No sólo beneficia a los pobres: el crucial rol de Medicaid en el sistema de salud estadounidense

Los líderes republicanos del Senado aseguran que quieren votar la propuesta de ley que busca reemplazar a Obamacare antes de fin de mes. En el centro de ese proyecto está la posible transformación del programa estadounidense de Medicaid, que cubre al 20% de la población y provee la columna del sistema de salud estadounidense.
Como profesor de políticas públicas, he escrito extensivamente sobre el sistema de salud y el Affordable Care Act (ACA), la ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare.
Resido en West Virginia, quizás el estado más pobre de la nación, y he sido testigo de los beneficios de la expansión del Medicaid que impulsó el ACA desde 2014.
Para entender cómo los cambios propuestos por la nueva ley al Medicaid afectarán a las personas y al sistema de salud, es importante entender el programa en detalle.
¿Qué es Medicaid?
Creado en 1965, Medicaid hoy provee servicios de salud a 75 millones de estadounidenses. La istración del programa está repartida entre el gobierno federal y los estados. El gobierno federal paga al menos el 50% de los costos del programa, pero puede llegar a pagar más del 75% en los estados más pobres.
Inicialmente fue creado para proveer de asistencia médica sólo a aquellos individuos que recibían beneficios sociales en efectivo. Con el paso del tiempo, el programa ha ido ofreciendo cada vez más beneficios y cubriendo a más personas para compensar los grandes defectos de los mercados privados de salud, como las primas cada vez más caras y el creciente número de personas sin seguro médico.
Como en todos los programas de salud, el gasto de Medicaid se ha incrementado dramáticamente desde su fundación en 1965. En 2007 se gastaron 300,000 millones de dólares; hoy en día se gastan aproximadamente 550,000 millones de dólares al año.
¿Qué hace Medicaid?
Medicaid ha evolucionado hasta convertirse en mucho más que un programa que ayuda a los pobres de Estados Unidos.
Hoy es sin duda el mayor sistema de salud de pago individual ( single-payer): cubre a más del 20% de la población, lo que se traduce en 75 millones de niños, mujeres embarazadas, padres, adultos solteros, personas discapacitadas y adultos mayores estadounidenses.
Para ponerlo en perspectiva: esto equivale al mismo número de individuos cubiertos por las dos aseguradoras comerciales más grandes de Estados Unidos.
Aproximadamente la mitad de los beneficiados son niños.
Medicaid también paga por el 50% de todos los nacimientos del país. En algunos estados como Nuevo México, Arkansas, Wisconsin y Oklahoma, dos tercios de los nacimientos son cubiertos por Medicaid.
Medicaid ayuda a muchas personas que generalmente no son considerados como ‘necesitados’. Por ejemplo, el programa Katie Beckett provee apoyo a familias con niños discapacidades severas sin importar cuál sea el salario de los padres.
El programa también es crítico para los adultos mayores de Estados Unidos. Medicaid contribuye más al cuidado a largo plazo de los adultos de la tercera edad, que el programa federal Medicare, que es exclusivo para esta población. Estos servicios incluyen por ejemplo, los cuidados que se ofrecen en los hogares para ancianos, programas de cuidado diario, servicios de ayuda en casa y de cuidado personal. Para por casi la mitad de todos los costos de cuidado a largo plazo y dos terceras partes de los costos asociados con las residencias geriátricas. Y también ayuda a pagar las primas de Medicare a casi 20% de los adultos mayores del país.
Sin duda, la mayoría de los costos de Medicaid, cerca de dos terceras partes del gasto, se emplean en cubrir los gastos de personas de la tercera edad o con alguna discapacidad, a pesar de solo representan una cuarta parte de los inscritos en el programa.
¿Qué cambios hubo en Medicaid con el Affordable Care Act?
Uno de los componentes principales del ACA fue la expansión de Medicaid para que cubriera a las personas que ganan 1.33 veces más que lo que establece el Índice Federal de Pobreza. Esto equivale a 2,800 dólares por mes para una familia de cuatro personas.
Sin embargo, la Corte Suprema rechazó la expansión obligatoria al programa de Medicaid que proponía el ACA y la hizo opcional. A la fecha, 31 estados y el Distrito de Columbia han decidido expandir su programa de Medicaid. En esos estados, las tasas de personas sin seguro han caído mucho más rápido que las tasas en los estados que se rehúsan a expandir su programa.
No obstante, tras la creación del Affordable Care Act, ha habido un incremento de 30% en las personas inscritas en Medicaid. Esta expansión también ha aumentado el a los servicios de salud y ha mejorado la salud de la población inscrita. Medicaid también es un componente importante en la lucha contra la epidemia de los opioides.
En aquellos estados que no expandieron Medicai ha habido cierres desproporcionados de hospitales.
¿Cómo afectará el proyecto de ley de salud republicano al presupuesto de Medicaid?
El American Health Care Act, aprobado por la Cámara de Representantes en mayo y que sufrió algunas modificaciones por la versión del Senado que se reveló esta semana, propuso recortar más de 800 mil millones de dólares a Medicaid para el 2026. Estos recortes se enfocaban en dos componentes principales.
En primer lugar, el AHCA proponía reducir drásticamente los fondos para la expansión de Medicaid que fueron aprobados bajo Obamacare. Estos cambios reducirían la contribución monetaria del gobierno federal de 90% a un promedio de 57%, lo cual significa que los costos correspondientes para los estados serían tan altos que en efecto eliminarían la expansión en la mayoría,o quizás en todos los estados.
Eso no es todo. El AHCA también busca alterar el mecanismo para financiar el programa en sí al limitar la cantidad de dinero que se puede ofrecer para cubrir a las personas. Esto daría por terminado el compromiso del gobierno federal de proveer servicios de salud a sus poblaciones más necesitadas, sin importar el costo.
Con el paso del tiempo, los gastos por persona se ajustarían sobre la base del Índice de Precios de Consumo Médico. En los estados como Virginia Occidental, estos aumentos no van a ser lo suficientemente grandes como para cubrir los crecientes costos asociados con el cuidado a los enfermos y minusválidos que existen allí.
Además del recorte de 800,000 millones de dólares indicado por el AHCA, la propuesta de presupuesto del Presidente Trump incluye un recorte adicional de más de 600 mil millones de dólares en un plazo de 10 años.
Una de las maneras principales para lograr este recorte es reducir la tasa de crecimiento de los pagos por cápita.
¿Cuál sería el efecto del desmantelamiento de Medicaid?
Tanto el AHCA como la propuesta de presupuesto nacional del presidente Trump serían duros para Medicaid, y, en mi criterio, ambos cortes serían devastadores para el programa.
Estos recortes obligarán a millones de estadounidenses a abandonar su seguro de salud. Muchas familias se verán presionadas a elegir entre la comida y el refugio o el tratamientos médico. También obligarán a millones de americanos a declararse en bancarrota médica de la misma manera en que lo hacían antes de la aprobación del ACA.
Los efectos de estos recortes irán más allá de los individuos y afectarán al sistema de salud entero, ya que van a crear increíbles cargas sobre los hospitales y los otros centros de salud para las poblaciones vulnerables. Estos centros de salud ya se ven afectados por la falta de dinero, incluso sin los recortes del programa.
Medicaid es de suma importancia para las poblaciones rurales, los barrios marginados y los hospitales de servicios esenciales, los cuales se verán afectados por el cambio en presupuesto.
Los recortes afectarán de manera desproporcionada a los millones de individuos discapacitados y a sus familias.
Durante la próxima década, el programa se reducirá virtualmente a la mitad. Los estados que no puedan obtener los fondos se verán obligados a cambiar los requisitos para la elegibilidad y/o a recortar los beneficios.
En mi opinión, todavía se puede evitar el daño tan dramático que causarán tanto el American Health Care Act, como el presupuesto de la istración del Presidente Trump a millones de nuestras familias, amigos, vecinos y comunidades.

*Simon Haeder es profesor asistente de Ciencias Políticas en la Universidad de West Virginia
