que sea conocido públicamente que S.M. el Rey Don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad que rigen su actividad institucional y privada y que deben informar la actividad de la Corona”, asegura el comunicado.
El martes de esta semana el Congreso español rechazó peticiones de distintos grupos para crear una comisión de investigación sobre presuntas irregularidades fiscales cometidas por el rey emérito Juan Carlos.
Distintos grupos de izquierda, entre ellos la coalición Unidas Podemos, en el Gobierno de España junto con los socialistas, así como nacionalistas, solicitaron esa comisión de investigación, pero la Mesa del Congreso la rechazó con los votos del PSOE (socialistas), PP (conservadores) y Vox (ultraderecha).
Según el diario suizo Tribune de Geneve, un fiscal especial de Ginebra investiga presuntas comisiones de más de 6,700 millones de euros en la adjudicación a un consorcio de empresas españolas de una línea de alta velocidad Medina-La Meca, en Arabia Saudita.
Según el citado diario, una de las donaciones se elevó a 100 millones de dólares pagados por el Ministerio de Finanzas marroquí y llegaron a una cuenta en Panamá de la fundación Lucum, de la que Juan Carlos I era el único beneficiario.
En el comunicado de la Casa Real se hace mención a las publicaciones en las que Felipe VI aparece como beneficiario de la fundación Lucum y de otra llamada Zagatka, de la que el monarca afirma que no tenía conocimiento, aunque renuncia a cualquier beneficio que pudiese tener.
En cuando a la otra fundación, el rey dice que tuvo conocimiento en 2019 a través de despacho de abogados y que compareció en abril ante un notario para manifestar que le había comunicado formalmente a su padre que "si fuera cierta su designación o la de la princesa de Asturias como beneficiarios de la citada Fundación Lucum dejara sin efecto tal designación, manifestando igualmente que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad".
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