Vecinos salvajes: hay más tigres en cautiverio en EEUU que en estado natural en todo el mundo
Un tigre de bengala suelto en un vecindario de Houston ha causado gran revuelo en los últimos días. Si bien arrestaron al hombre con el que lo vieron por última vez, la policía todavía no ha encontrado al felino.
Pero que un tigre se pasee por un patio trasero cualquiera de una ciudad estadounidense no es tan extraño como podría parecer en un principio.
De acuerdo con el Wild Wildlife Fund, es difícil precisar la cantidad de estos animales en Estados Unidos, pero se calcula que hay cerca de 5,000 en cautiverio y solo alrededor de un 6% está en centros creditados por la Asociación de Zoológicos y Acuarios. De hecho, hay más de estas criaturas en cautiverio en el país que las que están en la naturaleza en el resto del mundo (se calcula que quedan alrededor de 3,900).
"Una gran mayoría de estos tigres cautivos están en manos de propietarios privados y están viviendo en patios traseros, atracciones móviles y centros de reproducción privados", señala la organización. "Muchos de esos propietarios privados no tienen el entrenamiento apropiado para cuidar de animales salvajes, lo que los hace vulnerables a maltratatos y explotación".
De acuerdo con la Humane Society y otras organizaciones que buscan proteger a los animales, no hay una ley que regule de forma uniforme quién puede tener un felinos de gran tamaño u otros animales salvajes en el país.
En 2016, la Ley de Especies en Peligro introdujo algunas medidas que buscaban prevenir que los tigres alimentaran el tráfico ilegal de animales salvajes, como prohibir su venta de un estado a otro a menos que se tenga un permiso y se demuestre que el intercambio ayuda a preservarlos.
Otra ley limita la exposición que pueden tener los cachorros que tienen entre 8 a 12 semanas, lo que busca disminuir el incentivo de quienes se lucran de sesiones de fotos o caricias con las crías.
A pesar de esas restricciones, organizaciones insisten en que es necesario tomar más medidas. Avanzan una campaña en la que le piden al Congreso que apruebe el Big Cat Public Safety Act. La ley prohibiría del todo el o del público con los cachorros y tener felinos grandes como mascotas.
La Cámara de Representantes le dio el visto bueno en diciembre del año pasado, luego de que la serie de Netflix "Tiger King" pusiera la lupa sobre el tema, pero no llegó a ser votada en el Senado. A finales de abril, la legislación fue introducida nuevamente en la Cámara Alta.
"Los grandes felinos que se tienen como mascotas son un peligro tremendo para la comunidad y los socorristas", señaló el Animal Welfare Intitute en un comunicado.
La organización destacó que han ocurrido cientos de incidentes que muestran el peligro de tener a estos felinos en cautiverio.
En Texas, centro de un nuevo escape de un tigre, han ocurrido situaciones trágicas con tigres que se mantienen como mascotas.
De acuerdo con la Humane Society, un niño de tres años murió tras ser atacado por el tigre de un pariente; una niña de 10 años falleció cuando uno de los dos tigres de la familia la arrastró por el cuello y a otro pequeño de cuatro años un felino, que era mascota de su tío, le arrancó un brazo.
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