Sheriff de Kentucky tendrá que pagar $337,000 por esposar a un niño que se portó mal en la escuela
La Oficina del Sheriff de Kentucky donde trabaja el agente Kevin Sumner aceptó pagar más de 337,000 dólares a todas aquellas familias cuyos niños fueron esposados por la espalda en una escuela primaria, después de que mostraran un mal comportamiento.
La historia de Sumner se hizo viral en 2015 con un video en el que se veía detalladamente cómo el agente esposaba a un pequeño de 8 años con problemas de hiperactividad y desorden de atención en la escuela primaria Latonia en Covington, Kentucky. El castigo tenía lugar ante la queja de los maestros que aseguraban que el niño estaba siendo rebelde. En las imágenes se ve al oficial poniéndole las esposas al menor juntando sus bíceps por la espalda al no poder capturar sus delgadas muñecas.
Las imágenes del niño en llanto tratando de liberarse del castigo generaron un gran debate nacional sobre la función que cumplían los policías que son delegados a los colegios, sobre todo, en las instituciones que reciben pequeños con alguna discapacidad o problema que requieren de un tratamiento especial.
"Tienes que hacer lo que te han dicho que hagas o vas a sufrir las consecuencias", se escuchaba en el video que Summer le decía al niño, mientras éste lloraba diciendo que le dolía.
"Si quieres que te quite las esposas, tienes que comportarte bien y pedírmelo con educación", repetía. "Y si te portas bien, te las quitaré, pero mientras sigas comportándote mal, no te las voy a quitar”.
En su momento la organización ACLU de la mano del Children’s Law Center interpuso una demanda contra el agente que usó el mismo mecanismo con otros cinco menores. La mayoría, según reportaron las organizaciones, niños de origen latino o afrodescendientes.
Después de que una corte federal asegurara que el castigo impartido por el oficial era “una incautación inconstitucional y un uso excesivo de la fuerza”, este pasado martes la agencia policial demandada aceptó pagar la cuantiosa compensación a los menores lastimados.
Según se podía leer en la denuncia presentada por las organizaciones, el agente Sumner habría escrito reportes meses después de lo ocurrido en los que se indicaba que los niños trataron de golpear a los docentes de la escuela. Sin embargo, ACLU refutó dejando claro que los menores no podían representar una amenaza para ninguno de los adultos.
"Es muy doloroso ver a mi pequeño hijo sufrir por esta experiencia", dijo la madre del menor protagonista del video identificado como S.R. en un comunicado difundido por la ACLU. "Tiene problemas para dormir, tiene ansiedad, y tiene miedo de encontrarse con el oficial en la escuela. La escuela debería ser un lugar seguro para los niños. Debería ser un lugar al que les gusta ir. Sin embargo, se ha convertido en una continua pesadilla para mi hijo". Más allá de la sentencia, el debate sobre por qué en los colegios en EEUU hay más policías que enfermeras o psicólogas continúa en la base de este caso.