Para el gobierno de Trump no hay excepciones: todos los indocumentados son blanco de deportación
El director del equipo de deportaciones de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), Matthew Albence, ha dado un paso más allá de las órdenes impartidas por el gobierno de Donald Trump sobre las nuevas prioridades de deportación.
En un memorando obtenido por ProPublica, el jefe de la maquinaria de deportaciones de Trump confirma lo que el gobierno no ha querido reconocer públicamente: que los 11 millones de inmigrantes indocumentados son blanco de ICE para arrestarlos y deportarlos de Estados Unidos.
Según un memorando firmado por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), John Kelly, el pasado 20 de febrero, los agentes de ICE podían hacer cumplir las leyes de inmigración sobre cualquier indocumentado que hallaran durante un operativo, dando lugar al uso de determinada discrecionalidad. Sin embargo, una orden emitida por Albence al día siguiente instruye que los agentes de inmigración deben actuar sobre estas personas, eliminando la posibilidad de no arrestar a indocumentados que no fueran una prioridad de deportación.
Si bien Kelly autorizó que sus agentes pueden llevar a cabo estos arrestos, Albence determinó que sus agentes de ERO deben ejecutarlos para cumplir la política migratoria de Trump.
Las órdenes ejecutivas
Cuando el presidente Donald Trump dio a conocer en enero las órdenes ejecutivas relacionadas con el muro y las ciudades santuario, y decretó que la inmigración indocumentada era un peligro para la seguridad pública y nacional, Kelly firmó el citado memorando para instruir a sus agentes la manera en que cumplirían dichas órdenes.
A partir de entonces el trabajo que venía ejecutando ICE dio un giro.
El 29 de abril, cuando la istración de Trump cumplió sus primeros 100 días, ICE reportó que las detenciones habían aumentado un 38%, y dijo que revisaba la capacidad de cupos disponibles en los centros de detención para ampliarlos.
Un operativo en Miami
Un ejemplo de este giro ocurrió el pasado 21 de junio, cuando agentes federales de ICE en Miami detuvieron a cuatro inmigrantes indocumentados de nacionalidad hondureña durante un operativo en el que el blanco solo era uno de ellos.
La agencia explicó a Univision Noticias que en la operación “selectiva” de ese día fueron hallados otros tres hombres alojados en la misma residencia, y que “después de entrevistarlos, los agentes determinaron que habían vuelto al país ilegalmente tras ser deportados”.
Es decir, al momento de la operación, ICE no llevaba la intención de arrestar a los tres individuos, identificados como Daniel Flores, Josué Varela y Marlon Velásquez.
El cuarto arrestado -y sobre quien se dirigía el operativo por tener una orden de deportación vigente- fue identificado como Roger Medina.
"Como ha declarado el secretario Kelly, ICE ya no exime categorías de extranjeros deportables”, dijo a Univision Néstor Yglesias, vocero de ICE en Miami. “Todos los que violan las leyes de inmigración, pueden estar sujetos a arresto, y si tienen orden final de deportación, expulsados de Estados Unidos”.
La maquinaria de Trump
Este viernes, el sitio ProPublica reportó que los 5,700 agentes de deportación de ICE recibieron la orden de Albence “con efecto inmediato” el 21 de febrero de tomar medidas coercitivas contra todos los extranjeros deportables hallados durante el desempeño de sus funciones.
“Lo que están haciendo las autoridades, bajo las órdenes del presidente Donald Trump, es preparando la maquinaria para implementar los arrestos y las deportaciones masivas”, dice Juan José Gutiérrez, director ejecutivo del Movimiento Latino USA de Los Angeles, California.
El activista dijo que, por ahora, “afortunadamente no lo ha podido hacer como lo prometió durante su campaña, porque hay muchos factores que se oponen, entre ellos las cortes que han restringido los poderes del gobierno”.
Advertencias de campaña
Durante la campaña presidencial Trump amenazó con deportar a los 11 millones de indocumentados en un plazo máximo de 18 meses. También advirtió que restringiría la entrada de musulmanes y trabajadores extranjeros.
Entre enero y marzo Trump ha firmado órdenes ejecutivas en ambas direcciones. Una de ellas, una versión mejorada de la prohibición de ingreso de ciudadanos de países musulmanes y freno temporal al programa de refugiados, fue detenido por cortes federales, pero en junio la Corte Suprema, al anunciar que revisaría la constitucionalidad del decreto, levantó algunas restricciones dándole una victoria parcial al mandatario.
Trump también ha endurecido la política de asilo, principalmente para impedir que niños centroamericanos lleguen al país y permanezcan encarcelados hasta que jueces de inmigración decidan su futuro.
Dudas razonables
Las dudas, sin embargo, van más allá de los memorandos del DHS y de lo que dice el gobierno. “Nos preocupa que el presidente siempre cambia de opinión”, dice Oscar Cornejo, un dreamer del movimiento CoFire de la Universidad de Dartmouth, New Hampshire.
“Pienso que todos estamos en peligro. Hemos visto lo que ha hecho Obama, y Trump está siguiendo el mismo legado. Por eso pensamos que todos estamos en peligro de deportación, teniendo o no amparo como el caso de DACA”, agregó.
“El presidente ha dicho que tiene un buen corazón. Pero no sabemos si todo su gobierno tiene el mismo sentimiento. El memorando dice lo contrario. Y como le dije, él cambia mucho de opinión. Eso nos tiene muy preocupados”, agregó el activista.
Las organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes también advierten que el 25 de enero, cuando Trump firmó las órdenes ejecutivas migratorias del muro y las ciudades santuario, fijó nuevas prioridades de deportación, más agresivas que las de Obama, pero que el memorando del 20 de febrero incluso canceló esas órdenes del mandatario.
“Ahora todos los indocumentados están en la mira de ICE para ser deportados de Estados Unidos”, puntualiza Gutiérrez. “Estamos vigilantes para que en cada caso el gobierno respete los derechos de los inmigrantes y el debido proceso migratorio”, indicó.