Agbogbloshie, Ghana. Es una pequeña ciudad a las afueras de Accra, la capital del país, donde se descargan cerca de 200,000 toneladas de desechos de electrodomésticos y equipos electrónicos de todo el mundo. Muchos de sus habitantes se dedican a recolectar basura que pueda tener algo de valor, en un ambiente contaminado principalmente con cobre. Crédito: Cristina Adehuela/AFP/Getty Images
Dzerzhinsk, Rusia. Esta ciudad, ubicada a unas 250 millas de Moscú, era considerada la capital de la industria química en el esplendor de la Unión Soviética. En medio siglo se arrojaron más de 300,000 toneladas de desechos químicos y los niveles de dióxido de carbono en atmósfera del área es varias veces mayor a los índices normales de cualquier ciudad industrializada de Europa. En la fotografía, un lago contaminado en Dzerzhinsk, considerado por la organización ecologista Greenpeace como el lago con las aguas más venenosas del mundo. Crédito: Sergei Karpukhin/AP
El delta del río Níger, Nigeria. La explotación petrolera legal e ilegal alrededor de la salida al Atlántico del río Níger, que recorre el centro de Nigeria, llenó de residuos y suciedad las aguas y puso en peligro la salud de millones de personas. En la fotografía, militares nigerianos durante una redada a una refinería ilegal en 2016. Crédito: NurPhoto/NurPhoto via Getty Images
El río Citarum, Indonesia. Es considerado uno de los ríos más contaminados del mundo. Alrededor de 28 millones de personas en Indonesia dependen de sus aguas para el riego, la electricidad y el suministro en los hogares. Según informes, citados por la agencia Getty Images, más de 20,000 toneladas de desechos y 340,000 toneladas de aguas residuales caen directamente en los afluentes de este río cada día. Crédito: Ed Wray/Getty Images
Chernobyl, Ucrania. En abril de 1986 ocurrió en una planta nuclear de esta ciudad de la antigua Unión Soviética uno de los accidentes más graves de la historia de este método de generación de energía. Una peligrosa cantidad de radiación se liberó sin control, lo que provocó la evacuación de al menos 115,000 personas que vivían en las zonas cercanas. Luego de más de 30 años después del accidente todavía continúan vacíos los edificios residenciales de la ciudad. Crédito: Sean Gallup/Getty Images
Norilsk, Rusia. En esta ciudad minera a unas 2,000 millas al noreste de Moscú se liberan a la atmósfera cada año más de 500 toneladas de óxidos de cobre y de níquel, y una sola refinería libera aproximadamente 2.8 millones de toneladas métricas de dióxido de azufre por año, seis veces más que las emisiones de toda la industria de metales no ferrosos de EEUU. Crédito: Oleg Nikishin/Getty Images
El río Matanza, Argentina. La cuenca de este río recorre una zona en la provincia de Buenos Aires donde fueron instaladas varias industrias de productos químicos. Muchas de estas fábricas lanzan sus desechos al afluente que finalmente desemboca en el Océano Atlántico.
Crédito: Natacha Pisarenko/AP
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Kalimantán, Indonesia. La explotación ilegal del oro en esta zona arroja enormes cantidades de mercurio, un metal altamente contaminante. Los mineros devastaron lo que alguna vez fue un bosque tropical en la búsqueda del metal precioso y llenaron la tierra de mercurio en el proceso. Crédito: Romeo Gacad/AFP/Getty Images
Hazaribgh, Bangladesh. Esta zona de Dacca, una de las capitales más contaminadas del mundo, produce diariamente toneladas de productos tóxicos que son descargadas en el río que atraviesa la ciudad. Cerca de 200,000 personas que residen alrededor del río están expuestas a la contaminación. Crédito: Barcroft Media/Barcroft Media via Getty Images
Fukushima, Japón. Un terremoto en marzo de 2011 causó un accidente nuclear en una planta de la ciudad de Okuma que convirtió a esta prefectura del centro de Japón en un lugar peligroso para la vida humana. Todavía los expertos continúan calculando las consecuencias de la catástrofe y el impacto real de la radiación en la población. En la fotografía un área cercana al accidente donde se almacenan residuos contaminados por la radiación. Crédito: Christopher Furlong/Getty Images