Las agresivas maniobras militares a gran escala con que China simula el bloqueo de Taiwán
El ejército chino lanzó este martes nuevas maniobras militares alrededor de Taiwán con fuerzas navales, aéreas y cohetes para ensayar un bloqueo de la isla, cuyo gobierno democrático no reconoce.
Los ejercicios con fuerzas navales, aéreas y terrestres están destinados a ser una "firme advertencia y enérgica disuasión", según Shi Yi, portavoz del Comando Oriental del Ejército Popular de Liberación. No se anunció ningún nombre operativo para las maniobras ni se dio aviso previo.
"Estas maniobras se enfocan principalmente en patrullajes de preparación para combate marítimo y aéreo, la toma conjunta de superioridad general, y el bloqueo de áreas clave y rutas marítimas", indicó el coronel Shi.
Estas maniobras son las más importantes desde febrero, cuando Taipéi acusó a Pekín de realizar ejercicios de combate "con fuego real" a unas 40 millas náuticas al sur de la isla.
China considera a Taiwán como parte de su territorio, a someter por la fuerza si es necesario, mientras que la mayoría de los taiwaneses prefieren su independencia de facto y estatus democrático.
Cualquier conflicto podría involucrar a Estados Unidos, que mantiene una serie de alianzas en la región y está legalmente obligado a tratar las amenazas a Taiwán como un asunto de "grave preocupación".
Taiwán confirma la presencia de 19 naves militares chinas
El gobierno de Taiwán respondió con el despliegue de sus propios aviones y buques de guerra, y activó el sistema de misiles de defensa.
El Ministerio taiwanés de Defensa dijo que había rastreado 19 buques de la marina china en las aguas que rodean la isla en un período de 24 horas desde las seis de la mañana del lunes hasta las seis de la mañana del martes.
Agregó que había seguido los movimientos del portaaviones Shandong desde el sábado y que su grupo de ataque había entrado en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, un área autodefinida vigilada por el ejército.
China suele enviar activos militares a la zona, que no reconoce, pero los funcionarios taiwaneses han advertido recientemente que el gigante asiático podría lanzar un ataque sorpresa bajo el pretexto de ejercicios militares.
"Quiero decir que estas acciones reflejan ampliamente la destrucción de la paz y estabilidad regional por parte de (China)", dijo el Ministro taiwanés de Defensa, Wellington Koo.
Taiwán ha establecido un grupo de respuesta central para monitorear los ejercicios, afirmó Koo.
En las calles de Taipéi, la gente dijo que el ambiente era tenso, pero estaban más preocupados por la economía y las noticias sobre el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Los comunistas chinos dedican mucho tiempo y esfuerzo a estas cosas, pero la mayoría de la gente no presta mucha atención", comentó Lin Hui-tsung, un vendedor de fideos en el distrito Tiananmu de la ciudad.
China insiste que la independencia de Taiwán es incompatible con la paz
En un comunicado posterior, la portavoz de la Oficina de Asuntos Taiwaneses de China, Zhu Fenglian, advirtió que el independentismo de la isla "significa guerra, y perseguir la 'independencia de Taiwán' es empujar al pueblo taiwanés a una peligrosa situación de guerra".
Por su parte, los guardacostas chinos indicaron en un comunicado que realizaron "patrullajes en aguas alrededor de la isla de Taiwán", donde efectuaron tareas contra navíos cuya presencia es "injustificada".
Según el Ministerio de Defensa taiwanés, China envió al grupo de portaviones Shandong y otros barcos y aviones como parte de la maniobra.
Pekín insiste en que Taiwán es parte de su territorio y en los últimos años ha aumentado el desplazamiento de aviones de combate y buques militares alrededor de la isla para reforzar su demanda de soberanía, que Taipéi rechaza.
Las tensiones entre ambos territorios separados por unas 110 millas escalaron con la investidura del presidente taiwanés Lai Ching-te en mayo de 2024.
Lai mantiene una postura más firme a favor de la soberanía de Taiwán que su antecesora, Tsai Ing-wen, con quien Pekín ya tuvo importantes roces.
El mes pasado, el presidente taiwanés se refirió a China como "una fuerza extranjera hostil" y propuso medidas para luchar contra el espionaje y la infiltración desde Pekín.