Cómo son las bombas de racimo, las controvertidas municiones que EEUU confirmó que enviará a Ucrania para su contraofensiva
El gobierno de Joe Biden anunció este viernes que proporcionará a Ucrania las llamadas municiones de racimo, pese a las preocupaciones generalizadas de que las controvertidas bombas puedan causar víctimas civiles.
El consejero de Seguridad Nacinal Jake Sullivan confirmó que el envío formara parte de un nuevo paquete de ayuda de EEUU a la nación europea, que vive una desgastante guerra con Rusia desde febrero de 2022.
Moscú utiliza desde el inicio del conflicto este tipo de armas, que están prohibidas en muchas naciones.
Sullivan explicó que l Pentágono proporcionará municiones que tienen una "tasa de fallas" reducida, lo que significa que habrá muchas menos unidades sin explotar que pueden provocar muertes civiles no intencionales.
Las armas provendrán de las existencias del Pentágono y también incluirán vehículos blindados Bradley y Stryker, además de una variedad de municiones, como proyectiles para obuses y el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad, conocido como HIMARS, dijeron las autoridades.
El nuevo paquete de ayuda tendrá un valor de hasta $800 millones para el esfuerzo de los ucranianos por expulsar de su territorio a las tropas invasoras rusas.
Esto es lo que se sabe sobre las controvertidas bobas de racimo:
Qué son las bombas de racimo
Las bombas de racimo, solicitadas durante mucho tiempo por Ucrania, son armas que se abren en el aire y liberan 'submuniciones' que se dispersan en un área grande y están destinadas a causar destrucción en múltiples objetivos a la vez.
Estas submuniciones pueden causar diferentes daños, como perforar vehículos blindados con su carga explosiva, pero también pueden matar o herir a muchas personas de manera indiscriminada con sus fragmentos de metralla o producir incendios.
También, las que quedan sin explotar pueden acabar matando a civiles mucho después de haber sido lanzadas.
Qué países han usado este tipo de armas
Se utilizó por vez primera durante la Segunda Guerra Mundial. Dese entonces, de acuerdo con Naciones Unidas, al menos 15 países han usado bombas de racimo, incluidos Eritrea, Etiopía, Francia, Israel, Marruecos, Holanda, Gran Bretaña, Rusia y Estados Unidos.
Las bombas de racimo también se emplearon ampliamente en la Guerra del Golfo, Chechenia, la ex-Yugoslavia, Afganistán e Irak.
El último uso estadounidense a gran escala de bombas de racimo fue durante la invasión de Irak en 2003, según el Pentágono.
Pero, según Human Rights Watch, para las fuerzas estadounidenses fue un arma clave durante la invasión de Afganistán en 2001. En los primeros tres años de ese conflicto, se estima que la coalición liderada por Estados Unidos lanzó más de 1,500 bombas de racimo.
Cuál es el factor que más preocupa sobre su uso
Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, algunas municiones en racimo tienen una alta tasa de fallos en la explosión, hasta el 40% en ciertos casos.
Eso hace que puedan quedar bombas enterradas sin explotar siendo peligrosas tiempo después e incluso tras terminada la guerra, especialmente a los niños por sus formas llamativas, como pelotas de tenis o latas de refrescos.
Funcionarios estadounidenses dijeron el jueves que la tasa de artefactos explosivos sin detonar para las municiones que se enviarán a Ucrania es inferior al 3% y, por lo tanto, significará menos amenazas para los civiles.
En la sesión informativa del Pentágono el jueves, el general Pat Ryder dijo que Estados Unidos está al tanto de los informes que indican que algunas municiones tienen tasas más altas de explosión.
Por qué Ucrania ha buscado estas armas desde el inicio de la guerra
Los funcionarios ucranianos han pedido las armas para ayudar en su campaña para atravesar las líneas de tropas rusas y lograr avances en la contraofensiva en curso.
Las fuerzas rusas ya están utilizando municiones en racimo en el campo de batalla y en áreas civiles pobladas, dijeron funcionarios estadounidenses.
Cuando se le preguntó a Ryder cómo las municiones en racimo, si se aprueban, ayudarían a Ucrania, dijo que sus cargas pueden penetrar armaduras y fragmentarse para que puedan golpear a múltiples personas, "una capacidad que sería útil en cualquier tipo de operaciones ofensivas".
Decenas de países se han unido contra su uso
Más de 120 países se han unido a una convención que prohíbe el uso de bombas de racimo y acordaron no usar, producir, transferir o almacenar las armas y limpiarlas después de que se hayan usado.
Estados Unidos, Rusia y Ucrania se encuentran entre los países que no se han adherido.
No está claro cómo los aliados de Estados Unidos en la OTAN verían que proporciona bombas de racimo a Ucrania y si el tema podría resultar divisivo por su apoyo mayoritariamente unido a Kiev. Más de dos tercios de los 30 países de la alianza son signatarios de la convención de 2010 sobre municiones en racimo.