Qué es la Ley de Enemigos Extranjeros que Trump podría invocar para sus deportaciones masivas
El presidente electo Donald Trump prometió invocar una ley de más de 200 años de antigüedad para sustentar sus deportaciones masivas.
En distintos mítines, Trump planteó la idea de invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 con el fin de deportar masivamente a inmigrantes que él busca vincular a bandas criminales en Estados Unidos.
“Invocaré la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para atacar y desmantelar todas las redes criminales de inmigrantes que operan en suelo estadounidense”, dijo en un mitin en Aurora, Colorado el 11 de octubre.
Trump ha dicho que las deportaciones masivas que busca implementar en su gobierno serán llevadas a cabo como parte de un esquema que él llama “Operación Aurora”.
El republicano declaró en las campañas que la operación lleva ese nombre porque las deportaciones iniciarán en Aurora, Colorado, para supuestamente acabar con la presencia de la banda criminal venezolana Tren de Aragua en esa ciudad, aunque no hay pruebas que sustentan que el grupo delictivo opere en esa ciudad, más allá de la creciente presencia de indocumentados de ese país en suelo colorado.
Pero según expertos la invocación con fines migratorios de la ley, aprobada en 1798 durante la presidencia del presidente John Adams, podría enfrentar trabas judiciales por la forma en que está redactada.
¿Cuántas veces ha sido invocada la ley desde que el Congreso la aprobó?
Katherine Yon Ebright, analista legal de la organización sin fines de lucro Brennan Center for Justice, escribió en un artículo que la ley ha sido invocada en tres ocasiones desde su creación hace más de 200 años.
La ley fue avalada como parte de un paquete de legislaciones llamado Leyes de Extranjeros y Sedición. Las otras tres leyes expiraron o fueron repelidas, según los Archivos Nacionales de Estados Unidos.
La Ley de Enemigos Extranjeros no incluía una cláusula de expiración y en lugar de ser repelida su redacción fue modificada por el Congreso para incluir a mujeres extranjeras como posibles enemigas.
Los tres momentos en que fue invocada corresponden a la guerra de 1812 contra Reino Unido, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial.
“Aunque la ley se promulgó para impedir el espionaje y el sabotaje extranjeros en tiempos de guerra, puede aplicarse (y se ha aplicado) contra inmigrantes que no han hecho nada malo, no han mostrado señales de deslealtad y están presentes legalmente en Estados Unidos”, dijo la especialista del Programa de Libertad y Seguridad Nacional del centro.
En particular, la invocación de la ley derivó en el internamiento de japoneses en Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, “una parte vergonzosa” de la historia estadounidense por la que el Congreso, los presidentes y los tribunales se han disculpado, escribió la analista.
El presidente Franklin D. Roosevelt invocó la ley luego del ataque japonés en contra de Pearl Harbor.
De acuerdo con registros históricos, más de 120,000 japoneses, incluidos ciudadanos estadounidenses con doble nacionalidad, fueron llevados a campos de internamiento durante ese periodo.
También ciudadanos de origen alemán e italiano fueron trasladados a estos centros como parte de la aplicación de esa ley.
¿Qué trabas legales podría enfrentar Trump para invocar la ley?
De acuerdo con Yon Ebright, el presidente podría invocar la Ley de Enemigos Extranjeros en tiempos de “guerra declarada” o cuando un gobierno extranjero amenaza o emprende una “invasión” o “incursión depredadora” contra territorio estadounidense.
Sin embargo, la autorización para declarar una guerra debe ser emitida por el Congreso, no el presidente.
“Por lo que el presidente debe esperar un debate democrático y una votación del Congreso para invocar la Ley de Enemigos Extranjeros basándose en una guerra declarada”, sostuvo la analista.
Yon Elbright agregó que, aunque el presidente también podría invocar la ley basándose en “una amenaza o en curso de invasión o incursión depredadora”, la jurisprudencia existente indica que sólo debe ser utilizada en tiempos de una guerra formalmente declarada.
“Invocarla en tiempos de paz para eludir la ley de inmigración convencional sería un abuso asombroso”, agregó.
La analista dijo que sólo los presidentes Woodrow Wilson y Harry S. Truman continuaron utilizando la ley después del cese de hostilidades en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
“La Primera Guerra Mundial terminó en 1918, pero la istración Wilson utilizó la ley para internar a inmigrantes alemanes y austrohúngaros hasta 1920. Y la Segunda Guerra Mundial terminó en 1945, pero la istración Truman utilizó la ley para internar y deportar hasta 1951”, explicó.
En sus eventos de campaña e incluso durante su primera gestión como presidente, Trump se ha referido al cruce irregular de migrantes por la frontera como una “invasión” y ha utilizado otros términos para calificar a los inmigrantes como “criminales”.
Sin embargo, invocar la ley sólo basándose en esta retórica podría enfrentar múltiples trabas en las cortes estadounidenses, escribió en un análisis de 2023 George Fishman, fellow senior de temas legales del Centro para Estudios de Inmigración, una organización no partidista con sede en Washington. Fishman se desempeñó como viceconsejero general de la agencia Control de Inmigración y Aduanas ( ICE) durante la istración de Trump.
Además, el presidente no requiere de invocar una ley para deportar a inmigrantes sin estatus legal, cuando ya tiene la autoridades para removerlos al haber violado las leyes migratorias, dijo a NPR Steve Vladeck, profesor del Centro de Derecho de la Universidad Georgetown.
El problema principal que han enfrentado los presidentes al momento de combatir la inmigración irregular ha sido más bien la falta de recursos ya que el gobierno federal no tiene la capacidad para identificar, rastrear y removar a los 11 millones de personas sin documentos que actualmente residentes en Estados Unidos, declaró el académico.
“Creo que la idea de que los tribunales verían con buenos ojos el uso de este tipo de autoridad donde, uno, no la necesita, y dos, sería realmente una extensión de lo que ya es un poder legal bastante controvertido, es bastante descabellado”, dijo Vladeck.
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